Un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda indagó sobre lo que costaría financiar los medicamentos gratis para los jubilados de PAMI, y verificó que los 24.000 millones de pesos que costaría llevar adelante esta medida equivalen a 10 días de los intereses que paga el Banco Central por la colocación de Leliqs (Letras de Liquidez), que son títulos financieros con los cuales los bancos aumentan su rentabilidad muy por encima de la inflación.

El candidato a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández, prometió esta semana que si resulta elegido va a brindarle remedios gratuitos a los jubilados. A partir de ese anuncio, el Observatorio de Políticas Públicas de la Undav realizó el cálculo de lo que implica “llevar adelante una política de subsidio a los medicamentos”, tomando como base a los 5.262.281 jubilados y 1.662.363 pensionados, y vinculando también los 1.600 millones de pesos que gastan los jubilados en el copago de los medicamentos.

“De esta forma, el total del costo a precios actuales asciende a aproximadamente 24.900 millones de pesos, lo cual significa el 12.5% del presupuesto del PAMI y solo el 0,7% del presupuesto nacional de 2019, previo a las ampliaciones”, explican desde Undav.

Aclaran luego que el valor que invierte el gobierno actualmente es del 0,1%, por lo cual el incremento que debería propiciarse “es significativo, pero no deja de ser un gasto posible de realizar si se obra de manera eficiente, haciendo los reacomodamientos presupuestarios que sean necesarios”.

Desde Undav indicaron que el costo actual de las Leliqs del Banco Central de la República Argentina es de aproximadamente 680.573 millones de pesos, y de 1.864 millones de pesos diarios. En base a esos datos, estimaron que “la necesidad económica que requeriría esta nueva medida (de remedios gratuitos para jubilados) son nada más que aproximadamente 10 días en pagos de intereses”.

“Dicho de otra manera, el gasto que actualmente conlleva el pago de intereses por las Leliq es 34 veces mayor al que podría implicar el aumento del gasto para los medicamentos”, concluyeron.

Como ejemplo de una solución a este problema, en el informe explican que las Leliq “cumplen el mismo rol que los encajes bancarios” pero “tienen 24 puntos de interés” más, ya que la tasa de las Leliq es del 59% anual y la de los encajes es del 45%. (N. de la R.: “encaje” son los depósitos que los bancos reciben pero no pueden prestar, como forma de garantizar su solvencia).

“Es por esto que si se remplazan los 1,2 billones de pesos en stock de Leliq por los encajes bancarios, se incurriría en un ahorro anual de 161.491 millones de pesos”, por la diferencia del costo de los intereses, explicaron los autores de la investigación académica.

Remarcaron además que sería un “reemplazo que sin dudas significaría una caída en las ganancias de los bancos, pero que teniendo en cuenta que es uno de los pocos sectores que no sufrió la crisis, sino que fue uno de los beneficiados de la actual política monetaria; resulta bastante lógico”.

Precio de los medicamentos

En el informe también abordaron la inflación que sufrió el segmento de los medicamentos, donde en tres años se registró “un incremento del orden del 269,9%”. El estudio puntualiza que ello implica “un alza de más de 60 puntos porcentuales de diferencia respecto del avance que registró la inflación promedio en el mismo período”.

Como ejemplos de esta disparada en los precios, nombraron los medicamentos para las tiroides, que subieron un 556%; en los ansiolíticos un 450%; los analgésicos antiespasmódicos un 437%; y en broncodilatadores 430% de aumento.

“El incremento de precios por sobre el avance en el nivel de ingresos determinó que el poder de compra de una canasta representativa de medicamentos cayera un 39,5% en relación al salario mínimo y 34,5% respecto a la jubilación mínima”, completó el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda.