Silvia Saravia, coordinadora nacional del Movimiento Barrios de Pie, afirmó que “la crisis económica y los aumentos de precios se sienten muy fuerte en los barrios populares, donde la inflación es más alta que la media”, y reveló que “los alimentos aumentaron en promedio un 10%” solo durante el mes de agosto.

“La última medición que hicimos de la canasta básica alimentaria en agosto, cuando el Indec planteó que había una inflación del 4%, en los barrios los alimentos aumentaron en promedio un 10% según varias mediciones que hemos hecho en nuestro país”, describió en diálogo con , y agregó que “eso demuestra claramente que el impacto del aumento de los alimentos es siempre mucho mayor” en los sectores más pobres.

Razonó que “somos un país que produce alimentos y esos alimentos, en lugar de estar al alcance de quienes más lo necesitan, vemos que cada vez es más difícil poder consumir alimentos saludables como los lácteos por ejemplo”.

Saravia confirmó que la organización que ella integra está realizando un relevamiento de precios en el corriente mes, y comprobaron que la canasta “sigue aumentando a pesar de que se realizó la quita del IVA a los alimentos”. Precisó que esa medida “no terminó de compensar la suba que hubo y que va a seguir habiendo, porque observamos que los aumentos mayoristas van a tener impacto en estos días y se hace cada vez más difícil adquirir” lo necesario para preparar la comida.

El Movimiento Barrios de Pie lanzó hoy, con el nombre “La Pobreza No Puede Esperar”, la campaña que llevará adelante en 1.000 plazas, con el propósito de obtener donaciones de leche para 100.000 niños y niñas. Los productos serán recibidos de 10 a 15 horas en los lugares públicos donde se instalarán los puestos respectivos.

“Sostenemos 1.514 comedores y merenderos en 20 provincias, y cada día atendemos a más personas que se ven arrojadas a la necesidad de pedir un plato de comida o una copa de leche, por lo que en 1.000 plazas de esas 20 provincias vamos a llevar adelante esta campaña de visibilización, y buscando donaciones y la solidaridad de nuestro pueblo”, remarcó la militante social.

“Índice Nutricional” de niñas, niños y adolescentes

Sobre la Emergencia Alimentaria votada por el Congreso recientemente, sostuvo que “la ley todavía debe reglamentarse” y advirtió que “tiene muchos puntos sin cerrar, es muy amplia y solo puso el eje en el presupuesto”.

Lamentó que “se eliminaron un motón de propuestas que hicimos desde las organizaciones sobre la forma de producción de alimentos, y del fortalecimiento y de un seguimiento de las familias que tienen niños y niñas en situación de malnutrición”.

Barrios de Pie presentó la semana pasada, junto al Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci), los resultados del Indicador Barrial de Situación Nutricional. Para ese estudio fueron medidos y pesados 24.647 niños, niñas y adolescentes de 14 provincias distintas, y se comprobó que en las edades que van de 2 a 19 años, un 43% de ellos están en condiciones de malnutrición, mientras que entre los lactantes de 0 a 2 años, la malnutrición supera el 29%.

“Ese relevamiento tiene que ver con los niños y niñas y adolescentes que vienen a nuestros comedores, donde sigue apareciendo el problema de la malnutrición sobre todo”, dijo la coordinadora nacional de Barrios de Pie. “Hay una cantidad de niños de bajo peso y riesgo de bajo peso también importante que llega al 5%, pero en el conjunto de lo que detectamos como malnutrición estamos llegando casi al 44% de la población”, agregó.

Luego advirtió que “eso está directamente relacionado con lo que se come, y que los comedores comunitarios y escolares evidentemente no estamos teniendo los recursos suficientes para dar una alimentación de calidad, que es lo que le estamos reclamando a (el ministerio de) Desarrollo social”.

Consultada por la relación de su organización con el gobierno de Mauricio Macri y el ministerio que dirige Carolina Stanley, Saravia indicó que “diálogo siempre hubo, el problema son las respuestas concretas”.

“Estamos en una situación que recién ahora se está empezando a revertir, pero en muchos puntos del país llevábamos dos meses sin recibir leche en polvo, por ejemplo, atrasos de más de un mes en la entrega de alimentos, suspensión de los proyectos que tenían que ver con poder acercar alimentos frescos como un refuerzo de los merenderos”, describió la dirigente.

Recordó que “cuando tomamos la decisión de hacer los acampes estábamos en una situación de desesperación porque las pocas respuestas que dan desde Desarrollo Social de Nación estaban suspendidas”, hecho que calificó como “una locura frente a cómo se profundizó la situación de pobreza”.

La militante confirmó que el regreso de los movimientos a la protesta mediante acampes “no está descartada”, y que se encuentran en “alerta”, porque desde la semana pasada “empezaron a poner fechas de entrega de los alimentos, están entregando (solo) en algunos puntos”. Por esa razón están “esperando y viendo si efectivamente han tomado una decisión de resolver algunas cosas que son paliativos, que no son soluciones definitivas que ya no esperamos de este gobierno, pero que sí son necesarios para una situación de emergencia”, concluyó Saravia.