La exsubdirectora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en el gobierno de Mauricio Macri, Silvia Majdalani, negó ayer haber ordenado o participado de maniobras de espionaje ilegal en 2018 contra la entonces senadora y actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, e intentó apartar a la fiscal del caso, a quien acusó de haber perdido objetividad. Para hoy está citado en el juzgado de Lomas de Zamora el exdirector general, Gustavo Arribas.

La ex "señora 8", como se conoce en el mundo de los espías al número dos de la AFI, prestó declaración indagatoria ante el juez Juan Pablo Auge en el marco de la causa en la que se investigan maniobras de inteligencia ilegal sobre la ex presidenta y el Instituto Patria, que funcionaba por entonces como base política del kirchnerismo. 

Majdalani concurrió ayer al juzgado federal 2 de Lomas de Zamora, acompañada por su abogado Juan Pablo Vigliero y recusó a la fiscal Cecilia Incardona. Entre los argumentos, aludió a una supuesta pérdida de imparcialidad para actuar en la investigación y recordó que los presuntos hechos de espionaje ilegal habrían ocurrido en el marco de una investigación de la que la fiscal participó, y no los habría denunciado en su momento.

Arribas, quien debe presentarse hoy, es un íntimo amigo personal de Macri y cuando fue nombrado en el más alto puesto del sistema de inteligencia argentino, no tenía ninguna experiencia en cargos públicos. Escribano de formación, su principal actividad profesional conocida era el negocio de la intermediación para la transferencia de jugadores de fútbol a distintos clubes.

La defensa del exfuncionario está en manos del abogado Alejandro Pérez Chada, quien ya representó a Macri en otras causas penales. E incluso al propio imputado de ahora, cuando en 2017 lo denunciaron por una transferencia relacionada con un “cuevero” (administrador de dineros ilegales) de la causa Odebrecht, expediente en el que Arribas fue sobreseído por el juez Rodolfo Canicoba Corral.

Fundamentos de la imputación

Al ordenar las citaciones, el juez Auge sostuvo que tanto Arribas como Majdalani habrían tenido responsabilidad en el espionaje ilegal sobre Cristina y sobre el Instituto Patria, realizado por ex agentes secretos, entre ellos el ya procesado Alan Ruiz.

Según las constancias del expediente, los espías actuaron mediante "vigilancias, observaciones", almacenamiento de datos, generación de informes sobre personas "por el solo hecho de su pertenencia político partidario, social, sindical y/o cultural".

En concreto, en los fundamentos de la imputación el juez Augé sostuvo que quienes fueron jefe y subjefa de la AFI durante al macrismo firmaron una nota desde la AFI, para ser entregada a la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos de Control y Actividades de Inteligencia del Congreso, en la que negaron la existencia de espionaje ilegal alguno, el 9 de agosto de 2018.

En el caso de Majdalani se suma su presunto "vínculo directo" con el ya procesado Ruiz, ya que ella habría tenido "conocimiento actualizado y periódico sobre los avances de esos espionajes ilegales nutridos de los resultados de las vigilancias y observaciones", imputó el juez al remarcar que los informes "eran remitidos al equipo de Alan Ruiz y posteriormente este se los elevaba a Majdalani".

Las indagatorias de ayer y hoy tienen fuerte relevancia política. Son las primeras desde la salida del macrismo del gobierno en diciembre del año pasado, y se producen en torno del espionaje, una de las áreas que Cristina Kirchner más criticó durante los cuatro años de la administración de Cambiemos. 

Además, tanto Arribas, que es íntimo amigo de Macri, como Majdalani, que es una dirigente histórica del Pro, ocupaban cargos de primera línea en la estructura del gobierno y del Estado, y de máxima confianza política del presidente de la Nación.