Daniel Menéndez, subsecretario de Promoción de la Economía Social y Desarrollo Local del ministerio de Desarrollo Social de la Nación, aseguró que el índice de pobreza que publicará hoy el Indec y que estará en torno al 46%, es una “foto dolorosa y difícil” que dejó el proceso “duro en términos sociales que vivimos durante el macrismo” y la “pandemia y el aislamiento”, y aseguró que tienen por delante “el desafío, desde el trabajo y desde crecimiento de la actividad para mejorar estos índices”.

“El gobierno construyó una agenda que tenía que ver con saldar las heridas que dejó el proceso tan duro en términos sociales que vivimos durante el macrismo, y en el medio de esa tarea de reconstrucción del país aparecieron la pandemia y el aislamiento”, describió Menéndez en diálogo con .

Y aseguró que “a partir de esa crisis mundial se han tomado medidas de política social como quintuplicar la asistencia alimentaria, construir una red de asistencia de casi 9 de millones de argentinos que percibieron el IFE, y otros tantos sostenidos a través del ATP en lo que tiene que ver con los salarios de los trabajadores”.

Para Menéndez, esa “agenda” permitió que “no nos lleve puestos” tanto “el impacto de esa crisis mundial y la herencia del deterioro social que significó el macrismo”.

“El camino de salida al aislamiento y a los desafíos que nos impuso la pandemia dejan una foto que es dolorosa y difícil, y tenemos por delante el desafío desde el trabajo y desde el crecimiento de la actividad, para mejorar estos índices”, señaló.

Planteó que en la postpandemia “hay un rol del Estado como motor de reactivación de la actividad que es indudable, y esa responsabilidad no se puede transferir a ningún otro” actor, y nombró como parte de las políticas las de “urbanizar los barrios populares, multiplicar la obra pública para generar trabajo, los programas de empleo vinculados con el trabajo como salida de la pobreza y un plan económico que permita empezar a combatir la pobreza y el cuadro social que deriva esta pandemia”.

Hoy el Indec dará a conocer la evolución que registró el índice de pobreza e indigencia durante el primer semestre del año y de acuerdo a las estimaciones basadas en la caída de la actividad económica y del empleo, rondaría el 46%.

“Está claro que es una foto que duele, que es producto de la excepcionalidad que tiene que ver con esta pandemia y que nos tiene que encontrar muy dinámicos en términos de políticas públicas para salir de esta situación”, reflexionó Menéndez.

Y agregó que “la etapa que se viene tiene que ver con el Estado como dinamizador del empleo y de la actividad y con permitir que se vaya garantizando en el tiempo la inversión privada que genere crecimiento”.

El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, declaró esta semana que “los índices de pobreza sin duda van a dar un aumento importante”, y describió que “lo primero” que deben hacer es “recuperar a los que cayeron en la pobreza en la pandemia” y “la segunda cuestión es ocuparse de la pobreza estructural”, a través del impulso de “cinco sectores productivos que son los más dinámicos: la construcción, la producción de alimentos, la actividad textil, la economía del cuidado y el reciclado”.

Sobre la situación en los barrios populares, Menéndez, también referente de Barrios de Pie, indicó que “la actividad sigue siendo muy plana y no va a volver de un día para el otro”, aunque aseguró que “lentamente se mejoró y tenemos por delante el desafío de volver a incluir el conjunto de trabajadores que han sido excluidos”.

El subsecretario destacó que cuando comenzó la gestión, en 15 provincias del país “más de 40 mil trabajadores” refaccionaron “dos mil establecimientos educativos” y por eso lanzaron dentro del Plan Potenciar Trabajo, el programa “Obras más trabajo”, que implica relacionar las obras de infraestructura necesarias en los barrios con los beneficiarios de los planes.

“El Estado no solo tiene que garantizar el ingreso, sino que también tiene construir las condiciones para vincular ese ingreso con una tarea productiva, y vincular la necesidad de infraestructura que existe en los barrios populares con el trabajo que necesita nuestra gente”, definió Menéndez.

Y  por último remarcó que “hay dos necesidades que se tienen que transformar en derechos para garantizar la inclusión de los trabajadores más humildes”.