En el marco del aislamiento del barrio Villa Azul en el Conurbano bonaerense por el foco de contagios de coronavirus, el ministerio de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires decidió comprar 3.000 bolsones de verdura a la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) y ayer se entregaron los primeros 1.000 a los vecinos.

Rosalía Pellegrini, vocera de la UTT, celebró el hecho de que “el Estado realice asistencia alimentaria con lo que producimos desde la agricultura familiar y campesina, las organizaciones que venimos produciendo y dando de comer al pueblo con alimentos sanos, con trabajo digno y con organización”.

En diálogo con , la militante agregó que la necesidad de ser proveedores del Estado “forma parte de la agenda del sector”, para que los gobiernos “comiencen a conducir las compras hacia los que somos ese ‘otro campo’, que trabajamos la tierra con nuestras propias manos, que somos solidarios, porque inclusive en el marco de estos 3.000 bolsones de verdura, aparte donamos 3.000 kilos de verdura de nuestras quintas”, relató.

La propuesta del gobierno provincial surgió el día martes y de inmediato los agricultores prepararon los primeros 1.000 bolsones agroecológicos de 7 kilos cada uno, con lechuga, acelga, papa, cebolla, anco y apio que se entregaron ayer.

Pellegrini diferenció la propuesta solidaria de la UTT de la “del campo sojero, el que acapara alimentos, que no está dispuesto a entregar 3 puntos de retenciones para generar una distribución de la riqueza a los que menos tienen”.

Señaló que ya donaron “unos 100.000 kilos de verdura en lo que va de la cuarentena en todo el país”, y que vienen de “verdurazo en verdurazo planteando” por un lado “derechos para el sector”, y por otro trabajando con “solidaridad” y con la idea del “alimento como función social, no como un negocio”.

Barrio en aislamiento estricto

La Villa Azul es un barrio muy pobre ubicado en el límite entre los distritos de Quilmes y Avellaneda, por lo cual un sector pertenece al primero de esos municipios y otro sector al restante. El barrio ya tiene 192 infectados de Covid 19, y el gobierno bonaerense que encabeza Axel Kicillof ordenó un estricto aislamiento, por lo que intensificaron la asistencia de alimentos para los vecinos.

Dentro de ese contexto, el ministerio de Desarrollo de la Comunidad a cargo de Andrés “el Cuervo” Larroque, decidió comprar sin intermediación productos de la Unión de Trabajadores de la Tierra. Desde esa organización aclararon que “se ponen a disposición del Estado para acercar alimentos sanos, soberanos y seguros a las poblaciones vulnerables de la Argentina”.

Carolina, una agricultora que es integrante de la Unión, explicó que de esta manera “se acaban los intermediarios” y les “facilita a la gente del campo” vender la verdura a “un precio justo”, además de que “no solo es más barato sino que es agroecológico, es un alimento sano”.

Red de Comedores

El martes la UTT lanzó la “Red de Comedores por una Alimentación soberana”, una iniciativa de las organizaciones del campo y de la ciudad para “garantizar ollas populares y viandas con alimento sano y seguro”.

Los agricultores indicaron que proponen “generar un bolsón soberano de verduras a precio accesible y directo de los productores para que todos los comedores y ollas populares que lo requieran puedan comprarlo”, y además diseñarán “un recetario popular que sirva para cocinar menús más sanos, acompañado de talleres para cocineros y cocineras de los comedores”.

La vocera Rosalía Pellegrini dijo que “nuestro rol ahí es plantear que el alimento venga directo de los productores, que sea sano, de calidad”, y destacó que ellos generaron “esta asamblea en la que participaron más de 20 organizaciones y nos pusimos de acuerdo en que si se instaló una Argentina con hambre, que los pobres tengan derecho a comer bien, algo tan sencillo como eso”.

La integrante de UTT sostuvo que “uno de los problemas más graves en este país es la malnutrición”, y los pobres tienen que “comer comida basura que entregan estas grandes empresas que son exportadoras de alimentos, como los Pérez Companc, Nidera o Carrefour, y siempre imponen malos precios, incluso hacia el Estado”. Agregó que muchas veces se trata de comestibles “que no son alimenticios, por ejemplo carbohidratos, alimentos ultraprocesados y chatarra de industria a gran escala”.

Los agricultores y la pandemia

Desde la UTT expresaron que los principales problemas estructurales que tienen las familias agricultoras son el del acceso a la tierra, y además en este momento la dificultad para proveerse de semillas para la producción.

“Venimos con problemas estructurales, principalmente con lo que tiene que ver con el acceso a la tierra que se sufre un montón, porque los alquileres siguen subiendo y muchas veces las políticas del Estado no llegan al sector rural”, señaló la vocera, quien enfatizó que “el territorio rural está a la merced de los más poderosos, de los que suelen subir los alquileres y no les importan las leyes”.

Por el lado de las semillas, indicó que el desabastecimiento se produce porque dependen “de un esquema de producción en el cual las semillas son importadas, y no están entrando por la crisis de Europa o son acaparadas por las empresas que las importan y especulan con el precio”, dijo Pellegrini.