El presidente Alberto Fernández dijo ayer que el país enfrenta "el desafío de pensar su futuro y en cómo crear otra Argentina”, y en ese sentido convocó a trabajar en un esquema que contenga a una estructura productiva  “más federal” y “menos contaminante”.

Fernández fue uno de los dos oradores en la conferencia en la que el gobierno confirmó que hubo “una adhesión al canje (de bonos) del 93,55%, que por obra de las Cláusulas de Acción Colectiva eleva el porcentaje reestructurado al 99%". El resultado obtenido significará un alivio de 37.700 millones de dólares en década respecto del endeudamiento heredado del gobierno de Mauricio Macri, y una reducción de la tasa de intereses del 7% al 3,07%. 

Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, hablaron en la ceremonia realizada en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada, pero el acto reflejó potentes respaldos políticos. A ambos lados del jefe del Estado se sentaron la vicepresidenta Cristina Kirchner y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y de forma presencial o remota participaron la totalidad de los gobernadores y el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. También asistieron referentes legislativos del oficialismo y de otras fuerzas, aunque no de Juntos por el Cambio.

“Laberinto de la deuda”

El presidente recordó que en mayo del año pasado, cuando a propuesta de la líder del kirchnerismo aceptó ser candidato presidencial, afirmó que Argentina se encontraba “en un laberinto” producto de la deuda, y que entonces recordó -”como tantas veces”, dijo- a Néstor Kirchner, con quien “ya estuvimos en ese laberinto” cuando hubo que resolver la deuda heredada de la década de los años ‘90 y hasta la cesación de pagos de 2001.

Recordó haber prometido en campaña y luego ya ocupando el cargo que "la deuda no la van a pagar los que peor están, los que más necesitan", y en ese punto exhortó que "asumir la responsabilidad de lo que pasó, para que no vuelva a pasar nunca más". Recordó que al comenzar su gobierno en diciembre de 2019 el país “estaba en default”, desde que en enero de 2018 los mercados dejaron de prestarle al país.

Precisó que durante dos años "Argentina perdió su rumbo", y como expresión de ellos hubo tres grandes devaluaciones y en 2019 se sufrió inflación más alta en 30 años. Apuntó que nueve meses después de iniciada su gestión tiene el alivio de haber cumplido con su promesa de sacar al país del "laberinto".

El presidente llamó a construir a partir de ahora "un país sostenible" más allá de la deuda, donde "todos encuentren un lugar para tener un trabajo y alimentar a sus familias". Aseguró en ese sentido que “hoy tenemos la tranquilidad de que no hemos traicionado la confianza porque hicimos las cosas tal como prometimos hacerla". 

Pero “tenemos que asumir la responsabilidad de que no nos vuelva a pasar nunca más, no volvamos a entrar nunca más a ese laberinto de la deuda”, reiteró el jefe de Estado. "No quiero que esto nos pase más. Pido que grabemos en la memoria aquello que nos duele para que nunca más nos vuelva a doler", reforzó.

"Tomemos conciencia de lo que significa entrar” en un proceso de ese tipo, insistió, para luego afirmar que "cuando hay que pagar tenemos menos dinero para educar a nuestros hijos y para los hospitales". También dijo que "los jubilados siempre han sido la variable de ajuste al que nos condenó el endeudamiento".

“Logros” en plena pandemia y agradecimientos

Fernández dijo que el asumir su cargo en diciembre pasado "buscamos poner y mantener a Argentina de pie" pero "la situación era realmente crítica" por la deuda que generó el gobierno anterior desde 2016 y a la cual "el país no podía sostener". Ejemplificó que cuando se toman esos niveles de deuda “la ciencia pasa a un segundo plano, 25.000 pymes se cierran, cientos de miles de trabajos se pierden”, y en las familias “hay menos dinero para educar a nuestros hijos”.

Revindicó las medidas que tomó en estos meses para paliar los efectos de la pandemia del coronavirus, así como la puesta en órbita, este domingo, del segundo satélite argentino. En ese momento, el presidente exhortó "ser conscientes de lo que el país pudo hacer en medio de tanta crisis",

En varios tramos la alocución presidencial agradeció los esfuerzos políticos que hicieron distintos referentes, instituciones del país y figuras de la escena internacional. Mencionó reiteradamente a “Cristina” -llamándola por su nombre de pila-, a todos los gobernadores y al Congreso.

Del exterior, dijo que quería “darle las gracias al papa Francisco, que siempre estuvo ayudándonos silenciosamente. También nombró al primer ministro de Italia, Giuseppe Conte; al presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez; al presidente de Francia, Emmanuel Macron; y a la canciller (jefe de gobierno) de Alemania, Angela Merkel.

Posteriormente dijo que si ben “parece raro”, también quería expresar su reconocimiento a Kristalina Georgieva, la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI). 

Al resumir el resultado de la negociación con los tenedores de bonos de deuda en moneda extranjera bajo legislación internacional, “solo sepan que el 10 de diciembre cuando llegamos (al gobierno), entre 2020 y 2025 la Argentina debía pagar 48.000 millones de dólares. Esas eran las obligaciones que Argentina había asumido”.

Pero “hoy esas obligaciones no existen”, porque “quedaron postergadas para más adelante”, expresó el mandatario. “Eso son recursos que vamos a poder destinar al desarrollo, a la producción y a hacer ese país más equilibrado y más federal”.

“Sepan también las generaciones futuras, que cuando pasen 10 años, cuando lleguen al año 2030 la Argentina deberá 38.000 millones de dólares menos que los que debía en diciembre del año pasado”, enfatizó Fernández. 

“Otros desafíos”

Al promediar su discurso, el presidente señaló que, tras el canje de deuda, "vienen otros desafíos" para la economía argentina, y que el primer objetivo será reactivar el "mercado interno" y luego hacer que la inversión en obra pública y vivienda se convierta en el primer motor del desarrollo.

Fernández sostuvo que es necesario que el país diseñe un sistema de producción “más federal” y con industrias “menos contaminantes”. En ese sentido, destacó el traspado de la gestión a las provincias de la Mesopotamia y del norte del tráfico fluvial por los ríos Paraná y Uruguay para sacar las mercaderías a menor costo que por vía terrestre.

El país debe "producir, crecer, exportar, acumular reservas y después pagar", para lo cual hay que "cambiar estructuralmente, indicó el presidente. Y concluyó :"Este es el desafío que tenemos ahora que empezamos a despejar uno de los obstáculos que teníamos".

Fernándezcllamó a "ser conscientes de lo que el país pudo hacer en medio de tanta crisis", en referencia a las medidas para paliar los efectos de la pandemia y de la salida del virtual default heredado.

También afirmó que cuando un país se endeuda "la ciencia pasa a un segundo plano, 25 mil pymes se cierran, cientos de miles de trabajos se pierden; significa que hay menos dinero para educar a nuestros hijos”.

Detalles

El ministro de Economía informó que “a oferta tuvo una aceptación masiva de parte de nuestros acreedores, fruto del proceso de diálogo que se estableció en los pasados meses, y lo que hoy tenemos es que el 99% de la deuda pública bajo legislación extranjera ha quedado reestructurada".

Tras precisar que se logró un canje del 93,5%, y que por aplicación de las Cláusulas de Acción Colectiva “el porcentaje reestructurado” se eleva al 99%, detalló que “Argentina tendrá un alivio de la deuda en la próxima década de 37.700 millones de dólares”.

Además, “la tasa de interés promedio baja del 7% al 3,07%, permitiéndonos además tener un alivio mayor en los primeros cinco a diez años, lo que nos da un horizonte financiero diferente", afirmó el ministro. Destacó que el arreglo traerá "alivio al sector público", permitirá “tranquilidad para la economía” y estabilidad cambiaria, y además las empresas privadas podrán acceder a un mejor financiamiento.

Guzmán anunció que el 15 de septiembre próximo enviará al Congreso el proyecto de Presupuesto para el año 2021, que mostrará "el rol decisivo que el Estado tendrá en la recuperación de la economía" en el contexto de recesión que se vive.

El déficit fiscal que estará contenido en el Presupuesto será del 4,5%, adelantó el ministro, y explicó que "será lo suficientemente grande como para tener la capacidad de impulsar la economía pero también lo suficientemente contenido en función de la capacidad de financiación que tenemos".

Negociación con el FMI

El ministro de Economía confirmó que el gobierno ya ha iniciado las negociaciones formales con el Fondo Monetario Internacional y explicó que el préstamo que el país tomó durante el gobierno de Mauricio Macri "no generó ningún shock de confianza positivo", por lo que "hoy no hay cómo pagarle". Dijo que “buscamos tener un nuevo acuerdo que nos dé el financiamiento para justamente poder pagarle al mismo Fondo".

Anticipó que la intención oficial es enviar al Congreso el acuerdo con el FMI una vez que este haya sido cerrado entre las partes. "Es algo que nunca se ha hecho", resaltó, y añadió que ese paso "es fundamental que vayamos desarrollando reglas de juego para que nunca más se den estas situaciones de que un gobierno de turno tome grandes cantidades de deuda basándose en expectativas infundadas", expresó Guzmán.