La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, afirmó ayer que Facundo Astudillo Castro “es un desaparecido en democracia y con intervención de la Policía, eso está bien claro”, y agregó que “esto es muy grave” porque “son coletazos de la vieja época que todavía subsisten en nuestro país”. 

Carlotto exhortó a “reivindicar a las nuevas generaciones de uniformados para que las formen democráticamente, y no con esas mañas y malas acciones que no se pudieron borrar” del accionar policial. 

La presidenta de Abuelas fue entrevistada por El Destape Radio y dijo que la organización que conduce se suma  “al reclamo por la aparición de Facundo y estamos acompañando a la familia”. Sostuvo que “hay que pedirle a las autoridades que separen a quienes son responsables, se los indague y se los juzgue”.

Cada hora y día que pasan tienden a convertir al joven Astudillo Castro, de 22 años, en un desaparecido con evidencias de que la Policía de la provincia de Buenos Aires pudo haber sido responsable de lo que le haya pasado. Lo cierto es que hace 78 días fue visto y fotografiado por última vez en un control policial en ruta en el sur bonaerense, y no se supo más nada de él.

Por orden de la justicia federal de Bahía Blanca, desde este martes se realiza una búsqueda en la cual intervienen 200 integrantes de las fuerzas de seguridad que dependen del Estado nacional. Las tareas incluyen el despliegue de drones, helicópteros y lanchas para áreas fluviales y costas del puerto bahiense.

Tras haber sido en principio un caso de “averiguación de paradero”, en las últimas semanas, a pedido de la familia del joven y de organizaciones de Derechos Humanos (DD.HH.), se abrió una causa judicial por “desaparición forzada” que quedó en la órbita federal, y esa es la hipótesis con la que trabajan los funcionarios judiciales.

La Policía de la provincia fue apartada del caso por aplicación de protocolos que así lo establecen cuando la propia repartición está sospechada de eventuales actos criminales.

Facundo vive en la localidad de Pedro Luro y desde allí salió a fines de abril para intentar llegar a Bahía Blanca a ver a una ex novia. El 30 de ese mes fue interceptado en la ruta 3 por policías que realizaban controles de desplazamiento de personas en el contexto de la cuarentena, y fue la última noticia que se tuvo del muchacho.

La falta de conocimiento sobre Facundo se hizo pública cuando había pasado más de un mes. Posteriormente, el reciente 10 de julio, se difundió una fotografía donde aparece esposado, junto a un integrante de la Policía bonaerense y ambos al lado de un vehículo de esa fuerza. La imagen fue tomada cerca de la entrada de la localidad de Mayor Buratovich, a pocos kilómetros de Bahía Blanca.

Los operativos de búsqueda que se realizan actualmente se llevan a cabo en proximidades de las localidades de Teniente Origone, Mayor Buratovich e Hilario Ascasubi, en inmediaciones de la ruta nacional 3. Bajo las órdenes del fiscal federal Santiago Ulpiano Martínez, intervienen la Policía Federal Argentina (PNA), Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Gendarmería Nacional y Prefectura Naval Argentina (PNA).

Ayer se hizo un rastrillaje desde el kilómetro 768 de esa vía de tránsito en dirección a Bahía Blanca. Además, personal naval efectuó navegaciones por la zona costera desde Puerto Galván hacia General Daniel Cerri y en cercanías del canal Sauce Chico, próximo a la ruta. No hubo novedades en la búsqueda, que hoy continuará por otras zonas.

Referentes de Derechos Humanos

Por la repercusión nacional del tema y la eventual gravedad de que el chico Astudillo Castro haya sido víctima de un crimen policial, entidades de DD.HH. consideran “indispensable que se realice con la mayor urgencia posible una búsqueda e investigación seria y sin presiones, y que la justicia federal de Bahía Blanca avance rápidamente en la denuncia por desaparición forzada presentada por la familia de Facundo”.

Esa posición fue expresada días atrás por Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Centro de Estudios Legales y Sociales, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Liga Argentina por los Derechos Humanos y Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos. 

Estas organizaciones, que son las más tradicionales del movimiento de Derechos Humanos, se pronunciaron junto con otras del sector en una declaración especial titulada “¿Dónde está Facundo Castro?”, en la cual también expresan su “abrazo” a la familia del chico.

Por otro lado, la abogada y militante María del Carmen Verdú declaró la semana pasada a que “el dato trascendente, fundamental” del caso, es que el joven Astudillo Castro “la última vez que fue visto, era subido por la fuerza como detenido en un móvil policial”.

“A partir de allí es que decimos que quien debe informar lo que pasó y quien tiene la obligación de completar toda esa información faltante es el Estado, porque del mismo modo que cuando se produce una muerte dentro de una comisaría o de una cárcel no es la familia quien debe probar lo que sucedió, sino que es el Estado el que tiene la obligación de decir ‘yo no fui’, si es que no fue”.

Verdú, quien conduce la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), afirmó que mientras no se sepa si ocurrió algo distinto de la presunta responsabilidad policial, “es una desaparición forzada”.