La expansión del coronavirus y las medidas de cuarentena dictadas por el gobierno nacional tiene un capítulo aparte en las villas y asentamientos informales, donde es muy difícil cumplir tanto las medidas básicas de prevención como el aislamiento, Por ejemplo, no hay condiciones mínimas para el lavado de manos ya que no hay agua potable ni jabón, y tampoco está garantizada la provisión de alimentos durante la cuarentena, sobre todo por falta de condiciones de higiene en los comedores comunitarios. A todo ello se suma la amenaza del dengue y la tuberculosis.

La Comisión de Derechos Humanos por la Inclusión, que integran curas villeros como el padre “Pepe” Di Paola o “Toto” De Vedia y profesionales que trabajan en los asentamientos, realizó un pedido a las autoridades mediante un comunicado donde solicitaron “la inmediata conformación de mesas de trabajo o comités de crisis en cada jurisdicción del país, con participación vecinal, que permitan consensuar y efectivizar medidas eficaces en nuestros barrios”.

El presidente Alberto Fernández se reunió ayer con varios de los sacerdotes que integran la comisión quienes expresaron que el jefe de Estado “se puso a disposición y nosotros también al servicio de esta pandemia que nos involucra a todos”. Horas antes de este encuentro que fue solicitado por Fernández, los sacerdotes se reunieron con el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, con quien conversaron cuestiones vinculadas a la infraestructura necesaria para enfrentar la pandemia en los barrios.

Gustavo Moreno, integrante de la comisión y asesor de menores ante la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso de la ciudad autónoma de Buenos Aires, indicó a la necesidad imperiosa de que “no se registren casos en las villas porque la transmisión local en una enfermedad tan contagiosa sería terrible”, más aún en “una población que además le cuesta lograr el aislamiento obligatorio” debido a que muchas veces viven “ocho 8 personas en un ambiente de 3 metros x 3”.

“La situación de villas y asentamientos ha sido grave hasta el momento, el déficit habitacional es grave, la gente vive hacinada, con pocos recursos, no hay agua potable, y cuando hay agua no es segura, en todo el país tenemos el problema del dengue, que viene aumentando exponencialmente y algunos focos de tuberculosis también”, describió Moreno.

Agregó que “a todo esto se suma la pandemia del coronavirus, que encuentra a estos barrios con derechos vulnerados de manera preexistente, y eso hace que estemos muy preocupados por cuáles medidas específicas se van a adoptar en lugares donde mucha gente, además, trabaja con changas y al día, y ahora con el aislamiento obligatorio no pueden hacerlas”.

Agua, alimentación y servicios de salud

En un comunicado difundido antes del encuentro con el presidente, la comisión solicitó como medidas urgentes la provisión de agua de calidad; que haya suministros de alcohol en gel, barbijos y guantes, sobre todo en los comedores y los centros sociales dentro de las villas; y en tercer lugar que se garantice el aspecto alimentario, a través de ingresos o reforzando los comedores comunitarios.

“La provisión de agua es fundamental, no es un tema solamente del Estado sino de las empresas prestatarias del servicio de agua corriente, porque hay muchas zonas de las propias villas que no tienen agua, o tienen una canilla en la manzana o en la cuadra donde todos se proveen y una de las reglas principales es lavarse las manos con agua y jabón”, explicó el integrante de la comisión que habló con este medio.

Explicó que “debería haber una tarea intensa del Estado en la provisión de estos elementos en los comedores comunitarios, porque ahora mucha gente más va a asistir a los comedores”.

Otra cosa que están pidiendo “a nivel nacional es que los hospitales móviles estén cerca de las villas, de los grandes conglomerados y asentamientos precarios que hay, porque es una población que no tiene acceso a la atención sanitaria”.

Moreno explicó que “los centros de salud cercanos a las villas no están abiertos los sábados y domingos y la gente tiene que ir a un hospital, y en las villas de la ciudad las ambulancias no entran si no tienen personal policial que los acompañe”, por lo cual “la persona que vive en la villa tiene un déficit de acceso a la salud”. En consecuencia, “necesitamos que tenga mayor acceso a la salud”, enfatizó.

En el comunicado se indicó que “desde esta Comisión de Derechos Humanos por la Inclusión queremos expresar nuestra alta preocupación al no visibilizarse una política pública destinada a determinar cómo se dará cumplimiento a las medidas preventivas sanitarias que difunden las autoridades gubernamentales, tendientes a resguardar el derecho a la salud de la población de nuestros barrios, donde existe una vulneración preexistente de los derechos sociales”.

Integran la comisión el presbítero José María “Pepe” Di Paola; presbítero Lorenzo “Toto” De Vedia; presbítero Carlos “Charly” Olivero; hermano salesiano Mario Daniel “Coco” Romanín; hermana Cecilia Lee; hermana Yolanda Galka; hermana Marta Pelloni; María Elena Acosta; Ángela García Elorrio; Gustavo Barreiro; Dr. Alberto Palacio; y Dr. Gustavo Daniel Moreno.