En pocas palabras de proyecciones dramáticas, Alberto Fernández le marcó los limites al poder económico y a una parte de la opinión pública que presiona para ponerle fin al aislamiento preventivo obligatorio contra el coronavirus. “Los que dicen ‘salgamos de la cuarentena ya’, sepan que salir ya en los términos que ellos reclaman es llevar a la muerte a miles de argentinos, porque eso no lo podemos controlar”, advirtió el presidente.

La vigencia del actual período de confinamiento en los hogares vence este domingo. El gobierno analiza las posibilidades para flexibilizarlo en alguna medida, y las decisiones al respecto se conocerán el fin de semana. En los últimos días recrudecieron los planteos contra la cuarentena por parte de economistas, empresarios y dirigentes políticos afines al gobierno de Mauricio Macri.

En la mayoría de las provincias -entre ellas Neuquén- con el correr de las semanas se han autorizado distintas actividades comerciales y de servicios. Pero el principal problema persiste en Buenos Aires y las ciudades vecinas del Conurbano, así como en Córdoba, Rosario y otros grandes centros urbanos, donde el traslado de las personas a sus lugares de trabajo produce aglomeración en el transporte público y allí se genera un peligroso foco de contagios.

Desde fines de abril, esa situación ha sido objeto de explotación política desde los grandes medios de comunicación porteños que llegan a todo el país y desde las redes sociales, con la convocatoria a “cacerolazos” que se repitieron varias veces en los barrios más acomodados de Buenos Aires y también en otras ciudades.

El presidente dijo ayer, en declaraciones radiales, que entiende ese tipo de manifestaciones pero sin dejar de observar la "intencionalidad política" que conllevan. "Me parece que están jugando con el malestar que los argentinos tienen. Yo solo le pido a los argentinos que miren los informes", indicó al resaltar que sin la cuarentena "hoy habría miles de muertos".

Advirtió que “están jugando con el malestar que tienen los argentinos. Les pido que miren los informes; si no hubiéramos hecho la cuarentena, tendríamos miles de muertos, que no llegaron porque fuimos responsables”.

“No se puede hacer cuarentena y que la economía funcione, y los que eligieron terminaron juntando muertos en camiones frigoríficos y enterrándolos en fosas comunes”, dijo Fernández, marcando con crudeza la situación que están pasado varios países tanto de Europa como de América Latina.

“Todo no se puede hacer. Le pido a la gente que reflexione. No es que yo tiro una gotita de apertura y veo cómo funciona”, sino que “el mundo demuestra que han abierto (las actividades públicas y el funcionamiento de la economía), y después vuelto a cerrar y vuelto a abrir. Es muy difícil dosificar las salidas”, explicó.

Aclaró no obstante que “con Santiago (por Cafiero, el jefe de gabinete) estamos preparando protocolos para abrir actividades económicas. En el interior del país es más fácil. Si todo lo hacemos cumpliendo el protocolo, con seriedad, evitando el transporte público y el traslado interjurisdiccional, si lo hacemos así, las posibilidades de empezar a funcionar son muy claras”, definió el mandatario.

AEA, Cambiemos, Prat Gay

Luego de que los dueños de las principales empresas del país agrupadas en la Asociación Empresaria Argentina (AEA) presionaran al gobierno para que se de "especial prioridad a mantener vivo el aparato productivo”, el presidente ponderó las medidas que su gobierno adoptó para sostener el empleo y a las empresas.

“Miren qué viva que la mantenemos (a la economía) que hasta le pagamos los sueldos a su gente”, replicó. “No puedo entenderlos, no sé desde qué lugar hablan. El Estado, todos los argentinos, le pagamos el 50 por ciento del sueldo de sus empleados para mantener el sistema productivo, de modo que cuando pase la cuarentena empiece a funcionar todo de vuelta”.

En cuanto a los integrantes de Juntos por el Cambio (ex Cambiemos), Alberto diferenció entre “los que gobiernan y tienen que asumir responsabilidades” por un lado, y por otro “los que opinan”. Aseguró que “los que gobiernan son conscientes de los riesgos”.

"Tengo la suerte de que los opositores que gobiernan (en provincias y municipios) ven igual que yo la situación. No así los que no gobiernan, los que hacen política en Twitter y van a los programas de televisión a explicar que somos nosotros los que destruimos la economía", completó.

También fue consultado por las declaraciones del exministro de Economía del macrismo, Alfonso Prat Gay, quien salió a decir que se está “destruyendo la economía” por la cuarentena. “La verdad es que es muy impactante. Los que destruyeron la economía sin que hubiera ningún coronavirus fueron ellos. ¿Cómo es que se animan a hablar así?”, se preguntó.

Impuesto a las grandes fortunas

Acerca del impuesto a las grandes fortunas impulsado por el diputado Máximo Kirchner y cuya elaboración coordina el también diputado Carlos Heller, el mandatario dijo estar de acuerdo en un proyecto semejante, aunque indicó que en su opinión no usaría la palabra “impuesto”.

"Creo que puede haber un aporte excepcional de las grandes fortunas. Es muy injusto lo que está pasando”, dijo para referirse a las críticas que recibe la propuesta, teniendo en cuenta que el proyecto solo cobraría un gravamen “a 11.000 argentinos poseedores de un patrimonio total de 1.300 millones de dólares”.

Brasil, “un riesgo muy grande”

El mandatario nacional se refirió finalmente a Brasil, que superó en cantidad de muertes y contagios a China ante la pasividad del gobierno de Jair Bolsonaro. Dijo al respecto que la nación vecina representa "un riesgo muy grande" y que es un tema recurrente de discusión en sus diálogos con otros presidentes latinoamericanos.

"Lo he hablado con (Sebastián) Piñera (de Chile), con (Luis) Lacalle Pou (de Uruguay). Brasil es un territorio que, salvo con dos países, linda con toda Latinoamérica. A nosotros nos viven entrando camiones de Brasil que vienen del mercado de San Pablo, uno de los lugares más infectados de Brasil”, advirtió Fernández.