Argentina se convirtió en el país emergente que más deuda emitió desde la llegada de Macri al poder. Durante los primeros dos años de gestión, el gobierno argentino se endeudó en 42.000 millones de dólares y así se consolidó como el país con mayor emisión soberana entre 2016 y 2017.

Durante el día de ayer, el presidente Macri pronunció un discurso con el ojo puesto en la creciente deuda y en la reducción del gasto público. Durante un acto realizado en el Parque Eólico Rawson, de la provincia de Chubut, pidió “austeridad” a las provincias sosteniendo que “cada uno de nosotros tenemos que garantizarnos vivir con los recursos que tenemos hoy.”

Retomando el mismo discurso que el año anterior, Macri enfatizó que "esto se hace trabajando en equipo, con transparencia, diciéndonos la verdad, apostando a la cultura del trabajo, del esfuerzo personal, de la austeridad y del cuidado de los recursos".

Cabe recordar, que, en octubre de 2017, luego de las elecciones legislativas, el presidente manifestó que había que “seguir tomando deuda mientras haya déficit". "Tenemos un compromiso central que es reducir la pobreza. Y el primer camino es bajar la inflación. Si uno no va a financiar el déficit con inflación, lo tiene que financiar con deuda", subrayaba Macri en conferencia de prensa en la Casa Rosada, al momento de iniciar la etapa de “reformismo permanente”.

En ese momento también, Marco Peña señalaba que el 2018 iba a ser el año con “mayor inversión social” en la historia de nuestro país. Declaraciones que, luego de ser enviado por el Poder Ejecutivo y aprobado por el Parlamento, el presupuesto y la reforma previsional, ya perdió a tres días del inicio del nuevo año, todo tipo de veracidad.

El gobierno tiene en carpeta para el inicio del año la reforma laboral, que planea aprobar en sesiones extraordinarias, previstas para convocarse en febrero. También el polémico acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, que parece dilatado por presiones agrícolas en Francia y Alemania. Además, desde el Ejecutivo parecen decididos a intentar nuevamente avanzar en una reforma electoral.