A través de un convenio que firmaron la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la empresa Nucleoeléctrica Argentina S.A (NASA) y representantes de la UOCRA, ayer se pusieron en marcha las obras para el desarrollo del reactor nuclear de potencia CAREM 25, dentro de Atucha I, que permitirá que 350 trabajadores despedidos por la empresa Techint en plena cuarentena, puedan retornar a la actividad laboral. 

Lucas Castiglioni, director de NASA, explicó a que “reactivar estas obras hace que más de 350 trabajadores de la construcción y otros 100 puedan volver a trabajar”, y agregó que “el país necesita, más allá de la situación que nos encontramos de pandemia, tener una proyección que tenga que ver con trabajo; no concebimos que sea de otra forma, y estos proyectos le dan la importancia que necesitamos en el sector nuclear”.

“Lamentablemente estos últimos cuatro años han hecho que estén atrasados los proyectos” y que no se les haya dado “la continuidad para el funcionamiento, tanto de las centrales nucleares como de aquello proyectos que tienen gran importancia en el sector nuclear nacional, como es el CAREM 25”, indicó el ex concejal de la ciudad de Zárate que asumió al frente de la empresa con mayoría estatal a partir de enero de este año.

El prototipo que se va a desarrollar, el CAREM 25, es un reactor de 25 megavatios, que tiene una ingeniería 100% nacional y que cuenta con componentes que son de fabricación en el país.

Son reactores modulares, de uranio enriquecido y agua liviana, que permiten la provisión de energía a localidades de 200 mil habitantes, parques industriales o desarrollos industriales de mayor envergadura.

Castiglioni explicó que “una vez puesto en marcha”, la idea es “poder establecer una serie de criterios en el ámbito internacional y hasta exportar esta tecnología, que hace poner a la vanguardia al país en el sector nuclear”.

“La escala del prototipo hoy es de 25 megavatios pero una vez puesta en marcha podemos pensar”, como continuidad de este proyecto, “en trabajar a escala comercial, de unos 130 o unos 150 megavatios”, remarcó el director de NASA.

NASA, que es una empresa que tiene como accionista mayoritario al Estado Nacional y opera las tres Centrales Nucleares Argentinas, Atucha I, Atucha II y Embalse, celebró a mediados del mes de junio un convenio con la Uocra y la CNEA, en el que se fijaron las condiciones de contratación de los trabajadores.

El titular del sindicato de la Construcción, Julio González sostuvo que “hay un grupo de 70 o 100 compañeros que son incorporados inmediatamente, que van a recuperar el 100% de su salario y hay un salario de contingencia para aquellos que no ingresen inmediatamente; se habla de un 75% del salario sujeto al acuerdo nacional”, hasta que se normalicen las condiciones de trabajo de acuerdo a las condiciones de la cuarentena.

Una matriz energética diversificada

Castiglioni describió que “en el medio de esta pandemia, a través de las 3 centrales nucleares que tenemos funcionando en el país, pasamos del 6% al 10% de generación de energía”, lo que implica que “el país se haya ahorrado costos muchos más grandes en otro tipo de industrias como la generación térmica a través de hidrocarburos”.

El director de NASA explicó que las centrales nucleares “tienen un aporte de gran generación, de energía de base, que funciona los 365 días del año”, y aclaró que “evita la generación de gases en el medio ambiente, el efecto invernadero y hace también que tengamos una estructura diversificada de nuestra matriz”.

Para Castiglioni, “es importante estar nuevamente a la vanguardia en ese sentido”, porque el desarrollo que comenzó en “el año 2006 con Néstor Kirchner y después continuó Cristina Fernández de Kirchner con la financiación de la construcción de Atucha II”, y la continuidad “de un plan nuclear con este proyecto CAREM 25 y la ley promulgada en 2009, que prevé la construcción de nuevas centrales nucleares  en el país”, permite una participación “que no es solamente en el sector nuclear sino también en el metalmecánico, en la parte de investigaciones, y en el área de servicios y la industria”.

Los años de macrismo

“Lo que sufrimos en estos cuatro años, primero fue la pérdida del empleo, porque en diciembre de 2015, ni bien asumió el gobierno de Mauricio Macri, despidieron alrededor de  2.500 trabajadores de la construcción en el sitio Atucha, y unos 232 que les iban a dar la continuidad a los proyectos nucleares que tenía el país”.

El titular de la empresa, planteó que “hubo un deterioro muy importante en los proyectos” como la del reactor CAREM 25 o la construcción de piletas de mantenimiento en seco.

Por estos motivos, Castiglione consideró que “con un claro objetivo diferente a lo que pasó en los 4 años de macrismo, se tomó la decisión de darle continuidad” a estos proyectos y de relanzar “la unidad de gestión de proyectos nucleares, que es aquella que va a estar abocada no solo a las obras complementarias de las centrales, sino al próximo desarrollo de nuevas centrales de nuestro país”.