Argentina
04/11/2020

Etiquetas visibles en los envases de alimentos para saber qué comemos

Etiquetas visibles en los envases de alimentos para saber qué comemos | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Avanza la “ley de Etiquetado Saludable”, que ya aprobó el Senado y pasó a Diputados. Obliga a colocar sellos frontales en productos con altos contenidos de sodio, azúcares, grasas saturadas, grasas totales y calorías. El ministro González García advirtió sobre la gravedad del sobrepeso y la obesidad.

En el Congreso Nacional avanza un importante proyecto de ley relacionado con la obligación de que los envases de alimentos tengan etiquetas claramente visibles para advertir a los consumidores sobre productos que tengan altos contenidos de sodio, azúcares, grasas saturadas, grasas totales y calorías, de modo que las personas sepan qué estarán comiendo si compran ese tipo de artículos.

Denominada como “ley de Etiquetado Saludable de Alimentos”, la misma fue aprobada el jueves por el Senado y pasó a consideración de la Cámara de Diputados. La redacción del texto surgió luego de compatibilizar 13 iniciativas referidas al tema. En la Cámara alta logró el voto favorable de 64 legisladores, tanto del oficialismo como de la oposición, con apenas tres votos en contra.

El proyecto contó con el apoyo del ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, quien había expuesto su opinión durante el debate en comisiones del Senado. Allí dijo que “el sobrepeso y la obesidad son un problema grave de salud pública, una especie de pandemia más silenciosa, menos estridente pero mucho más mortal y dura desde el punto de vista de los sistemas de salud”.

“En la medida en que logremos armonizar los distintos aspectos, aspiramos a tener resultados como con el tabaco. Gracias a las distintas políticas, pasamos de tener un 30% al 20% de fumadores. Esto es lo que pretendemos a largo plazo respecto del sobrepeso y la obesidad”, explicó González García.

La norma propuesta fija pautas para lo que denomina “una alimentación saludable”, y establece la colocación de una serie de sellos frontales en los envases de alimentos. Según los fundamentos, el propósito es “garantizar el derecho a la salud y a una alimentación adecuada a través de la promoción de una alimentación saludable, brindando información nutricional simple y comprensible de los alimentos envasados y bebidas analcohólicas”.

También, en el caso de los productos con edulcorantes, debe contener una leyenda precautoria, inmediatamente por debajo de los sellos de advertencia, con la siguiente leyenda: “Contiene edulcorantes, No recomendable en niños/as”.

Los valores máximos de azúcares, grasas saturadas, grasas totales y sodio establecidos deben cumplir con los límites del Perfil de Nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud. Asimismo, se obliga a las empresas a declarar el contenido cuantitativo de azúcares, entendiéndose como hidratos de carbono simples (disacáridos y monosacáridos), en el rotulado nutricional de los alimentos envasados para consumo humano.

Además, y entre otros aspectos, el proyecto prohíbe que los alimentos y las bebidas analcohólicas que contengan algún sello de advertencia, incorporen información nutricional complementaria; logos o frases con el aval de sociedades científicas o asociaciones civiles; y personajes infantiles, animaciones, celebridades, deportistas, entre otros.

Oficialismo y oposición

En el Senado el respaldo a la ley atravesó la división entre oficialismo y oposición. Muestra de ello es que dos de los autores del texto son la mendocina Anabel Fernández Sagasti (Frente de Todos) y su comprovinciano Julio Cobos (Juntos por el Cambio). Ambos expresaron en la sesión su enfático apoyo al proyecto.

La integrante de la bancada alineada con el gobierno nacional dijo estar “convencida de que mejorar la calidad de información de los alimentos que consumimos es una demanda social”. Añadió que “quienes no vean esto están negando una realidad que existe en la Argentina”, y criticó que actualmente “la información que hay en los productos alimenticios es inentendible”.

Fernández Sagasti destacó que “esta ley no es contra nadie. Es a favor de todos los argentinos que tenemos el derecho de saber qué comemos y qué queremos que coman nuestros hijos”. También apuntó contra quienesvotaban en contra y les pidió que “paren de repetir mentiras de lobbistas que no dan la cara y llaman a los legisladores para que digan mentiras”.

Cobos, por su parte, aseguró que hay un “crecimiento del 75 % de factores de riesgo, principalmente de obesidad y sobrepeso”, y afirmó que “más de 27 millones de argentinos tienen exceso de peso”. Dijo que “debemos atacar este problema” y que “eso se hace a través de la prevención, que es, en definitiva, el objetivo de este proyecto”.

Para el ex vicepresidente de la Nación, el sistema de etiquetado previsto en la ley “es claro, advierte al consumidor y va en beneficio del consumidor”. Remarcó que “no se está demonizando ningún producto ni prohibiendo nada”, sino que “estamos advirtiendo a la población mediante un etiquetado claro y simple. Después, la población tendrá derecho a consumir lo que quiera”, sentenció Cobos.

Tres votos en contra

Los tres votos en contra de la “ley de Etiquetado Saludable de Alimentos” provinieron de las legisladores tucumanas Silvia Elías de Pérez (Juntos por el Cambio) y Beatriz Mirkin (Frente de Todos), y de la riojana Clara Vega (del interbloque Parlamentario Federal). Sus argumentos estuvieron vinculados con la defensa de la actividad azucarera.

“Vengo a defender a mi provincia y a la industria madre de mi provincia: el azúcar”, dijo Elías de Pérez. Afirmó que se trata de “una industria que significa trabajo para 60.900 familias tucumanas, salteñas, misioneras, jujeñas y santafecinas”, Sostuvo que “esta ley ataca al azúcar”, la “demoniza, e intenta traer desamparo” a Tucumán.

La riojana Vega describió al proyecto como “inoportuno” y que “no contempla la realidad de los argentinos”. Dijo que “nos vamos a dar el lujo de hablar de exceso de grasas y de azúcar cuando el argentino, en el día a día, lucha por conseguir el dinero para llevar adelante la alimentación de su familia”. Aseguró que “el pobre no va a mirar el etiquetado, va a mirar los precios”, porque “este no es un problema de sellos de advertencia sino de educación”, manifestó la legisladora.

29/07/2016

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