Luego del anuncio del acuerdo para reestructurar la deuda en moneda extranjera entre el gobierno argentino y el grupo de bonistas mayoritarios, el economista Sergio Chouza sostuvo que “es un primer paso, no el fin de la historia” y destacó la importancia “de pasar ese capítulo”, porque “la deuda es una cepo al crecimiento”.

“El acuerdo es importante porque nos permite pasar un capítulo que fue complicado y que teníamos que pasar para empezar a transitar una agenda de problemas estructurales, que son los que nos tiene que interesar resolver”, indicó el docente e investigador de la Universidad de Buenos Aires y de la Undav (Universidad Nacional de Avellaneda), en diálogo con .

Chouza aclaró que “necesariamente había que pasar ese capítulo” porque “la deuda es un cepo al crecimiento, al desarrollo, a poder atender las cuestiones macroeconómicas que traban el funcionamiento de una economía sana”.

El ministro de Economía Martín Guzmán cerró el lunes el acuerdo para reestructurar alrededor de 66.300 millones de dólares de deuda, con un valor presente neto, que es la medida utilizada para resumir la quita, en el que Argentina deberá pagar un monto de entre 54 y 55 dólares por cada 100 del valor original de cada bono; cuando la oferta inicial de los bonistas era de 92 dólares por cada 100.

Tal como aclararon desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), los acreedores redujeron su oferta un 70% desde que se iniciaron las negociaciones, mientras que el gobierno la mejoró un 35%, ya que los bonistas pedían 92 dólares iniciales y el gobierno ofrecía 40 dólares por cada 100. 

Chouza señaló que “las condiciones en las cuales se terminó convalidando el canje en una posición intermedia, donde Argentina no cedió ni un ápice, parados desde una reafirmación de la soberanía económica de nuestro país, cuando algunos pedían que Argentina tenga una mirada más complaciente, de conceder los pedidos iniciales de los acreedores para cerrar más rápido”. Y remarcó que “se terminó comprobando que lo que tenía que primar era un criterio de sustentabilidad, que es lo que se terminó garantizando y que se resume en estos 33 mil millones de dólares, que es el monto que nos ahorramos respecto de la curva actual de vencimientos”.  

Desde CEPA indicaron que el canje permite “despejar vencimientos de los próximos años y con ello, recuperar una senda de crecimiento”, porque “si entre 2020 y 2024 vencían nada más y nada menos que 63.664 millones de dólares por todo concepto (capital e interés, deuda pública y privada, ley local y extranjera)”, con la reestructuración “vamos a pagar sólo 6.116 millones aproximadamente”. 

Sobre el horizonte que abre este canje, el economista indicó que “la lista de cosas pendientes es amplia” y advirtió que “esto es un primer paso, no es el final de la historia”.

“Ahora sobretodo tenés que atender a las cuestiones macroeconómicas irresueltas, la inflación, la estabilización cambiaria cerrando la brecha que sigue siendo importante y conforme se normalice la situación de la pandemia empezar a recomponer la economía real”, destacó Chouza.

Sostuvo que “primero hay que apagar los incendios, todo lo vinculado con las variables monetarias que todavía no están ordenadas todo lo que deberían, y después encarar la agenda más propia del plan de gobierno que había propuesto esta administración, que es la de fomentar las exportaciones, de promover una reforma tributaria que premie a los que producen y que pueda tener una mejor composición en términos de progresividad y encarar una reforma profunda en términos previsionales”.

En definitiva, lo que planteó el docente universitario es la necesidad de retomar “todas las agendas que por la doble crisis que estamos transitando están pospuestas”.

Uno de los puntos que también resaltaron desde el CEPA es que va a permitir liberar “recursos fiscales para atender la pandemia y para recuperar el consumo y la producción, y con ello el crecimiento económico”.

En esta línea remarcaron que el gobierno gana “margen fiscal para financiar transferencias a sectores populares” y le da la posibilidad a las empresas de acceder “al crédito internacional en el mediano plazo” y de forma más barata, “en un contexto de pandemia donde el apalancamiento es fundamental”.

Prat Gay y Ecuador

El ex ministro de Hacienda del gobierno de Mauricio Macri, Alfonso Prat Gay twiteó en el día de ayer que “se podría haber logrado un acuerdo mejor” y comparó el canje argentino con el ecuatoriano, donde señaló que fue “más rápido”, con “mayor alivio de intereses y mayores plazos y quita de capital”.

Chouza consideró que “el canje que logró nuestro país fue más conveniente, tuvo un recorte más favorable en términos del valor presente neto”, ya que “en el caso ecuatoriano está cerca de los 61 dolares cada 100 y en el caso argentino está cerrando en 54,8; hay 6 dólares de diferencia”. 

Para el economista, “la estrategia de Ecuador fue otra, fueron más concesivos con lo que terminaron cediendo y fue un acuerdo más rápido, pero porque se pararon desde una postura negociadora que no ofreció tanta resistencia a los pedidos de los acreedores”.

“La estrategia ecuatoriana se centró más en promover una quita de capital que la de bajar la tasa de interés promedio mientras que Argentina se centró más en bajar la tasa de interés promedio y en distribuir mejor los plazos de pago para que no queden tan concentrados en estos primeros años”, explicó.