Luego de meses de protestas de los movimientos populares y organizaciones sociales, de la presión de sectores de la iglesia y de fuerzas políticas contrarias al oficialismo, el pedido de la sanción de una Emergencia Alimentaria en la Argentina parece tener forma concreta y este jueves se discutirá en el Congreso de la Nación, en una sesión extraordinaria convocada por legisladores opositores.

Agustín Rossi, presidente de la bancada de diputados del Frente para la Victoria-OJ (FpV-PJ), confirmó que estuvieron “trabajando durante todo el fin de semana, dialogando con todos los bloques opositores y estaremos planteando la presentación de un proyecto único para hacer la sesión especial y que se sancione”. 

“Creemos que el gobierno tenía por sí todas las herramientas para decretar la Emergencia Alimentaria y generar mejores condiciones para el conjunto de los sectores más necesitados producto de la política económica, y no lo hace; así que iremos a una sesión donde plantearemos esta idea”, expresó Rossi en declaraciones radiales.

Fernanda Vallejos, diputada que también integra la bancada del FpV, informó a última hora de ayer en su cuenta de Twitter que solicitaron realizar la mencionada sesión el jueves de esta semana. 

Además, la legisladora agradeció la “generosidad” del monseñor Fernando Maletti, de la Pastoral Social de la Iglesia, así como del Grupo de Curas en Opción por los Pobres, de las organizaciones sociales y de Juan Grabois, según puntualizó, “porque nos nutrieron con su mirada” para elaborar el proyecto y “sobre todo por alumbrarnos con su lucha permanente”.

El tema también fue tratado ayer por una representación de la CGT encabezada por los dos secretarios generales, Héctor Daer y Carlos Acuña, durante una reunión con los ministros de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y de Producción y Trabajo, Dante Sica. 

Los gremialistas reclamaron en la misma dirección que el proyecto que se tratará en el Parlamento, mientras Stanley dejó en claro que “la Emergencia Alimentaria depende del Congreso de la Nación y es en ese marco que se va a tratar”, descartando así que el Ejecutivo avance mediante un decreto en la medida.

La cúpula cegetista le había exigido al gobierno mediante una carta que “es obligación primaria, indelegable y constitutiva del Estado garantizar la alimentación y nutrición adecuadas de la población”, además de remarcar que “la crisis económica que estalló en las últimas semanas no hizo más que agudizar la grave situación social”.

Proyecto opositor, respuestas del oficialismo

Para Agustín Rossi, “no habrá muchos diputados que quieran volver a sus provincias plantando que se negaron al tratamiento de una ley de Emergencia Alimentaria que lo que hace es darle herramientas administrativas” al Estado, y en ese marco se preguntó “por qué no le dicen al gobierno que lo decrete”, en el caso de que no lo haga, “que le digan que no en el recinto”.

Según explicó el legislador, el proyecto busca darle al ministerio de Desarrollo Social y a la Jefatura de Gabinete las herramientas administrativas para que “tanto la compra de alimentos como la gestión para que lleguen a los comedores, a las intendencias y a las provincias, sea lo más ágil posible, lo más potente y transparente posible”. 

Desde el gobierno hubo varias respuestas dispersas sobre el tema, entre ellas la del secretario (antes ministro) de Cultura, Pablo Avelluto, quien dijo la semana pasada que la Emergencia Alimentaria “parece un eslogan de campaña”; o lo que expresó ayer el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, quien planteó que “se trata de una cuestión muy delicada y no debiera hacerse política con eso”.

El responsable de la política educativa sostuvo que “hay que tener en cuenta que la ley” de Emergencia Social “votada en el año de 2016 establece todo tipo de herramientas para las situaciones como las que estamos viviendo, y de hecho la ministra Stanley está trabajando en eso”. 

Vallejos, la diputada kirchnerista antes citada, se preguntó por su parte “cómo puede ser que Mauricio Macri llame a hablar con la verdad y luego funcionarios declaren que la emergencia alimentaria es un eslogan de campaña”. Remarcó además que la ONU en 2018 “había indicado que 14 millones de argentinos no podían asegurar su alimentación”, y que la Universidad Católica Argentina (UCA) registró que “uno de cada tres niños sufre hambre en nuestro país”.

“Tengo la triste impresión de que quien continúa en modo campaña es, lamentablemente, el gobierno”, agregó la economista y legisladora, para luego destacar que “la emergencia alimentaria no es un eslogan” sino que “es una necesidad de nuestro pueblo”.

El miércoles pasado, diputados de la oposición, entre ellos del Frente para la Victoria, Consenso Federal, Movimiento Evita, Frente Renovador, Red por Argentina y Somos, se reunieron en el Congreso con representantes de los movimientos sociales para avanzar en el tratamiento de esta ley.

El secretario general de la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular), Esteban Castro, dijo después del encuentro que “los movimientos populares fuimos al Congreso Nacional a pedirle a nuestros legisladores y legisladoras que traten y aprueben en forma urgente los proyectos de ley sobre Emergencia Alimentaria que tienen estado parlamentario”,.

El dirigente agregó “esto se potencia con la angustia que genera la inflación, la inestabilidad económica y la vulnerabilidad institucional de nuestro país, con un gobierno que no ofrece respuestas ni siquiera para los reclamos más urgentes”.