Un reciente relevamiento de precios que realizó el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) registró que la canasta turística promedio presenta un incremento del 67% respecto a 2018, lo que representa un porcentaje casi 10 puntos superior a la variación que ha tenido en el mismo período el nivel general de precios.

“En una apertura por nicho de poder adquisitivo, se advierte que las canastas de vacaciones más austeras son las que registran un mayor incremento, con una suba del 70% promedio”, indican los autores del trabajo. A su vez, comprobaron una suba “del 67,2% en la canasta selectiva y del 64,4% en el segmento premium”.

En el informe construyeron esas tres canastas diferenciadas, que representan los gastos que podría enfrentar una familia tipo. Realizando un promedio entre lo que saldría ir a Bariloche, Córdoba y Mendoza, registran que el precio estimado de la canasta vacacional de invierno para el segmento “gasolero” alcanza los 50.936 pesos, equivalente a 70% más que en 2018, y a 326% más respecto de 2015.

En el caso del segmento “selectivo” o medio, el promedio de gasto para los tres destinos sería de 58.595 pesos, lo que representa un aumento de 67,2% sobre el año pasado y de 288,6% respecto de hace cuatro.

El segmento premium gastaría 60.176 pesos, lo que equivale a un 64,4% más que en 2018 y un 271,7% más que en 2015.

“El turismo interior en temporada invernal es uno de los principales motores de diversas economías regionales, y entre los factores que influyen sobre los flujos turísticos en el corto plazo, se destaca en primer lugar la relación entre precios internos y salarios”, analizaron los economistas del Observatorio universitario.

Y destacaron que “la coyuntura macroeconómica actual genera externalidades negativas sobre la dinámica del turismo interno”, por lo que los “años 2018 y 2019 se presentan esquivos para el consumo doméstico, producto de salarios nominales creciendo por debajo del nivel de inflación general”.

Otro factor relevante que incorpora el informe es el precio de los combustibles, los cuales “sufrieron una escalada desde la asunción de la nueva administración, en diciembre de 2015, luego de la política de dolarización de la energía”. Ese dato se evidencia en los incrementos promedio del 65,2% comparado con 10 meses atrás, donde el gasoil es el que más aumentó, con un 74%. 

Cuando en el informe analizan los rubros de entretenimiento invernal “no turístico”, es decir los habituales en familias que no salen de vacaciones. Allí registran alzas pronunciadas respecto del año pasado, por ejemplo que los espectáculos musicales aumentaron un 75% promedio, una cena en un restaurante 68%, el cine que subió un 59%, el teatro un 61% y los espectáculos deportivos 50% de aumento.

En términos de poder adquisitivo, el valor monetario de la canasta turística implicaba en 2015 un peso del 110% sobre el sueldo promedio del segmento registrado. Pero en contraste, en 2018 esta misma canasta pasó a tener una incidencia del 119%, mientras que en la actualidad ya pesa un 145% de esa referencia salarial.

En cuanto al análisis de los establecimientos hoteleros, el relevamiento de Undav arrojó que más del 20% “cerraron o piensan hacerlo”, y el informe destaca que “si se adicionan aquellos que decidieron abrir solo en temporada, se llega a un porcentaje superior al 50% del total de hoteles encuestados”.

El estudio aclara que el escenario económico “determinó la reducción de los márgenes empresarios que, si bien se han mantenido respecto del año pasado, se encuentran por debajo de las temporadas previas”, precisó el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda.