“Haremos lo que tengamos que hacer para frenar esta locura que está pasando en la Argentina, que es un canibalismo impulsado por los CEO para beneficiar a sus patrones; porque Shell, Monsanto, los bancos, el sector agroexportador y el minero son los que se vieron beneficiados con estas medidas” explicó Leo Bilanski, referente de la asociación de empresarios que se presentó formalmente ayer en la Ciudad de Buenos Aires para contar una representación política a nivel nacional.

El Movimiento de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino representa “la voz de las empresas que viven del mercado interno y están sufriendo la caída de la demanda, el brutal aumento de los servicios públicos y de los insumos, una apertura de importaciones indiscriminada que está generando una competencia desleal en casi todos los sectores industriales y que no tiene recepción en los funcionarios cuando los planteos se realizan de manera individual”, aclaró Bilanski.

Conforman la asociación empresarios nacionales metalúrgicos, de la construcción, textil, industrial, comerciantes, del software, cableoperadores que “se sienten vulnerados y agredidos por el modelo neoliberal que está llevando adelante el gobierno nacional”.

“Las principales amenazas contra las empresas nacionales provienen del Estado y no del mercado”, enfatizó Bilanski, y agregó que “los monopolios y las corporaciones en lugar de eficientizar la economía, se apropian de la renta, la meten en el sistema especulativo financiero, y generan un negocio redondo para pocos, que estimamos entre un 15% y un 25% de los argentinos en detrimento de la otra ¾ parte”.

“Hay que corregir inmediatamente esto, porque no se sostiene una economía de la envergadura de la Argentina beneficiando a tan pocos sectores, a mediano plazo va a haber una disrupción del mercado interno como pasó en el 2001 o 2002”, definió el referente.

Ayer presentaron también una encuesta de expectativas económicas, realizada entre 250 empresarios nacionales, que refleja que “el 48% de las empresas nacionales evalúan como malo el desempeño de su negocio durante el 2016” y si se toma el universo de los que respondieron que les ha ido de manera regular, alcanza “a un dramático 85,7% de los casos”.

El informe contradice estadísticas oficiales y las que surgen de las grandes centrales empresariales porque “aluden un 5% de caída de la actividad industrial, cuando nuestro sector manifiesta caídas del orden del 25%”.

Bilanski recordó que las “empresas nacionales emplean 3 de cada 4 trabajadores mientras que las corporaciones, que son las que primero se vieron beneficiadas por los 'ceocratas' que están en el gobierno, sólo crean 1 de cada 4”.

“Eso se ve reflejado en la capacidad ociosa de las fábricas, que están trabajando en un 60%, en algunos sectores en un 40%, y después en el aumento del desempleo que en la ciudad de Buenos Aires ya está en dos dígitos; y parece que estos indicadores no le hacen mella a los funcionarios que son responsables de haber tomado medidas que nos llevaron a esta situación, y si seguimos adelante nos vamos a caer en el abismo”, concluyó.