El coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, Luis Campos, analizó  el índice de desocupación del 10,6% informado esta semana por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Afirmó que “son números que no dejan de ser graves, pero al mismo tiempo no son sorpresivos” y consideró que “hay algunas variables que muestran peores situaciones”, como “el casi 36% de presión global sobre el mercado de trabajo”, el “aumento de la desocupación de los jefes de hogar y sus cónyuges”, y el hecho de que el tiempo que “se tarda en conseguir un trabajo es cada vez mayor”.

“Cuando uno mira el informe y desmenuza los datos, lo que surge es que este 10,6% no es el peor dato”, indicó Campos a , y explicó que “por un lado creció muchísimo la presión global sobre el mercado de trabajo”, ya que “es de casi el 36% de la población económicamente activa”.

Y agregó que “si uno traspola esto al total nacional, estamos hablando aproximadamente de 6 millones de personas que están en esta situación”, lo cual “resulta más grave que el 10,6% de desocupación, que ya de por sí es un mal dato”.

El abogado e investigador en temas sociales detalló que “la presión global sobre el mercado de trabajo pasó del 31,9% al 35,9%”, y precisó que ese índice “suma a los desocupados, los ocupados plenos que demandan trabajo, y los ocupados que no demandan pero están disponibles a trabajar más”. Destacó luego que el incremento “se produce porque en los últimos años crecieron los empleos precarizados y se produjo una caída muy fuerte en el poder adquisitivo, y estar ocupado no garantiza niveles mínimos de subsistencia”.

“No se puede separar ese incremento de la presión sobre el mercado de trabajo de, por ejemplo, la caída salarial, porque frente a caídas salariales que en los últimos cuatro años rondan  entre el 15% y el 20% en términos reales, en muchos grupos familiares tener un solo ingreso ya no alcanza para sostener el presupuesto familiar, entonces otros miembros de la familia tienen que salir a hacer la tarea que sea para tener algún ingreso”, destacó Campos.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos informó los datos del mercado de trabajo correspondientes al segundo trimestre de 2019, los cuales arrojaron una tasa de desocupación del 10,6%, que implica que más de dos millones de personas en todo el país no tienen empleo. Ese  número representa el nivel más elevado en catorce años.

El segundo dato que evaluó Campos es que una parte del mayor desempleo este año “se explica por un aumento de la desocupación de los jefes de hogar y sus cónyuges”, ya que entre ambos pasaron de representar el 42,1% del total de desocupados un año atrás, al 47,6% en la actualidad. “Esto también es grave porque da cuenta que la desocupación está llegando a aquellas personas que suelen ser las encargadas de garantizar el sustento principal de los hogares”, analizó. 

En cuanto al tiempo que dura el estado de desocupación, el especialista de la CTA Autónoma dijo que “se va prolongando cada vez más”, porque según al Indec “el 36,2% de los desocupados está buscando trabajo hace más de un año, frente al 31,7% de un año atrás”.

“El tiempo en el cual se tarda en conseguir un trabajo es cada vez mayor”, y eso “es un indicador de que la situación se está agravando”, graficó.

El organismo estatal informó también que dentro de los ocupados, quienes más crecen son los trabajadores por cuenta propia que pasaron del 21,3% del total al 21,8% este año. 

“Tiene que ver con un crecimiento de la precarización laboral que hace que más personas estén tratando de hacer lo que sea, lo que puedan”, indicó y sostuvo que cuando “un trabajador que se queda sin trabajo y tiene que salir a hacer alguna changa, para hacer esa changa se lleva al hijo para que le dé una mano; y para las estadísticas del Indec, si ese trabajador y su hijo empiezan a hacer changas aparece como un crecimiento de la ocupación porque antes había un trabajador asalariado y un inactivo, y ahora hay dos cuentapropistas”.

Para el coordinador del Observatorio de Derechos Social, “en el último año y medio hay una caída muy fuerte de los asalariados registrados en el sector privado, y si uno se guía por esa caída tendría que esperar un crecimiento de la tasa de desocupación mayor a ese 10,6%”. Aclaró que “esto no sucede porque esos trabajadores despedidos se reinsertan en el trabajo laboral de la manera que pueden, con trabajos más precarios, de cuenta propia, entre otros”.

Para ejemplificar esta situación, describió que entre el primer trimestre de 2016 y el primero del 2019, y siempre en base a datos del Indec, no se registró ningún puesto de trabajo registrado en el sector privado, a pesar de que se crearon aproximadamente 950 mil puestos laborales. Pero ocurre que “el 50% son trabajadores por cuenta propia, el 40% son asalariados no registrados y el 10% son asalariados en el sector público”. 

Otros datos que se desprenden del informe del Instituto de Estadísticas y Censos es que los grupos más afectados por la falta de trabajo siguen siendo las mujeres y los jóvenes. La mayor tasa de desempleo se produce en las mujeres de hasta 29 años, con un 23,4%.

En cuanto a las zonas geográficas y poblacionales, los niveles más altos de desocupación se dan en las ciudades de Mar del Plata, que encabeza con el 13,4%; luego Córdoba, con 13,1%; Gran Buenos Aires 12,7%; y Salta 12,7%. 

En la otra punta, los registros de desempleo más bajos se registraron en Resistencia (Chaco), con solo un 2%, San Juan con 2,3% y Posadas 2,9%.