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21/11/2019

La izquierda española: ahora o nunca

La izquierda española: ahora o nunca | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Ni el bloque progresista ni el de la derecha tienen mayoría suficiente en el Parlamento. El PSOE y Podemos -Pedro Sánchez y Pablo Iglesias- anunciaron su decisión de formar un gobierno de coalición, pero la llave está en manos de pequeños partidos locales y de los partidos soberanistas vascos y catalanes.

José María Castro

Los resultados de las elecciones en España del pasado 10 de noviembre volvieron a dar la victoria al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con 120 diputados, mientras el Partido Popular (PP) subió a 87 y Voz logró convertirse en la tercera fuerza política, llegando a 52 diputados, doblando los resultados de las elecciones del pasado mes de abril. Podemos, el otro protagonista de las negociaciones frustradas para formar gobierno durante los meses previos a esta elección, también cayó, pasando de 42 a 35 escaños. Más País, la formación de Iñigo Errejón, antiguo lugarteniente de Pablo Iglesias en Podemos, se tiene que conformar con tres escaños, que completan el bloque de la izquierda junto a PSOE y Podemos. Escasas fuerzas para acometer la tarea de conformar un gobierno estable.

El gran batacazo electoral, lo ha dado Ciudadanos, la fuerza supuestamente de centro, que ha dejado la mayoría de sus votos a sus compañeros de coalición en las autonomías, PP y Vox, perdiendo 47 de los 52 diputados que tenía a tan solo 10 representantes, quedando fuera del Congreso la mayoría de Cargos y líderes importantes.

Estos resultados, impiden la mayoría absoluta a los dos grandes bloques, con lo cual, la llave de la gobernabilidad quedará en manos de los pequeños partidos locales, y los partidos soberanistas vascos y catalanes.

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) consiguió 13 bancas, mientras Junts pel Cat (Juntos por Cataluña) se hizo con ocho sillones en el Congreso, y la CUP (Candidatura de la Unidad Popular), de corte independentista radical, se estrenará en el Congreso con dos diputados y con la misión de hacer ingobernable el Parlamento español.

En el País Vasco, el PNV (Partido nacionalista Vasco, consigue un diputado más a los seis que ya tenía, y Bildu, la fuerza radical vasca se hace con cinco diputados, logrando por primera vez grupo parlamentario propio. El hecho de tener grupo parlamentario tiene una importancia capital en el desarrollo de formación de comisiones de la Cámara y la elaboración de leyes.

Otras formaciones como Navarra Suma y Coalición Canaria, añadirían cuatro escaños más al bloque de la derecha, mientras el Partido Regionalista de Cantabria, que renueva su diputado, el Bloque Nacionalista Gallego, que vuelve al Congreso con un miembro, y el estreno de una coalición de electores de la provincia de Teruel (llamada Teruel Existe) que se hace con una banca, serían parte del bloque progresista, completando así la composición del nuevo parlamento.

Tras esto, aquella coalición que no pudo ser entre PSOE-Podemos, y el desencuentro entre Sánchez e Iglesias cuyas negociaciones entre abril y septiembre pareció imposible de producirse, ha necesitado en esta ocasión menos de 48 horas para poner de acuerdo a sus líderes. Ya anunciaron “un gobierno progresista” a pesar de que, hoy por hoy, los números solo cuadrarían, si las expectativas de Sánchez e Iglesias se cumplieran en su totalidad, cosa que a priori resulta como difícil de conseguir.

Con el llamado procés catalán en marcha y la condena de los líderes independentistas, entre ellos el líder de Esquerra, Oriol Junqueras, que cumple una condena de trece años de cárcel, el pacto con los catalanistas no parece fácil. Ahí, la labor de Pablo Iglesias, que no parece manchado por las políticas de mano dura y de falta de diálogo, que sí afectan a Sánchez, va a ser determinante. Enfrente tendrán un bloque de derechas que se anuncia sumamente beligerante con una extrema derecha crecida y que va a obligar al Partido Popular a radicalizar su programa si no quiere dejar una autopista de oposición a Vox.

Si la tarea es difícil para la izquierda, tampoco la derecha tiene las Cortes Generales que les gustaría. 

El Congreso se muestra más plural, dando cabida incluso a formaciones como Más País y la CUP. También a Teruel Existe, como estandarte de la España rural y abandonada, que ha quedado tan injustamente invisibilizada entre tanto fuego cruzado entre independentismo y constitucionalismo.

Los próximos días serán claves para saber con certeza qué posibilidades reales de formar gobierno tiene la izquierda, después de la primera semana fuera de abrazos, sonrisas y fuegos artificiales sin concreciones.

Por último, quedará siempre la duda de saber cuál es la razón por la cual un gobierno que se consideraba inviable hace pocas semanas, no lo sea ahora, con menos efectivos -menos cantidad de diputados para el bloque de izquierda- y una situación en Cataluña cada vez más complicada. Quizás el análisis no es solo político. Quizás las elites financieras, ahora sí dejen elegir libremente al pueblo. Lo cierto es que los próximos días van a ser trepidantes.

29/07/2016

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