“Las cifras del Indec vienen a corroborar una tendencia que venimos viendo a lo largo de todo el 2016 y lo que vemos es un incremento de la tasa de desocupación en la Argentina; lamentablemente por la interrupción de la serie estadística no tenemos el dato del mismo período del año 2015, lo que nos impide una comparación estricta”, explicó Fernanda Vallejos sobre los datos de desocupación que publicó el Indec.

La ex integrante del ministerio de Economía del gobierno de Cristina Kirchner afirmó que “el Indec informa una tasa de desempleo del 7,6% para el último trimestre de 2016, que está unos 0,7 puntos porcentuales por encima del mismo período del año 2014”, por lo que supone que “por la evolución de la actividad económica del 2015 la tasa de desocupación estaba en baja, y por lo tanto fue inferior a la del 2014; que no fue un buen año para la economía argentina por la devaluación del mes de enero”.

Según publicó el organismo oficial de estadísticas y censos, Argentina finalizó 2016 con 1,5 millones de personas desocupadas y 4,3 millones con problemas de empleo. El desempleo cerró el cuarto trimestre del año pasado en 7,6%, con una caída de casi un punto en la tasa de desocupación respecto del tercer trimestre de 2016, cuando marcó 8,5%.

Para Vallejos, la pretensión del gobierno de presentar ésta caída en el último trimestre como un signo favorable “es muy poco serio, y en términos estadísticos y económicos es un zafarrancho que no se puede ni siquiera considerar un artilugio, porque obviamente no se pueden comparar períodos diferentes, no dice absolutamente nada”.

“Lo que podemos saber es que la situación del mercado de trabajo ha empeorado a lo largo de todo el año 2016 cualquiera sea el período que consideremos con respecto a la situación que existía en el país un año anterior cuando había otro gobierno”, sentenció y agregó que “lo demás es una especie de manotazo de ahogado de un gobierno que no puede exhibir ningún resultado positivo de sus políticas económicas y busca estrangular las estadísticas para decir algo bueno que no se verifica en la realidad”.

Para apoyar éste argumento la economista presenta los datos que publica el ministerio de Trabajo de la Nación en base a los números del Sistema Integrado Provisional Argentino, en los tres meses que componen el último trimestre del 2016, donde “hubo un empeoramiento de la situación del mercado de trabajo”.

Ésta información indica que en octubre el Indec informó que la actividad económica cayó un 4,4%, y el ministerio de Trabajo informó un retroceso del 1,5% en el empleo; para noviembre el Indec publicó un caída de la actividad del 1,4% y Trabajo un empeoramiento en el mercado laboral del 1,1%; y en diciembre la caída de la economía fue del 0,1%, y la del empleo 0,7%.

“Por lo tanto, el propio ministerio de Trabajo desmiente estas intentonas de quienes operan como voceros del gobierno frente a los medios”, concluyó Vallejos.

“Hay una relación entre los niveles de actividad económica y las tasas de desocupación que es una relación inversa; cuando la economía se expande la desocupación desciende y viceversa”, continuó y agregó que “cuando la economía está en recesión como en todo el año 2016, la tasa de desocupación crece”.

Sobre una posible mejora en la economía que quiere presentar el gobierno de Macri con ésta información, la economista destacó que “si no hay un rectificación de la política económica sería caer en una especie de pensamiento mágico hablar de posibilidades de mejora”.

Y describió que “el gobierno y las grandes empresas afines coinciden en anclar sus expectativas en un supuesto repunte de la economía brasilera que está atravesando la peor crisis en décadas, y al igual que en el caso de la Argentina hasta el FMI corrige a la baja al perspectiva para el 2017 por lo que no tiene fundamento en la realidad”.

“Y el otro argumento es que mejoraría el consumo por efecto de una mejora del salario real de los trabajadores, pero ya vemos lo que está sucediendo en el 2017 que con sólo los datos oficiales tenemos al día una inflación anualizada que orilla el 25% mientras que el gobierno intenta imponer un 17% y ya se perdieron 10 puntos en el poder adquisitivo el año pasado; lo cual hace imposible la recuperación del consumo, que implica aproximadamente el 70% de nuestro PBI”.