Argentina
30/09/2019

Elecciones y sindicalismo

La CGT avanza hacia la reunificación y busca protagonismo

La CGT avanza hacia la reunificación y busca protagonismo | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Los referentes de los principales sectores internos de la central obrera acordaron trabajar para lograr una conducción unificada este año o a comienzos del próximo. El rol del sindicalismo en un posible gobierno de Alberto Fernández. Definiciones sobre el Pacto Social. El ministerio de Trabajo.

Daniel Hernández

De Hugo Moyano y Sergio Palazzo a Héctor Daer, Armando Cavallieri y Omar Maturano. Los distintos sectores del sindicalismo peronista empezaron a tejer la unidad. El primer paso lo dieron el martes pasado, cuando una quincena de dirigentes se reunieron en la sede de UPCN en Buenos Aires para empezar a darle forma a la reunificación.

Pasaron casi dos años desde marzo de 2018, cuando Pablo Moyano dejó la secretaría gremial de la Confederación General del Trabajo (CGT) y se puso en marcha el Frente Sindical, en lo que fue el puntapié inicial de una división que recién ahora parece comenzar a cerrarse.

Si la unidad finalmente se concreta habrá una nueva conducción de la CGT en el congreso previsto para agosto de 2020. Sin embargo, participantes del encuentro dijeron a Va Con Firma que la elección de las nuevas autoridades puede adelantarse si las conversaciones llegan a buen puerto.  

Los protagonistas prefieren no hablar de plazos. Pero imaginan que los tiempos se acelerarán si Alberto Fernández resulta electo presidente el 27 de octubre próximo. Saben que la división les resta protagonismo, aún en un escenario que estiman más favorable que el actual. 

“La unidad no se construye de un día para el otro. Así como planteamos la necesidad de unir al campo popular e hicimos un camino para confluir junto a 19 organizaciones en el Frente de Todos, insistimos en la necesidad de unir al movimiento obrero. Vamos a darnos el tiempo que sea necesario para que esto ocurra”, dijo a Va Con Firma Omar Plaini, titular del gremio de Canillitas y vocero del encuentro de la semana pasada junto a Héctor Daer.

Pusieron primera

En la reunión que se realizó en UPCN participaron 15 de dirigentes de distintos sectores: “gordos”, “independientes”, “moyanistas”, Corriente Federal y Federación del Transporte. Algunos de ellos, fuertemente enfrentados entre sí hasta hace poco. 

Además de los nombrados anteriormente estuvieron en el cónclave Andrés Rodríguez (UPCN), Mario Manrique (mecánicos, en lugar de Ricardo Pignanelli), Antonio Caló (UOM), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Gerardo Martínez (UOCRA), Roberto Fernández (UTA), Juan Pablo Brey (Aeronavegantes), Rodolfo Daer (Alimentación), Omar Maturano (La Fraternidad) y Omar Durdos (SOMU). 

Todos, menos “barrionuevistas” y “macristas” (gremios que apoyaron abiertamente la gestión de Cambiemos). Según los voceros consultados por Va Con Firma estos sectores pueden ir sumándose paulatinamente, a lo largo de los próximos encuentros.

“Hay que limar matices, asperezas, diferencias”, dijo Andrés Rodríguez a Va Con Firma. El sindicalista, referente de los “independientes”, reconoció que las diferencias tiene que ver con el papel “que jugó cada uno” en el pasado reciente. Aunque también hay diferencias personales e “históricas”. 

“La reunión fue muy positiva, un primer paso, un reencuentro para volver a transitar el camino de la unidad. Lo importante es construir un consenso fuerte sobre qué queremos y cómo”, subrayó el dirigente estatal.

El factor Alberto

La nominación de Alberto Fernández como candidato del Frente de Todos allanó el camino para construir el nuevo escenario. A medida que su candidatura fue creciendo quienes inicialmente pusieron sus fichas en Roberto Lavagna las fueron retirando o quedando en minoría. 

En tanto, aquellos que apostaron por el macrismo, como el Uatre que supo conducir  Gerónimo Venegas, terminaron reducidos a una expresión marginal, entre los que puede contarse a remiseros, químicos, taxis y gas. 

Lanzada la campaña electoral para las PASO casi todos los sectores confluyeron en la candidatura del Frente de Todos, aunque con estrategias diferenciadas. Héctor Daer, uno de los triunviros que conduce la CGT y de relación personal con Fernández, escenificó la propuesta de Pacto Social hace dos semanas en Tucumán. Esto llevó a que se especule con su integración en un futuro gabinete como ministro de Trabajo. 

El moyanista Frente Sindical y la Corriente Federal que encabezan los bancarios asumieron un rol activo en la campaña, como así también en la denuncia de las políticas de la Casa Rosada. 

El camino, en este caso, incluyó hacerse lugar en la lista de legisladores del Frente de Todos, una forma de construir “poder propio” que esos sectores vienen transitando desde la última etapa del kirchnerismo. 

Sin embargo, a unos y otros les interesa dejar en claro que tienen “juego propio”. Así se encargaron de desmentir que Alberto Fernández haya sido el artífice de la reunión del martes, como interpretó buena parte de la prensa nacional. 

“Alberto no tuvo nada que ver con la reunión. Es un proceso nuestro. La última vez que hablé con él fue en una reunión en el gremio de la Sanidad. Hablamos de la necesidad de un reordenamiento de la CGT, pero no más que eso”, contó Rodríguez a Va Con Firma.

En tanto, Plaini dijo que “yo no hablé directamente con Alberto. Si hubo un pedido expreso de él para que nos unamos no lo puedo responder”. Y agregó: “Lo que está claro es que cualquier gobierno popular va a buscar la unidad del movimiento obrero, para tener más fortaleza y también un solo interlocutor”.

Pacto para vivir

“Pudimos analizar la situación política, económica y social, la gravedad de todo lo que está pasando y frente a lo cual coincidimos en la necesidad de un cambio en nuestro país, de que haya un gobierno popular que cambie el actual estado de cosas”, dijo Plaini al repasar la reunión.

El dirigente, alineado por Moyano, aseguró también que la prioridad pasa por "la defensa de los derechos de los trabajadores ante la grave crisis económico-social y política que provocó un gobierno que fracasó en su gestión". 

Una caracterización del gobierno de Mauricio Macri pero también una señal sobre la posición asumirá la CGT ante el próximo gobierno. Es que tanto Plaini como Rodríguez dejaron en claro que en la central obrera pretenden discutir las iniciativas del nuevo gobierno. 

Trabajan para que Alberto Fernández sea presidente y respaldarán a su gobierno pero no a libro cerrado. Ese es el perfil que mayonistas, aliados y una parte de la actual conducción de la central obrera imagina para la “nueva CGT” que empezó a nacer el martes.

Una muestra de ello es la cautela con que recibieron la propuesta de Pacto Social que hizo en candidato peronista. “El martes analizamos el tema del Pacto Social -reconoció Andrés Rodríguez-. Coincidimos en ver el cómo. Si se trata de parte de una política económica, puede ser útil un acuerdo social que incluya al empresariado. Pero hay que ver, todavía falta mucho”. 

Aún más cauto Plaini consideró que “lo primero que va a tener que evaluar el nuevo gobierno es el estado real de la situación y avanzar en la emergencia alimentaria. Social y ocupacional. La situación es dramática y habrá que ver cuál es el mejor camino para enfrentarla”. 

“Sobre un pacto social –prosiguió- entiendo que tiene que estar dentro de un modelo de desarrollo, de un modelo productivo, de un modelo de país, y no como una medida meramente coyuntural. Hay que ver cómo está el país cuando asuma el nuevo gobierno y cuál es el mejor camino en ese momento”. 

Cuándo y dónde

“No nos pusimos fechas, plazos, lo que queremos es avanzar. Hay un plazo que es agosto de 2020, cuando hay que elegir nuevas autoridades, pero si la cuestión está madura nada impide que convoquemos a un Congreso antes de esa fecha”, explica Andrés Rodríguez sobre los próximos pasos que dará la CGT.

“Las reuniones van a continuar y se van a ampliar para que estén contenidas las 220 organizaciones que formamos parte de la CGT. El próximo encuentro será en 10 o 15 días. Creo que a fin de este año o principios del que viene va a haber resultados concretos de esa unidad por la que estamos trabajando”, se entusiasma Plaini.

La mayor incógnita es cómo y cuándo se sumarán quienes no participaron del encuentro del martes. “La conducción de la CGT ya habla con todo ellos, con los gremios agrupados en la Federación del Transporte, de la Energía, con todos. La idea es ir sumando a los demás a lo largo de la reuniones para ir construyendo unidad”, explica Rodríguez. 

El resultado de las elecciones generales puede acelerar los tiempos. Si la victoria de Alberto Fernández es más contundente que en las PASO “barrionuevistas” y “macristas” verán achicarse su margen de maniobra, ya sea para esquivar el convite o para poner condiciones. Para el resto, la unidad avanzará más rápido. 

Juego de roles

La reunificación de la CGT tomó fuerza a partir de la posibilidad de un triunfo del Frente de Todos. Pero no fue el único factor. En la central obrera saben que, más allá de posicionamientos políticos e ideológicos, la continuidad de Mauricio Macri en la Casa Rosada los condena a la supervivencia.

Terminar con el macrismo supone salir de una posición defensivista, incluso para aquellos que se sienten cómodos siendo oficialismo. Una cosa es discutir “mejoras” en la ley, como ocurrió con la reforma laboral o puede suceder con la reforma previsional. Otra muy distintas es debatir la ley en sí. 

Pero la unidad también sirve para posicionarse ante el futuro gobierno. Ya sea para ocupar cargos ejecutivos o, directamente, para intentar incidir en las políticas de la futura administración. 

Gremios y dirigentes enrolados en el moyanismo o en la Corriente Federal que conduce Palazzo ya demostraron que abonan este último camino, en el que además coinciden con el mundo sindical que vive por fuera de la CGT, como las dos CTA. 

“La CGT no aspira a ocupar cargos ejecutivos y mucho menos en momentos tan delicados como estos”, advierte Andrés Rodríguez, quien reconoce que “sí aspiramos a que en el ministerio de Trabajo, en la Superintendencia de Salud y en todos los ámbitos que hacen al mundo del trabajo se designen funcionarios con buen diálogo con el movimiento obrero”. 

“Este no es el momento de discutir cargos ni lugares sino de buscar la unidad de la clase trabajadora para revertir todo el daño que sufrimos durante estos años”, considera Plaini, quien sin embargo imagina “al movimiento obrero con un rol central en la nueva etapa”.

“Somos los trabajadores los que generamos la riqueza. Tenemos los cuadros y la decisión política de estar en el Congreso o en cargos ejecutivos, pero eso lo determinará el próximo presidente”, concluye el dirigente. Una definición prudente. Y una caracterización de cara al 10 de diciembre.

29/07/2016

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