La pandemia de la Covid-19 llegó con malos indicadores de condiciones de vida, un agravante en las zonas más humildes de la Argentina y expresión de desigualdad ante la enfermedad que puede empeorar los cuadros de contagios y muertes. 

La población vulnerable en los centros urbanos del país se expresa en los siguientes datos estadísticos: 1.409.000 personas vive en hacinamiento crítico (más de tres personas por cuarto), 2.541.000 están en viviendas construidas con calidad de materiales insuficientes, 4.680.000 millones de personas habita en hogares con saneamiento inadecuado y 13.984.000 de personas no cuenta con ninguno de los tres servicios públicos esenciales (agua corriente, gas y cloacas).

Los datos están contenidos en los indicadores de condiciones de vida de 31 conglomerados urbanos del país y corresponden al segundo semestre del año pasado. Fueron difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) y la medición involucra a un universo de 28.021.639 personas que viven en 9.356.278 hogares.

Las cifras se conocen cuando comienzan a preocupar el número de contagios en las zonas más vulnerables de la ciudad de Buenos Aires, con epicentro en la Villa 31 de Retiro.

En esta última radiografía, el Indec refleja que no accede a las cloacas el 33,7% de las personas que representan 9.426.000 millones, no tienen gas el 35,3% que equivale a 9.874.000 de personas y sin agua corriente vive el 11,8% que es igual a 3.300.000 personas.

La salud de un total de 9.100.000 personas depende solo del sistema de salud público, mientras que 18.897.000 cuenta con alguna obra social prepaga, mutual o servicios de emergencia. 

Alquiler y educación

Un total de 18.307.000 personas es propietaria de la vivienda y terreno, 2.064.000 solo lo es de la vivienda, mientras que 4.578.000 de personas alquilan y 2.566.000 son ocupantes del lugar donde habitan.

Un 7,9% de los adolescentes de 15 a 17 años no concurre a la escuela, un 1,2% de la población de 4 a 14 años tampoco lo hace y ocurre lo mismo con un 12,4% en la franja de cuatro años.

El 41,9% de la población de 4 a 17 años vive en hogares con clima educativo bajo, el 33% en los calificados como climas medio, el 9,6% en climas alto, al igual que muy alto, mientras que  el 5,6% crece en ambientes educativos calificados muy bajo.