Luego de haber presentado más de 10 proyectos en el Congreso, con manifestaciones y acampes de las organizaciones sociales más la presión de sectores de la iglesia católica y otras religiones, intendentes, gobernadores y sindicatos, la oposición logró aprobar en la Cámara de Diputados el proyecto para la prórroga de la Emergencia Alimentaria hasta el 31 de diciembre de 2022. Luego de tres horas de debate, la sanción obtuvo 222 votos a favor, incluído el oficialismo, y una abstención. Ahora pasa a consideración del Senado.

En el cierre de los discursos de los presidentes de bloque, el titular de la bancada del Frente para la Victoria-PJ (FpV), Agustín Rossi, destacó que “la cuestión del hambre para nosotros no es una cuestión de política electoral” sino que “es una cuestión humanitaria”, porque “la cara más cruel de la crisis es la de los que menos tienen, que son los que menos pueden defenderse”.

“Estamos dando una respuesta por parte del Estado a una demanda creciente que ha sido solicitada por diferentes sectores sociales”, indicó el diputado, para luego remarcar que “cuesta encontrar una demanda tan unánime” que provino de los intendentes, los gobernadores, la CGT, las organizaciones sociales, y también de referntes de la Iglesia Católica.

El jefe legislativo del FPV destacó el trabajo de las organizaciones sociales, que “le han hecho bien a la Argentina”, y criticó al gobierno porque la Emergencia Alimentaria la “podría haber resuelto el gobierno y no lo quiso hacer”, aunque a la vez reconoció el hecho de que “el oficialismo esté acompañando” la ley.

“Los problemas sociales no se resuelven con políticas sociales, se resuelven con políticas económicas”, enfatizó. “Estos son paliativos para la emergencia pero estamos convencidos de que se resuelve el problema cuando la Argentina retome el crecimiento”, completó Rossi. 

La propuesta legislativa, que pasó a la Cámara de Senadores para su consideración, fija una prórroga de la Emergencia Alimentaria Nacional dispuesta por el decreto 108 del año 2002, y establece un incremento de emergencia como mínimo del 50% de los créditos presupuestarios vigentes este año correspondientes a políticas públicas nacionales de alimentación y nutrición.

Además, le da la facultad al Poder Ejecutivo para que realice una actualización trimestral de estas partidas presupuestarias, tomando como referencia el incremento del rubro alimentos y bebidas no alcohólicas en la inflación así como la variación de la canasta básica alimentaria, medidas por el Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos).

El último orador, como representante de Cambiemos, fue el presidente del interbloque oficialista, Mario Negri. El diputado celebró la forma de “cómo ha transcurrido” la sesión y destacó que el conjunto de los diputados estuvieron “a la altura de las circunstancias de cara a la sociedad”, porque “si hay incertidumbre económica no hay que sumarle incertidumbre política”, argumentó.

Justificó que el gobierno no haya decretado la prórroga de la Emergencia Alimentaria través de un Decreto de Necesidad y Urgencia porque les “parecía adecuado que esa decisión la tome el Congreso”, y no que en “el medio de un proceso electoral corto, complejo y disruptivo como el que vive la Argentina” se “resuelva únicamente por el Ejecutivo”.

Discursos durante la sesión

El debate, que duró algo más de tres horas y transcurrió sin mayores discusiones, lo inició el diputado Daniel Arroyo, del bloque Red por Argentina (ahora integrado al Frente de Todos) y ex viceministro de Desarrollo Social del gobierno de Néstor Kirchner. En su intervención, explicó que se trata de un proyecto para “ayudar a ponerle un piso a la caída social” porque “es evidente que hay un problema de hambre y de malnutrición en la Argentina”.

“La situación es compleja y delicada, hemos retrocedido cinco escalones y tenemos que atender lo básico, que haya alimentos en los comedores y los merenderos”, definió el el legislador, y remarcó que “vamos a aprobar una ley que es lo mínimo de lo mínimo que necesita nuestro país”.

Héctor “Toty” Flores, diputado de la Coalición Cívica-Cambiemos, fue uno de los oficialistas que defendió al gobierno y planteó que a pesar de que no coincidían con “con la magnitud” del diagnóstico que hacía la oposición, “es necesario acompañar a la gente que está sufriendo luego de la crisis cambiaria del año pasado y la crisis post PASO”.

Luego elogió el incremento por parte del gobierno de las partidas para la Asignación Universal por Hijo, “el aumento salario mínimo” y las medidas de “IVA cero”, como “parte de la política para desarrollar propuestas para los sectores que sufren las consecuencias de la inflación”.

Y citó al fallecido gremialista Gerónimo “Momo” Venegas, quien decía que “la Argentina sale de la crisis trabajando”, tras lo cual habló de salir “del país de la confrontación para encontrar ese camino de la paz”, expresó Flores.

Leonardo Grosso, del bloque del Movimiento Evita, criticó al candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Miguel Pichetto, quien había declarado que Argentina “no es Biafra” en cuanto a la magnitud del hambre que sufre parte de la población. El diputado planteó que “el senador tiene razón, esto no es Biafra, esto es la Argentina de Mauricio Macri y de Cambiemos”.

La diputada Cecilia Moreau, del Frente Renovador y ahora integrante del Frente de Todos, sostuvo que “el hambre se ha agravado como nunca en estos tres años y medio, hay cada vez más desigualdad”. Destacó que “la más grave tiene que ver con que hay muy poquititos, casi siempre los mismos, que tienen cada vez más”, y por otro lado “creció el número de familias en situación de calle, se multiplica la concurrencia a merenderos y el Estado está ausente o es ineficiente”.

Por el lado de la izquierda, el legislador Nicolás Del Caño pidió que “no nos engañemos”, porque “lo que se va a pagar este año de intereses de la deuda equivale a 40 veces las políticas alimentarias en Argentina”, tras lo cual definió que “hay algo que no cierra para las mayorías populares”.

Una abstención

Al momento de votarse el proyecto, había 223 diputados presentes. De ese total, hubo una abstención y los otros 222 se pronunciaron a favor, incluidos el recién mencionado Del Caño (bloque PTS-Frente de Izquierda) y Romina del Pla (bloque Frente de Izquierda y de los Trabajadores), quienes actualmente son candidatos a presidente y vicepresidenta, respectivamente, por el Frente de Izquierda y los Trabajadores-Unidad (FIT-U).

La única diputada que se abstuvo de apoyar la ley proviene de un espacio ideológico similar a los dos anteriores: Mónica Schlotthauer, que integra un bloque unipersonal llamado “Izquierda Socialista-Frente de Izquierda”.

 Sesión legislativa y afuera el reclamo popular