Shila Vilker, directora de la consultora Trespuntozero, que realizó una encuesta en noviembre en todo el país sobre la postura de la sociedad frente al aborto, sostuvo que “es un tema que divide a la sociedad en mitades” aunque no se ordena como la grieta porque dentro de los que votaron al Frente de Todos en 2019 “dos de cada tres están a favor y uno en contra”; y dentro del electorado de Juntos por el Cambio, ocurre a la inversa.

La encuesta mostró que un 49,7% está en contra de la legalización del aborto, con un 25% que está definido en esta posición y un 24,7% que lo rechaza, pero con algunas excepciones. Quienes están a favor suman un 47,7%, de los cuales un 15,7% lo hace de forma completa y un 32%, solamente en ciertos casos.

“Es un tema que parte a la sociedad en mitades, mitad a favor y mitad en contra”, sostuvo Vilker en diálogo con y agregó que “uno rápidamente cuando ve eso piensa en la grieta pero la verdad es que lo ordena distinto porque cuando ves cómo es el comportamiento adentro de las distintos segmentos electorales, en el caso del Frente de Todos tenés dos de cada tres electores a favor y uno en contra; mientras que en el universo de Juntos por el Cambio la relación está invertida”.

Para Vilker, “claramente las posturas a favor tienen un peso mayor en las mujeres más que de los hombres, y sobre todo del segmento de edad joven”.

“El universo femenino, joven, con mayor nivel educativo es el que está a favor y más proclive a aceptar la aprobación del aborto y a la inversa, los que están en contra”, definió.

Vilker indicó que el aborto, luego de la discusión de 2018 “empieza a estar presente como elemento para la toma de decisiones en la formación del voto” ya que de acuerdo a los números de la encuesta “para 4 de cada 10 encuestados del Frente de Todos fue un tema a considerar en su decisión de voto en 2019 y ese número de cara al 21 es un poco más alto, se va a 60%”. 

Del total de encuestados, el 32% indicó que tuvo en cuenta el aborto para decidir su voto el año pasado y el 52% aseguró que lo van a tener en cuenta en las elecciones de diputados y senadores el año que viene.

Sobre los argumentos principales de cada segmento, Vilker señaló que “hay muchos matices, hay enfoques múltiples y no es fácil hacer una caracterización general” aunque consideró que “el plano de la salud pública termina siendo el argumento más cercano de los que están a favor”. 

“El de salud pública es uno de los principales argumentos de los que están a favor y el argumento de la vida entendida desde el momento de la concepción es el principal de los que se oponen; y por lo general es un argumento de carácter religioso”, definió la analista de opinión pública.

La encuesta indagó también en la importancia de que este tema sea debatido en el Congreso y en este punto también hay una división por mitades, ya que un 52,5% lo considera bastante o muy importante y un 44,4%, como poco o nada importante. 

En este aspecto, 7 de cada 10 votantes de Alberto Fernández está en el grupo que apoya el tratamiento del proyecto mientras que un 58% de votantes de Mauricio Macri se ubica entre los que no le dan importancia.

Vilker remarcó frente a la postura de ciertos sectores que afirman que es una maniobra de distracción que no le “parece de ninguna manera un elemento distractor” sino que “es parte de lo que había sido la propuesta electoral de este gobierno”.

“En ese sentido, cuando preguntamos por el compromiso de Fernández con la presentación, en su nicho electoral sus electores lo ponen en valor y lo destacan; no es economía o derechos o un fenómeno distractor”, aseguró.

La encuesta destaca que el 8,8% del electorado del Frente de Todos no volvería a votar a Alberto Fernández si no hubiera presentado el proyecto, lo que representa un 4,2% de su electorado, alrededor de 1 millón de votos.

Esta semana el presidente de la Nación declaró en una entrevista que “estamos en condiciones de que esto se convierta en ley” y agregó que “la diferencia con otros tiempos es que, más allá de la enorme lucha del movimiento feminista, me siento el primer abanderado de este reclamo y haré todos los esfuerzos para que el Congreso acompañe y que este proyecto sea ley”.

La impresión de Vilker, es que el proyecto “está trabado y hay un escenario de final incierto”.

Sobre los núcleos duros en la discusión sobre la legalización, la analista explicó que indagaron sobre “si en la casa tenían o se usaba un pañuelo celeste o verde”  y estiman “que hay un 5% o 6% para cada uno”; un número que “parece poco” pero “si el 12% de la sociedad está embanderada para un lado o para el otro es un montón, y son minorías intensas”.

“Eso son núcleos duros, de fuerte compromiso con esta disputa que no quiere decir que no sea un fenómeno que convoca y que conmueve a una gran parte de la sociedad”, remarcó Vilker y agregó que “cuando preguntás por el interés en el tema aparece con gran importancia”.