La titular de la Correpi (Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional), María del Carmen Verdú, afirmó que el operativo policial montado el lunes y que derivó en 80 detenidos y más de 60 heridos, “fue un operativo cuidadosamente preparado para completar lo que ya venía sucediendo desde la semana anterior con la represión en la movilización contra la Organización Mundial de Comercio (OMC) del martes y contra la misma reforma previsional del jueves”.

Agregó que es “una muestra clara de que esto se convierte en el modus operandi del gobierno de Cambiemos a partir de haber visto reforzada su legitimidad después del resultado electoral de octubre”.

El presidente de la Nación, Mauricio Macri, brindó ayer una conferencia de prensa donde, entre otras cosas, destacó que lo que ocurrió en las calles fue producto de “una violencia orquestada que vamos a enfrentar junto con la Justicia”.

“Doy por descontado que hubo una violencia orquestada por el aparato estatal contra los trabajadores y trabajadoras que se movilizaron”, sostuvo Verdú en diálogo con sobre los dichos del presidente, y agregó que “cómo no va a ser organizada, orquestada y premeditada si estamos hablando de una fuerza de seguridad que dirige el gobierno nacional o de la ciudad, según si hablamos de las fuerzas federales o de la ciudad”.

Verdú destacó que “ya tenemos dos muertos como consecuencia de la represión a la protesta y como lo demuestra el archivo de casos de Correpi que vamos a presentar el viernes en Plaza de Mayo, los distintos hechos de represión con las distintas modalidades del gobierno de Cambiemos; gatillo fácil, muertes en lugares de detención y desapariciones; nos están costando más de una vida por día”.

Para la titular de Correpi, “cuando comenzó el gobierno de Cambiemos” advertimos que “había un rasgo diferencial por primera vez en la historia desde 1983” y es que “el aparato represivo federal, de la provincia de Buenos Aires y de la ciudad de Buenos Aires estaba conducido por la misma fuerza política”.

“Dijimos que era grave, sobre todo teniendo en cuenta las características de esta fuerza política”, remató.

La abogada describió que como consecuencia del operativo de seguridad el día martes en la protesta contra la reunión de la OMC, y el jueves por la movilización contra la reforma previsional, “en total superaron los 50 detenidos en las dos jornadas” mientras que el lunes, hubo “más de 80 detenidos” que ya fueron liberados, aunque “en todos los casos hubo imputación penal por delitos federales”.

En cuanto al fallo de la jueza Patricia López Vergara que había ordenado al gobierno porteño que los agentes que participasen del operativo de seguridad en torno al Congreso Nacional “no podrán utilizar armas de fuego” y que “las balas de goma y gases lacrimógenos sólo podrán ser utilizados como último recurso y a una distancia que minimice las consecuencias para los manifestantes”; la titular de Correpi aseguró que “por supuesto Macri dijo en la conferencia de prensa que fue el último recurso” que tenían.

Se refirió a la controversia que genera la afirmación de que no usaron “armas letales”;  ya  que desde Correpi se preguntan “qué es un arma letal” porque hay “tres compañeros que perdieron un ojo por los disparos de la postas de goma a corta distancia; y esas mismas postas a corta distancia pueden causar la muerte”.

Sobre las denuncias de que en las marchas había infiltrados, para Verdú “hay que ser muy cuidadoso” con este tema, ya que por ejemplo “hay un comunicado de un sindicato diciendo que la persona que aparece en una foto tirando piedras, y en otra foto en una actitud que no se sabe si está auxiliando a un policía caído o si se está desprendiendo para escapar, es un afiliado de ellos por el cual responden”.

“El problema de esta teoría de que todos los que tiran piedras son infiltrados es que estigmatiza una forma de lucha que algunos sectores de la clase trabajadora reivindican como acción directa, uno puede compartirlo o no, o tener una posición contraria; pero lo cierto es que así se defienden los laburantes”, resumió.