Edgardo Mocca, politólogo y escritor, analizó el artículo de la reforma judicial que prevé que los jueces denuncien presiones de los poderes mediáticos y sostuvo que “es bastante lógico” que haya sido incluido, teniendo en cuenta que “la experiencia judicial” muestra una “interrelación no siempre cristalina” entre los “grandes aparatos de comunicación” y algunos magistrados. Además remarcó que es “muy sano que existan límites para ese tipo de situación”.

“Lo considero un agregado bastante lógico porque el párrafo donde está escrita esa cuestión de la presión mediática está en paralelo a otro tipo de presiones, y la mirada real sobre la experiencia judicial en estos últimos años, ha sido de una abundante interrelación, no siempre muy cristalina, entre los grandes aparatos de comunicación y algunos jueces, especialmente de la justicia federal”, reflexionó Mocca en diálogo con .

El politólogo agregó que “ignorar esa experiencia y pensar que esto tiene que ver con la libertad de prensa es una cuestión de atraso conceptual, porque acá no estamos hablando de periodistas que tengan la capacidad de presionar; acá hablamos de maquinarias de grandes conglomerados económicos que además de ejercer una presión económica, ejercen una presión comunicativa”.

Esa presión, implica para Mocca un mensaje del tipo “si no hacés lo que estamos esperando que hagas, tenés que aguantarte al cronista especializado de la radio, del diario del canal, que te va a sacudir como te merecés”.

“Todo el mundo sabe esto, y no veo porque haya que mirar este enunciado del proyecto de ley como una cosa ocurrente; es muy normal y muy sano que existan límites para ese tipo de situación”, indicó Mocca.

Sobre la definición de poder mediático que el senador Oscar Parrilli incluyó en el texto del proyecto de ley, Mocca aseguró que “el poder mediático es en parte una función del poder económico, pero el tipo de presión que ejercen no es una presión puramente económica”.

En cuanto al proyecto de ley que va a tratarse hoy a las 14 en el Senado de la Nación, Mocca definió que “tiene de bueno” que implica “la apertura de un proceso” y que “seguramente habrá que recorrer un tramo muy largo, porque algunos segmentos del poder judicial se han ido alejando de sus funciones institucionales y constitucionales”.

Para el escritor y periodista, “el texto no es una solución radical o definitiva al problema, pero es un modo de abrir un capítulo de discusión, sobretodo atacar lo que en estos últimos años adquirió un carácter un poco escandaloso, que es el monopolio de las causas críticas para el poder político, ejercido por una casta que trabajó más en las sombras que en la legalidad”.

“Ese primer paso que se da para desmonopolizar el manejo de las causas sensibles para el poder político, es un paso muy positivo”, definió.

La oposición de Juntos por el Cambio rechazó el texto del proyecto en su totalidad, y de manera directa o sesgada llamó a marchar y a realizar un acampe y un banderazo en todo el país contra la propuesta. 

El polítólogo diferenció indicó que “es una reacción lamentablemente esperable” y lo diferenció de  “ciertos sectores de la sociedad argentina, usuarios de las ventajas clasistas, que se consideran por encima de la ley y se han servido de la corrupción judicial para ejercer ese privilegio extra legal e ilegal”.

Pero le llamó la atención que “la oposición política más importante numéricamente haya tomado como propios los enojos de los sectores más poderosos de la sociedad”, al que calificó como un “fenómeno problemático de la democracia”.

“Hay todo un sector político que está absolutamente conectado con el humor de los grupos económicamente y socialmente poderosos; pero esta es la realidad, no es un producto de la propuesta de ley, esto se practica en cualquier tema que surja”, explicó el politólogo.

Y como otro ejemplo, citó la reciente declaración de servicios de interés público a internet, la telefonía móvil y la televisión por cable por parte el presidente Alberto Fernández, donde el hecho de que “cierto sector que estaba sacando ventajas injustas proteste es parte del rigor de la democracia”, pero “cuando el coro lo hacen las personas que dicen representar al pueblo argentino, estamos en problemas”.

Mocca consideró que “sería una alegría”, que el gobierno avance con una ley de servicios de comunicación, porque indicó que no se debe “abandonar una experiencia democratizadora” de los medios.

“Habrá que hacerla mejor, incorporarle elementos de las nuevas tecnologías que no están presentes en la anterior ley de medios, pero pensar que los medios, las grandes corporaciones mediáticas se autoregulan, se controlan a sí mismas, eso no lo creo”, concluyó.