Argentina
14/07/2020

El país puede ahorrar u$s 37.600 millones con el canje de la deuda

El país puede ahorrar u$s 37.600 millones con el canje de la deuda | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Es un cálculo hasta el 2028 a partir de la reducción del costo de financiamiento en casi 3 puntos promedio. Lo dice el último informe de la Universidad de Avellaneda que destaca que la propuesta significa “una descompresión de pagos enorme”.

La última propuesta de canje de los bonos en moneda extranjera, que tiene plazo de negociación hasta el 4 de agosto, si es aceptada implica una reducción de 37.600 millones de dólares hasta 2028, ya que reduce casi 3 puntos promedio el costo del financiamiento.

De acuerdo al último informe de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), “si bien la nueva propuesta implica pagar más en los próximos 3 años respecto a la propuesta inicial, sin dudas es una descompresión de pagos enorme”.

Los principales números tienen que ver con un recorte sobre la deuda actual de 34.721 millones de dólares, por la quita de 40% de intereses y el pago de un 2.3% extra de capital; que se comenzará a pagar en agosto de 2021.

En esta propuesta, comparada con el cronograma vigente que dejó el gobierno de Mauricio Macri, “se destinarían menos recursos y en el doble de años”; ya que actualmente habría que destinar 7,9% del PBI en el periodo de 2020 a 2023, frente a un 5,5% del PBI en el periodo del 2020 al 2027, de la nueva propuesta. 

“Si agregamos el período de mediano plazo de 10 años, hasta 2030, con la nueva propuesta de reestructuración se pasaría de tener que pagar 73.400 millones a 42.405 millones de dólares, lo que grafica la intención del gobierno de transformar en sostenible y sustentable la situación de brutal sobreendeudamiento externo que dejó la gestión anterior”, explicaron los economistas.

En el informe, realizan una equivalencia para graficar esta mejora: “los intereses que Argentina va a ahorrar en caso de cerrarse este canje de deuda representan 103 millones de asignaciones IFE, 61 millones de jubilaciones mínimas y 6,5 veces el presupuesto anual para la salud”.

Otros números que presentaron en el documento tienen que ver con la quita sobre los intereses que es del 40%, “a diferencia del 64% planteado en la primera oferta”, y el pago de “un 2,3% extra de capital debido a los incumplimientos realizados durante el proceso de negociación, contrario al recorte del 5,6% planteado inicialmente”. 

“Esto equivale a un recorte de 36.271 millones de dólares en intereses y un pago extra de 1.550 millones en capital, mientras se propuso alargar los plazos de pagos a través de 13 bonos nuevos en dólares y en euros”, explicaron y remarcaron que los primeros de estos bonos vencen en 2030 y luego se ofrecen a 2035, 2038, 2041 y 2046.

En definitiva, “el recorte total alcanzaría los 34.721 millones de dólares, lo que representa una mejora para los acreedores privados de 7.860 millones de dólares respecto a la primera oferta presentada”. 

El período de gracia es otro punto importante en esta propuesta, que mejora la oferta a los acreedores, ya que plantea que “el pago de intereses comience a partir de agosto de 2021, mientras que anteriormente se había planteado” comenzara a pagarse en 3 años. 

“La quita total planteada por el gobierno representa un 9,9% del PBI actual, sumando el recorte de intereses y capital”, definieron los economistas y agregaron que “la nueva propuesta implica destinar 2.133 millones de dólares al pago de intereses entre el periodo 2021-2023, lo que equivale al 0,6% del PBI actual”. 

El ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó oficialmente ante el ente regulador del mercado de capitales de Estados Unidos (SEC) el 5 de julio los lineamientos de esta oferta a los bonistas privados, que son “13 bonos en dólares, 7 en euros y 1 en francos suizos”.

De esos bonos, 17 fueron emitidos por la administración anterior en 2016, mientras que los restantes son parte de la reestructuración de la deuda externa del 2005 y 2010; y suman un total de 66.316 millones de dólares, de los cuales 41.548 millones corresponden a los bonos lanzados por el último gobierno.

Reacciones del mercado

Desde Undav señalaron que “los bonos y acciones argentinos continúan con la tendencia positiva de los últimos meses, guiados por las expectativas positivas de un potencial acuerdo en el proceso de reestructuración de deuda, y al acercamiento que se observa entre las partes”.

Un indicador es el riesgo país que el 4 de mayo se encontraba en 3.614 puntos básicos y el 10 de julio, luego de la nueva propuesta, se ubicaba en 2.337 puntos básicos, con una reducción de prácticamente 1.200 puntos.

“La baja del riesgo país en el último bimestre tiene su causa en una mejora generalizada de los bonos argentinos que subieron por las especulaciones realizadas por el mercado en torno a un posible acuerdo del gobierno nacional con los acreedores”, concluyeron.

Estrategias del gobierno

El análisis de los economistas de Undav reflejó que algunos grupos de acreedores “ya han dado el visto bueno para llegar a un acuerdo” y se habla de un nivel de aceptación en torno al 50%.

Aunque “desde el gabinete económico continúan siendo cautos y ya adelantaron que los sectores más duros y reacios durante el proceso de negociación, liderados por el grupo BlackRock, no van a aceptar la propuesta”.

A pesar de esto en los últimos días, “se ha abierto nuevamente el canal de comunicación con los mismos”.

“La intención oficial parece ser la de buscar quebrar la unidad de los distintos comités”, indicaron en el informe ya que “no parece haber comunidad de intereses” entre el grupo Ad Hoc, liderados por Blackrock, y Exchange, representados por Monarch; y quienes ocupan las posiciones más intransigentes. 

En la estrategia, es necesario que se dividan estos dos grupos porque si no “difícilmente nuestro país alcance los umbrales de las cláusulas de acción colectiva”. 

La salida que exponen en el documento para que lleve adelante el gobierno es la de un “escenario intermedio”, que se puede dar si se superan los niveles mínimos para que no quede desierta la oferta, que implica un “canje parcial”. 

“En este caso, Argentina puede cerrar algunas series vía reasignación, y dejar abiertas otras, apostando por una estrategia de desgaste a largo plazo”, señalaron y remarcaron que “un default de este tipo no es el peor escenario, pero deja el problema irresuelto que se deberá seguir trabajando los próximos años”.

29/07/2016

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