Luego del principio de acuerdo en la negociación de la reestructuración de la deuda en moneda extranjera por parte del Estado nacional, se allanó el camino para que los gobiernos provinciales inicien la refinanciación de sus propias deudas, principalmente tomadas durante el gobierno de Mauricio Macri y cuyos vencimientos más urgentes ascienden a 11.000 millones de dólares.

El economista Nicolás González Roa del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) explicó que “el panorama es alentador” para la negociación de las provincias porque les permite encarar este proceso con “solvencia”, ya que la reestructuración posibilita una posible mejora de la recaudación producto de una dinámica de crecimiento que pueda encarar el Estado Nacional; les da previsibilidad cambiaria y en última instancia, la posibilidad de acceder al “salvavidas” de la financiación.

“El escenario de reestructuración de Nación le permitiría al Estado nacional tener un piso para recuperar la senda del crecimiento y que esto confluya en un panorama de mayor recaudación, lo que posibilitaría la recomposición de la actividad e impactaría de manera positiva en los recursos de coparticipación y en aportes fiscales hacia las provincias; y en la recaudación de recursos de origen provincial, atados a la actividad”, explicó a .

Y remarcó que “el gobierno argentino ganó mucho aire y liberó recursos fiscales que puede derivarlos a la reactivación económica, y eso presenta un panorama más holgado para las provincias a la hora de encarar un posible refinanciamiento porque tendrían posibilidad de recaudar recursos, no solo propios, sino los que provienen de la coparticipación”.

González Roa señaló que a partir de esta “facilidad de contar con recursos para afrontar los pagos” de la deuda y el hecho de que “el acuerdo de Nación puede reducir, al menos de manera temporal, las tensiones cambiarias; les otorgaría cierta previsibilidad a la hora de encarar una negociación”.

En tercer lugar, mencionó que a “este escenario positivo”, se le suma el hecho de que la reestructuración de Nación “le da la posibilidad de acceder al mercado financiero a las provincias; que no sería lo ideal en un contexto como este, pero siempre es un salvavidas en última instancia”.

En definitiva, “las provincias podrían tener un escenario donde tengan la solvencia para encarar los futuros pagos” de la deuda a refinanciar que es de “alrededor de 11.000 millones de dólares en este período; que son los vencimientos más urgentes”.

Las provincias que iniciaron sus procesos de reestructuración son Buenos Aires, por 7.148 millones de dólares, Mendoza, que extendió el plazo para seguir negociando los 590 millones, Neuquén que inició esta semana el proceso por 900 millones y Entre Ríos por 500 millones; aunque son varias las administraciones que están en la misma situación.

González Roa explicó que los gobernadores están pendientes de la negociación de la provincia de Buenos Aires, porque “es una de las provincias mayor endeudamiento tuvo en los últimos 4 años” y el hecho de que pueda ser “positiva, marcaría un panorama o un antecedente alentador; abriría la senda” para el resto de las provincias.

El economista de CEPA planteó que “hay que diferenciar” esta situación de “la refinanciación interna, que frente a un escenario de alivio fiscal es más sencilla” y porque “el gobierno nacional anunció una reprogramación con un programa de 36 cuotas con una tasa de interés anual de 0.1%”.

Últimos 4 años: incremento de 542% en las deudas 

El integrante de CEPA señaló que “las provincias venían con una situación compleja durante los últimos cuatro años, porque tanto la coparticipación como la recaudación ligada a la actividad ya venían a la baja, no solo a nivel nacional sino que en la situación particular de las provincias estos indicadores fueron muy regresivos”.

“La manera de sortear este déficit fue recurrir al endeudamiento en dólares que complejizó mucho más el panorama luego de una fuerte subida del tipo de cambio” indicó el economista y aclaró que “en los últimos 4 años el incremento de deuda de las provincias fue de un 542%, con un PBI comportándose de manera recesiva”,

Como la recaudación a nivel provincial está fuertemente vinculada a la actividad, y durante el macrismo hubo una gran caída en todos los niveles, las provincias “tuvieron una recaudación fiscal fuertemente negativa, de impuestos como ingresos brutos y sellos” y además “hubo una creciente caída de los recursos por coparticipación, que alcanzan casi el 71% del total de la recaudación de las provincias”.