El abogado y referente de derechos humanos Marcelo Parrilli, asegura que lo peor que el gobierno de Mauricio Macri trae del mundo empresario es “el concepto de la tasa de ganancia”. Considera que en el actual oficialismo “están acostumbrados a decidir, a mandar, y que la gente les obedezca, y que nadie les pida ninguna rendición de cuentas; se mueven como patrones de estancia”.

Parrilli, quien siendo un joven abogado, en plena dictadura, fue unos de los fundadores del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), militó y fue candidato en la etapa democrática por distintas fuerzas políticas de izquierda. Actualmente forma parte del partido Miles por Tierra, Techo y Trabajo, junto a dirigentes como Gabriel Mariotto, Luis D´ Elía, Amado Boudou y Fernando Esteche.

En diálogo con , criticó la política de Macri “destinada a que los pobres se maten entre pobres”, y consideró que lamentablemente “mucha gente terminó votando a su propio verdugo”.

- ¿Cómo ve la audiencia pública por la tarifa del gas?

- La audiencia tuvo una gran intención de participación popular, en algunos lugares ha habido inconvenientes, trabas burocráticas, pero lo importante es que se nota una importante participación popular producto de la enorme movilización y repudio que generó el tarifazo de gas. Son audiencias que el gobierno no tuvo más remedio que convocar, digo esto porque algunos funcionarios del gobierno han salido a decir que siempre han querido cumplir con la ley y por eso está convocando a las audiencias públicas. Recordemos que el gobierno las omitió y después vino el fallo de la Corte Suprema, que no se opuso al tarifazo pero le mostró el camino correcto para aplicarlo, y le dijo que tenía que llevar una cuestión que es clave como el precio del gas en boca de pozo. Ésto es lo que el gobierno omite señalar y acá está la clave, porque denota el margen brutal de ganancias de las empresas.

- ¿Qué consecuencias tiene que las audiencias no sean vinculantes?

- No tiene una gran signifiación. El peso central de estas audiencias es político y para el gobierno va a ser muy dificultoso, más allá de que no sean vinculantes, aplicar este aumento y llevar adelante los demás que tiene programados. Porque recordemos que estos son aumentos que el propio ministro de Energía, Aranguren, los estimó como en un tercio de lo que debían ser aumentadas todas las tarifas de energía.

 El concepto central que guía a este gobierno es el de la tasa de ganancia, y eso es lo peor que ha traído del ámbito empresario.

- ¿Considera que las audiencias son un paso importante para la organización popular de cara a lo que se viene?

- Sin ninguna duda. Estas audiencias ya son una conquista porque el gobierno no las quería hacer, el gobierno aplicó el tarifazo directamente, más allá de la limitación vinculante. Porque el problema que tiene acá el gobierno es político, ya que no va a poder desprenderse así nomás del resultado de las audiencias.

- ¿Cómo observa el desenvolvimiento político del gobierno para resolver estas cuestiones?

- El problema que tiene el gobierno para aplicar su plan es que es una política profundamente anti popular. Por más habilidad política que tuviera, que no la tiene desde ya, siempre enfrentaría la resistencia popular. El presidente Macri viene del mundo empresario, la mayor parte de los ministros y secretarios de Estado también, entonces están acostumbrados a decidir, a mandar, y que la gente les obedezca, y que nadie les pida ninguna rendición de cuentas. Se mueven como patrones de estancia. Y la política es distinta. Lamentablemente el concepto central que guía a este gobierno es el de la tasa de ganancia, y eso es lo peor que ha traído del ámbito empresario. Acá es gente que se está fijando continuamente que le cierren los números, para garantizar las ganancias de los grandes grupos económicos concentrados, o del campo, y no que cierren los números de la economía a favor del país con la población adentro incluida. Lo único que les interesa es privilegiar la tasa de ganancia de los grandes grupos económicos, de los bancos, de las cerealeras, de las petroleras, y eso tiene un costo social brutal y es lo mas anti político que existe. Porque la política no tiene nada que ver con el mundo de la empresa y los conceptos que se manejan en política sobre ganancias, pérdidas, costos, son sustancialmente distintos. Cuando usted gobierna, tiene que hacer política en áreas como educación y salud, que son inversiones en un país, y para el mundo empresario son gastos. Y ahí se tiende a reducir lo que se consideran gastos.

Si la gente se llega a dar cuenta que hay que salir a matar a los chorros, y los chorros más peligrosos no son los que los están esperando en la puerta del garage para robarles el auto sino los que están en los ministerios, en el congreso, en las grandes empresas, se les va a complicar.

- Llevan también esta lógica de la meritocracia a la educación, por ejemplo con el plan “Aprender 2016”...

- Si, la llevan a todo. Reemplazan la palabra gobernar por la palabra gestionar, son los campeones del eficientismo. Y tampoco son eficientes pero declaman esto, son una empresa que funciona muy bien para ellos y es ruinosa para el grueso de la población. Gran parte de esa población, lamentablemente por muchos errores del gobierno kirchnerista, terminó votando a Macri, terminó votando a su propio verdugo, aunque ése es un problema de dirección política en el que la gente no tiene mayor parte de las responsabilidades.        

- ¿Cómo vio las declaraciones del presidente cuando dijo sobre el carnicero que mató a un ladrón que "debería estar con su familia, tranquilo, más allá de lo que determine la Justicia"?

- Esa es la expresión vernácula y bastante primitiva de un fenómeno generalizado sobre todo en el mundo capitalista, que es una suerte de regresión a la barbarie. En un mundo donde 1.000 familias tienen la mitad de la riqueza del planeta y el resto de la riqueza se reparte entre 7.500 millones de habitantes, hay una inequidad, una desigualdad brutal que genera hambruna, mortalidad de todo tipo, escasez de alimentos, de agua, problemas climáticos por la destrucción del planeta, y siempre buscando la tasa de ganancias. Eso se va expresando en distintos aspectos, es una sociedad de competencia donde por más que los individuos estén rodeados de miles de personas se sigue priorizando el interés individual, y la competencia reemplaza la solidaridad. Es el sálvense quien pueda. El presidente alienta esto, con una política destinada a que los pobres se maten entre pobres, porque el carnicero y el presunto delincuente están más o menos en un plano parecido. Lo mismo que el médico y la persona que presuntamente le estaba robando la semana anterior. Veladamente, lo que se está diciendo es esto: 'maten a aquel que intente robarnos, total en definitiva no va a a pasar nada'. Lo cual es absolutamente falso porque tanto el médico como el carnicero tienen procesos penales, y desde el punto de vista económico ya perdieron mucha más plata en abogados que si les hubieran robado el auto, que el seguro se los pagaba, o si le hubieran robado el producto de lo que vendió ese día. Estuvieron presos, van a seguir atados a un proceso penal. Para una persona normal un proceso penal es una tortura. Es muy peligroso porque si la gente se llega a dar cuenta que hay que salir a matar a los chorros, y los chorros más peligrosos no son los que los están esperando en la puerta del garage para robarles el auto sino los que están en los ministerios, en las casas de gobierno, en el congreso, en las grandes empresas, y empiezan a matar a esos chorros, se les va a complicar también a ellos. Es peligroso jugar con esas figuras y alentar ese tipo de soluciones.

- Usted forma parte del frente Miles por Tierra Techo y Trabajo. ¿Cómo se ubican dentro del mapa político actual?

- Miles se plantea como un frente al servicio de los sectores más explotados de la población, un frente profundamente antiimperialista con un programa en ese sentido. Nacionalización de la banca y del comercio exterior, una reforma urbana y agraria, desplegar a fondo toda una política de derechos humanos. Creo que en la etapa anterior se hizo mucho pero hay que profundizarla mucho más, y extender el concepto de protección de derechos humanos a los hechos que van ocurriendo en el presente y no sólo en relación a los hechos del pasado. Y obviamente, plantear una alternativa política de oposición a lo que es hoy la política del Pro.

 Al Frente Ciudadano lo veo bastante licuado, es un concepto difuso, hay que realizar acuerdos sobre la base a un programa.

- ¿Cómo la ubican a Cristina Kirchner en este escenario?

- Es una conductora del espacio del kirchnerismo. Nuestro candidato a presidente es Gabriel Mariotto, pero de todas maneras hay que ver cómo se estructura el espacio de la oposición.

- ¿Ustedes trabajarían en un frente de oposición como el Frente Ciudadano que había propuesto la ex presidenta?

- El Frente Ciudadano lo veo bastante licuado, es un concepto bastante difuso y creo que hay que realizar acuerdos sobre la base a un programa. Cuando se trata de un frente hay distintas corrientes, distintas expresiones. No todas las personas en Miles provienen del peronismo, yo no vengo del peronismo ni del kirchnerismo, de manera que me parece clave acordar un programa porque tiene sentido volver pero corrigiendo muchas cosas. Porque volver para hacer lo mismo no sirve. Lamentablemente, muchos de los errores llevaron a que Macri sea presidente y esos errores los pagan los de abajo. Porque los políticos pierden sus cargos, sus puestos, pero los que sufren las consecuencias directamente, los que se quedan sin trabajo, sin vivienda, sin servicio de educación, sin cobertura de salud, son los de abajo.

 La desaparición de López es una de las grandes deudas pendientes en materia de derechos humanos.

- ¿Qué reflexión hace por los 10 años que se cumplen de la desaparición de Jorge Julio López?

- La desaparición de López es una de las grandes deudas pendientes en materia de derechos humanos. A 10 años de su desaparición la investigación nunca pudo avanzar, y la tarea clave es avanzar sobre las responsabilidades políticas en el ámbito de la Policía de la provincia de Buenos Aires. Eso requiere un esfuerzo, más que de naturaleza judicial, de naturaleza política. También

se cumplieron 40 años de La Noche de los Lápices, pero en ese caso se ha avanzado en el juazgamiento. Aunque lamentablemente Miguel Etchecolatz, que fue uno de los grandes responsables de esas desapariciones, volvió a su casa de la mano de la política del macrismo de aplicar el tema de la detención domiciliaria de manera generalizada, cuando en realidad es una excepción que se debe aplicar solo en determinados casos.