Faltando muy pocos días para el vencimiento -el martes de la semana próxima- del plazo fijado para arreglar con los acreedores que poseen bonos de la deuda externa, y mientras desde ese sector los más poderosos presionan en forma extrema al gobierno argentino y amenazan con hacer fracasar toda la negociación, tanto el presidente Alberto Fernández como el ministro de Economía, Martín Guzmán, reafirmaron la vigencia de la última oferta.

“No vamos a postergar a ningún argentino por una deuda que no podemos pagar”, dijo en un acto oficial el primer mandatario, mientras que el jefe del equipo económico declaró a la agencia Bloomberg, una de las más importantes plataformas de información financiera del mundo, que con su propuesta el país ha realizado “el máximo esfuerzo” y “no queremos comprometernos a algo que no podamos cumplir”.

A última hora de este lunes, los tres grupos financieros más grandes mostraron su poderío en una carta a las autoridades de nuestro país, donde presionan para obtener más beneficios con los bonos que Argentina emitiría tras acordar nuevas condiciones de pago. Los tres conglomerados están encabezados por los fondos de inversión BlackRock, Ashmore y Fidelity, pero agrupan en total a alrededor de 30 fondos de ese tipo. 

Ayer el presidente se refirió al tema durante una ceremonia oficial, de la cual participó por videoconferencia, para inaugurar en La Matanza un hospital general de agudos pero que en lo inmediato atenderá a pacientes de coronavirus. “Este era un hospital construido que nadie había puesto en marcha”, dijo en referencia a que el establecimiento estaba muy avanzado al terminar el gobierno de Cristina Kirchner en 2015, pero la gestión de Mauricio Macri decidió no terminarlo.

Dentro de ese contexto, hizo una breve pero sustancial alusión a la renegociación del endeudamiento heredado de la etapa macrista. El jefe del Estado expresó que “los acreedores deben saber que no vamos a postergar a ningún argentino por una deuda que no podemos pagar”.

Amplió el concepto al afirmar que “no debe dudar ningún argentino ni ningún acreedor que, mientras la pandemia exista, el gobierno va a estar al lado de los que más lo necesitan. Somos muy conscientes de cuál es la prioridad: cuidar la salud de los argentinos y las argentinas, y nadie nos va a doblegar en eso”, remató Fernández.

“Es el máximo esfuerzo”

El ministro Martín Guzmán, en sus declaraciones a la agencia internacional financiera Bloomberg, explicó que desde el comienzo de las tratativas con los financistas que poseen bonos de la deuda el gobierno “mejoró significativamente la oferta, y así llegamos a un punto que es el máximo esfuerzo que Argentina puede hacer sin comprometer el curso social que estamos tratando de lograr”.

“No queremos comprometernos a algo que no podamos cumplir”, reforzó, para luego añadir que “en el pasado se hicieron las cosas mal en ese sentido y ahora las queremos hacer bien”.

Guzmán adelantó que “después del proceso de reestructuración de la deuda con los acreedores privados, esperamos solicitar un nuevo programa del FMI (Fondo Monetario Internacional) que reemplace al anterior, que no funcionó”. Aclaró que “esto va a suceder independientemente de lo que ocurra con los acreedores privados”.

“Cualquiera sea el resultado, Argentina pasará mucho tiempo sin emitir deuda en el extranjero, dijo el titular del ministerio de Economía de la Nación, al tiempo que reafirmó que el país “está totalmente comprometido con la consolidación fiscal”. 

Unos 3 dólares de diferencia por cada 100

Los tres conglomerados financieros antes mencionados, que agrupan a una treintena de fondos de inversión, en su comunicación del lunes demandaron al gobierno una mejora de la oferta y advirtieron que reúnen a más del 50% de todos los poseedores de bonos, en una implícita referencia a que podrían hacer fracasar todo el proceso de negociación que el presidente Alberto Fernández lanzó desde el comienzo de su mandato.

De forma similar a como habían hecho en una nota anterior -el pasado 20 de julio-, al comenzar esta semana reclamaron levantar el “piso” del valor de recupero presente desde los 56 dólares por cada 100 de valor nominal.

Las autoridades nacionales, en tanto, mantienen la oferta presentada el 3 de julio, en la que contemplan un mínimo de 53 dólares por cada nómina de 100, es decir una diferencia de alrededor de 3 dólares respecto de los que piden los financistas internacionales.

En base a las previsiones existentes, el plazo para que los acreedores expliciten su decisión de ingresar al canje de deuda vence el próximo martes, 4 de agosto. Pero diversos analistas consultados por la agencia de noticias Télam especulan que esa fecha podría extenderse, de cara al nivel de aceptación y ante la posibilidad de que más tenedores de bonos finalmente acuerden con la oferta realizada por Argentina.