El colectivo feminista Mumala, Mujeres de la Matria Latinoamericana, publicó datos actualizados del relevamiento que realizan en todo el país, y afirmaron que hubo 203 femicidios desde principios de año hasta el 30 de septiembre, lo que implica una víctima de violencia machista cada 32 horas.

Victoria Aguirre, coordinadora de esa organización en la ciudad de Buenos Aires, sostuvo en diálogo con que “el primer reclamo y fundamental es la falta de presupuesto”, porque “sabemos que los femicidios se combaten con políticas de prevención y de abordaje directo sobre las denuncias que hacen las víctimas y para eso necesitamos presupuesto”.

“El programa nacional que tiene a cargo el Instituto Nacional de las Mujeres (INAM) no se está llevando adelante porque el presupuesto que le dieron no es suficiente”, amplió la referente, y destacó que “desde el año pasado venimos denunciando que con 11,36 pesos por mujer no alcanza para nada, con eso no se puede prevenir nada”.

Mientras la organización feminista difundía el informe, el presidente Mauricio Macri lanzó ayer por Twitter una larga lista de anuncios sobre el tema con el argumento de que, según sus palabras, “las medidas de seguridad destinadas a proteger a las mujeres resultaron ser insuficientes”. 

Tales anuncios, además de recibir apoyos en la red social por parte de usuarios que pueden ser reales o también ficticios -como lo son muchos de los perfiles falsos creados por el gobierno para hacer propaganda en Twitter-, fueron repudiados por quienes señalaron el brutal contraste entre las nuevas promesas y la tremenda realidad, luego de casi cuatro años de gobierno macrista.

Victimarios, cercanos a las víctimas

Según el informe de Mumala, de los 203 casos relevados, 175 fueron femicidios a mujeres, otros 10 vinculados de niña o mujer, y 14 vinculados de niño o varón, 4 trans - travesticidios. Además, el trabajo registró 35 muertes que están en proceso de investigación, esperando autopsia y peritajes, y que podrían aumentar el número.

En cuanto a los vínculos, el relevamiento indica que el 40% de los femicidios fue cometido por la pareja de la víctima, el 28% por una ex pareja, el 10% por un familiar de la víctima, el 16% fue perpetrado por hombres conocidos del círculo íntimo de la víctima, y el 4% fue cometido por un hombre desconocido, sin vínculo ni relación.

Al analizar el lugar físico del femicidio, desde Mumala confirman que el domicilio propio “sigue siendo el lugar más inseguro”, ya que el 45% de los femicidios fueron perpetrados en la vivienda de la víctima.

Hay un 20% de femicidios en la vivienda compartida con el victimario, un 13% en la vía pública, un 8% en descampados, un 5% en la vivienda del agresor, un 3% en otra propiedad privada y un 2% en la vivienda de un familiar. 

Reclamo por la “emergencia”

“Ante la grave situación que atravesamos no se obtuvieron respuestas por parte del gobierno de Mauricio Macri, como así tampoco de las instituciones encargadas de ejecutar políticas públicas para abordar esta problemática”, indicaron desde el colectivo en un comunicado, y agregaron que le exigen “al Estado Nacional la declaración de Emergencia por violencia machista” porque es de “carácter urgente que se tomen medidas concretas y efectivas para la prevención, asistencia y erradicación de las violencias contra las mujeres e identidades disidentes”.

Aguirre, en su diálogo con este portal de noticias, explicó que “desde marzo presentamos en el Congreso la declaración de Emergencia, porque impacta directamente en la posibilidad del Ejecutivo de adicionar partidas a lo que tiene presupuestado con respecto al abordaje de las violencias machistas”.

Reclamó que se implemente “en todo el país la ley Micaela”, que es la que norma que “les da capacitación a las fuerzas de seguridad y a los otros organismos que intervienen en los procesos de denuncias de violencia de género”. Además, remarcó que se debe aumentar la cantidad de “refugios o casas donde las víctimas que denuncian puedan trasladarse por lo menos por un tiempo, porque es necesario que puedan alejarse de ese círculo de violencia”.

Otro aspecto que resaltó la militante feminista es la necesidad de que “los monitoreados sean los violentos”, ya que “el botón antipánico” que se les da a las víctimas “ayuda pero no sirve”, y destacó que se debe avanzar en el sistema de control y monitoreo a través de tobilleras a los agresores denunciados por violencia. 

El informe de Mumala relevó, sobre las formas en que fueron asesinadas las mujeres, que hubo un   26 % con arma de fuego, un 30% con arma blanca, el 13% por asfixia, un 8% fueron quemadas, y el 17% asesinadas a golpes.

“Con armas reglamentarias”

“Estamos pidiendo que nos informen sobre la ley de Desarme”, precisó Aguirre, al señalar que “del 26% de los femicidios que ocurren con armas de fuego, un 15% son con armas reglamentarias” de integrantes de fuerzas de seguridad o fuerzas armadas.

Además, “repudiamos los dichos de la ministra de Seguridad (Patricia Bullrich) que implicaban el ‘dispare y después pregunte’, porque si no, no se entiende ese 15% de asesinatos con armas reglamentarias”, agregó la referente, para luego sostener que consideran “preocupante la agresividad del Estado, y sobre todo de las fuerzas de seguridad, donde está todo permitido”.

En este sentido, el 7% de los femicidas pertenecía a alguna fuerza de seguridad, de estos el 60% era policía y el 25% militar retirado, el 7,5% policía retirado y el 7,5% militar activo. 

Para la militante de Mumala, un dato significativo es que “aumentó mucho la violencia hacia niñas y adolescentes”, ya que las “pibas de entre 0 y 15 años hoy están siendo muy violentadas y son víctimas de femicidios vinculados, cuando lo hacen para causarle un daño o un dolor a la madre, y eso nos preocupa”.

Sobre la edad de las víctimas, el relevamiento concluyó que el 10% tenía entre 0 y 12 años, el 1% entre 13 y 15 años; el 5% entre 16 y 18 años; el 47% entre 19 y 40 años; el 24% entre 41 y 60 años y el 9% tenía más de 60 años.

Entre los datos que surgen del informe y que grafican esta realidad, desde Mumala destacaron que 175 niños, niñas y adolescentes se quedaron sin madre, que un 17% de las mujeres que fueron víctimas de femicidio había denunciado a su agresor previamente, el 9% tenía restricción de contacto o perimetral y el 2% botón antipánico.

También expresaron que en el 36% de los casos víctima y victimario convivían, en el 6% la víctima fue abusada sexualmente, 5% estaba embarazada y 4% de las mujeres era migrante de otro país.

El tratamiento de los medios

En cuanto a la manera en que los medios de comunicación informan sobre los femicidios, Aguirre opinó que “sigue igual de mal”, porque “son muy pocos los y las periodistas que pueden tener una mirada con perspectiva de género, en cuanto a no revictimizar y dejar el morbo de lado”. 

“Hace tres semanas tuvimos cuatro femicidios de adolescentes en un fin de semana y fue un show el abordaje mediático que se le dio”, describió la referente de Mumala, y aseguró que “fue muy estigmatizante para las víctimas como para las familias”, 

Por último, explicó que los medios publicaron datos de “cómo estaba el cuerpo, las fotos de la víctima, otra vez volvieron discutir a si tenía un facebook o dos, o cómo estaba vestida”. Ello ocurrió “cuando pensábamos que habíamos superado eso y que habíamos entendido que la violencia de género no tiene que ver ni con cómo te vestís, ni con quién salís, ni con cuántos perfiles de facebook tenés, y tiene que ver con la desigualdad que existe en la sociedad y que los hombres se creen dueños de las mujeres”, concluyó Aguirre.