Argentina
08/11/2020

El dólar se calmó, pero “falta mucho todavía”

El dólar se calmó, pero “falta mucho todavía” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El economista y docente universitario Sergio Chouza dijo que si bien se “plantó el primer mojón”, la situación en “materia cambiaria no está estabilizada”. Según indicó, se demostró que una devaluación “no es la única forma de cerrar la brecha".

Diego Colao

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El economista consideró como “importante” este “primer mojón de que haya bajado” la cotización tanto del dólar libre como el Contado con Liqui y el Mep, aunque advirtió que “la situación en materia cambiaria no está estabilizada”.

“Para hacer una estabilización plena necesitamos una mayor posibilidad de que el Banco Central minimice sus intervenciones vendedoras en el mercado spot y en el de bonos”, aseguró en este diálogo con Va Con Firma y aclaró que “cuando eso se consolide por un plazo prudencial, va a ser posible hablar de una estabilización y ya pasar a la siguiente etapa que es empezar a ver un poco más las variables macro más estructurales”.

Chouza explicó que “se demostró que” una devaluación “no es la única forma de cerrar la brecha” entre el dólar oficial y los paralelos, y remarcó que “con la estabilidad de la brecha” en torno al 60%, como se puso de meta el ministro Martín Guzmán, “es posible que las presiones devaluatorias y los incentivos a retener parte de la cosecha vayan de a poco desapareciendo”.

Sobre las expectativas de devaluación, el economista aclaró que “el principal factor es dejar de perder reservas” y señaló que “en los primeros cuatro días de la semana, el Banco Central quedó con una posición neta positiva de 60 millones de dólares”, que es “prácticamente nada”, pudo compensar y “capitalizar en términos de compras de dólares”.

“Conforme eso se sostenga en el tiempo y se profundice, las presiones devaluatorias se esfuman solas porque el tipo de cambio real objetivamente no está bajo, con lo cual no pueden haber presiones genuinas por fuera del ruido de lo financiero en materia devaluatoria”, concluyó.

-¿Cómo analiza la situación de contención del dólar en los últimos días?

-Se empezó a descomprimir un poco, la realidad es que la situación en materia cambiaria no está estabilizada, falta mucho todavía, pero este primer mojón de que haya bajado 30 pesos el dólar libre, incluso un poco más, 25 pesos el Contado con Liquidación y algo similar el Mep, es importante. En primer lugar te da la pauta de que no siempre vas a ganar, porque lo que estaba verificándose en las semanas previas es que traders especuladores estaban directamente apostando a lo que se llama arbitrar la brecha, y ese arbitraje sobre la brecha, cuando no encontraba un techo la cotización del Contado con Liquidación sobre todo, era un negocio impresionante y casi libre de riesgo. Incluso llegaron a existir arbitrajes entre MEP y dólar blue, obviamente eso era un rulo, como se lo llama en la jerga, que era bastante inmediato y libre de riesgo, lo cual es problemático para los equilibrios macro porque te distorsiona todo. Que eso se haya aplacado, que no todo tipo de arbitraje sobre la brecha fuera una ganancia libre de riesgo y que los que entraron en los niveles más altos hayan perdido tanto, es un primer paso importante. No está estabilizado y para hacer una estabilización plena necesitamos una mayor posibilidad de que el Banco Central minimice sus intervenciones vendedoras en el mercado spot y en el de bonos. Cuando eso se consolide por varios días, por unas semanas o por un plazo prudencial va a ser posible hablar de una estabilización y ya pasar a la siguiente etapa que es empezar a ver un poco más las variables macro más estructurales que son las que importan.

-¿Cuáles fueron las principales medidas que tomó el ministro para lograr esto?

-Hubo en parte una reversión de lo que se había definido a mitad de septiembre de darle más restricciones al mercado de bonos, en particular a la operatoria del Contado con Liquidación. En ese momento, que era el punto núcleo de la corrida cambiaria, se buscó limitar más por cantidades a la operatoria del mercado de bonos y eso después se termina materializando en un empuje al alza de los precios. A partir de esta evaluación que hizo el ministerio de Economía sobre el fin del mes pasado empiezan a tener esa valoración de que la mejor alternativa era tratar de buscar los métodos para darle salida a estos fondos de inversión que están pujando por vender las posiciones argentinas en pesos y dolarizarse a cualquier precio; de modo tal de que esa posibilidad de salida le sume liquidez al mercado y le reste volatilidad. Esa fue una de las decisiones esenciales. La otra fue la intervención más activa, vendedora en el mercado de bonos. Me parece importante. Un poco se perdió el miedo de asumir que el Banco Central u otras manos amigas intervengan activamente fijando precios en el mercado de bonos, y eso era antes algo que se miraba medio de reojo, con cierto prurito y se cambió esa actitud. Lo dijo tanto el ministro de Economía como el presidente, asumirlo como un mercado más, representativo, al mercado de bonos en las cotizaciones alternativas de dólar, las cotizaciones implícitas de la operatoria con bonos. Eso te da la posibilidad de tomarlo como referencia y una vez que lo tenés como referencia, intervenir. En particular vendiendo bonos en pesos y comprando los mismos bonos en dólares para sostener las cotizaciones implícitas. Eso sigue estando operativo hasta el día de hoy y dio resultados. Fue lo que permitió la baja consistente en el dólar MEP.

-¿Cree que se deberían haber tomado antes?

-El timing de las medidas es una cuestión media contrafáctica, hoy que vemos que esto dio resultado es fácil decir que tal vez se podría haber aplicado antes. En el momento en el cual se estaba suscitando la corrida cambiaria también era una incertidumbre cual iba a ser la respuesta del mercado y sobre todo de los grandes fondos de inversión que tienen activos en pesos y quieren salir. No hay que hacer un abuso de ese contrafáctico, donde hoy vemos que fue un mecanismo apropiado. En ese momento en particular, la actitud de esperar un poco y tener una posición más prudente para ver cómo se desarrollaban las diferentes variables tal vez era lo más correcto. Con el diario del lunes el diagnóstico es otro.

-¿Cómo intervienen las presiones de los grupos económicos y los exportadores para forzar una devaluación?

-Que desde el punto de vista económico les resulta conveniente, superador, sin lugar a dudas. Porque el principal problema que tienen por fuera de la remuneración por sus exportaciones los segmentos que tienen posibilidad de exportar es la brecha cambiaria, que es el margen que pagan por dolarizar sus ahorros y los excedentes. Una de las formas de cerrar esa brecha era por medio de una devaluación. Esto no necesariamente implica que cursaron maniobras para forzarla pero el comportamiento económico racional era lógicamente esperar a que esa devaluación se de en forma natural. Tiendo a pensar que en la racionalidad de las decisiones económicas de los sectores de exportación, muy en particular del segmento agrario de exportación, la posibilidad de una devaluación era valorada positivamente. Ahora, se demostró que no es la única forma de cerrar la brecha, y que con otro tipo de estrategias lo podés hacer. Yendo a niveles un poco más bajos, que el ministro lo puso en torno al 60% y no falta tanto para llegar, y con estabilidad de esa brecha; con esas dos condiciones, es posible que ya las presiones devaluatorias y los desincentivos a liquidar, los incentivos a retener parte de la cosecha vayan de a poco desapareciendo.

-¿Cómo se frena la expectativa de la devaluación?

-El principal factor que sostiene la expectativa de devaluación es dejar de perder reservas. Por un lado tenés una estrategia vinculada a la política de administración del comercio exterior, que está un poco más sólida, un poco más aceitada, todas las maniobras que se hacían para sobrefacturar importaciones, para subfacturar exportaciones, para jugar con maniobras de precios de transferencias, por adelantar o cancelar cuenta corriente, prefinanciaciones o cobros anticipados; todo eso de a poco se fue ordenando. En algunos casos se limitó normativamente o por canales informales y en otros casos la misma dinámica de la descompresión de la brecha fue limitándolo. Por ese lado viene la mayor fuente de alivio sobre la presión devaluatoria. Después conforme vayan mostrando día tras día situaciones donde vas comprando dólares, donde el Banco Central puede comprar dólares, eso naturalmente desaparece. En los primeros cuatro días de la semana, el Banco Central compró, quedó con una posición neta positiva de 60 millones de dólares. Podés decir que es prácticamente nada, pero en ocasiones anteriores los primeros cuatro días fueron de ventas netas, vinculadas principalmente a dólar ahorro. En este mes, no solamente que se compensó sino que quedó un leve excedente, que el Banco Central pudo capitalizar en términos de compras de dólares. Conforme eso se sostenga en el tiempo y se profundice, las presiones devaluatorias se esfuman solas porque el tipo de cambio real objetivamente no está bajo, con lo cual no puede haber presiones genuinas por fuera del ruido de lo financiero en materia devaluatoria.

-¿Que implica en este contexto que la industria haya tenido el primer crecimiento interanual del año en septiembre?

-Es importantísimo y es congruente con lo que viene pasando a nivel más estructural. Hoy en día tenés drivers para la macro que son totalmente convenientes, en particular para los sectores de la construcción, industriales, también para el desarrollo de las nuevas inversiones y la contratación de trabajadores y trabajadoras, porque lo que fue el salto cambiario y cierta velocidad mucho más reducida de movilidad en las variables nominales salariales, la mano de obra de empleo en argentina quedó muy barata, medido en moneda dura, sobre todo en las cotizaciones alternativas, a pesar de que hayan bajado esta semana quedó muy barata. Es natural que se produzca esto. Además tenés la revitalización de la oferta productiva porque ya las restricciones de orden sanitario están prácticamente eliminadas. Hoy ya solamente un 5% de las industrias y los comercios en Argentina no tienen facturaciones por causa de la cuarentena o de los mecanismos de restricciones sanitarias. El 95% ya opera a algún tipo de velocidad, de forma plena o cuasi plena. Y sobre la industria en particular el programa ATP fue muy importante, el hecho de que la destrucción de empleo privado solamente haya sido del orden del 3% cuando en algunos países llegó al 10% se explica en una gran magnitud por el sostenimiento del ATP y por la prohibición de despidos. Eso fue, como dijo el ministro Guzmán, para sostener las capacidades productivas, el saber hacer de las empresas y que eso no se desarticule; ese programa en particular fue fundamental y cumplió su objetivo.

29/07/2016

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