Una sugestiva mención del presidente Alberto Fernández en su discurso del domingo ante la Asamblea Legislativa, a la que se sumaron ayer declaraciones del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, confirman que al más alto nivel del Estado existe la decisión de averiguar adónde fue a parar la plata de la deuda externa -la deuda pública, más exactamente- que dejó el gobierno de Mauricio Macri, el condicionamiento actual más grave que pesa sobre el país.

“El Banco Central está haciendo un estudio sobre la deuda que se tomó, ese informe va a estar en 15 días”, dijo Cafiero este lunes (02/03), al ser consultado sobre lo que había manifestado el primer mandatario un día antes. Agregó que “los argentinos deben saber qué es lo que pasó con la deuda que se tomó”. 

La investigación trata de establecer la relación entre el endeudamiento macrista y la fuga de dólares fuera del país o al margen del circuito económico formal. Las maniobras financieras para llevarse el dinero al exterior tienen incluyen procedimientos que provocan grandes daños a la economía y a la sociedad aunque algunas no constituyen delitos. La forma más conocida se denomina “formación de activos externos”.

Fernández, en su discurso formal e institucional del 1 de marzo ante el plenario de senadores y diputados de la Nación, hizo nítidas alusiones al problema del endeudamiento heredado del macrismo. “Debemos enfrentar una deuda pública récord en monto y concentración temporal de vencimientos”, afirmó el jefe del Estado. 

Precisó que “solo en 2020 los vencimientos de capital representan el equivalente a 48.968 millones de dólares. A ello deberíamos adicionarle 14.838 millones de dólares en concepto de intereses de esa deuda”.

En otro tramo de su alocución, que resulta particularmente significativo, el mandatario reveló que “el Banco Central se encuentra analizando de modo pormenorizado la manera en que nuestro país recibió divisas en concepto de préstamos y el destino que los mismos merecieron”. 

Agregó que “todos hemos visto impávidos cómo los dólares que deberían haber financiado el desarrollo productivo, acabaron fugándose del sistema financiero, llevándose los recursos y dejándonos la carga de la deuda. Esas prácticas son absolutamente reñidas con cualquier idea de progreso”. 

Luego calificó a tal proceder como “la especulación más dañina que puede enfrentar una sociedad: endeudarse solo para el beneficio de los especuladores y del prestamista”.

“Debemos saber lo que pasó, quiénes permitieron que ello suceda y quiénes se beneficiaron con esas prácticas. Necesitamos no hacernos los distraídos ante lo ocurrido porque el riesgo que acarrea tal distracción es la concreción de un daño inmenso que deberían soportar varias generaciones de argentinos”, afirmó el presidente de la Nación.

El “destino de la deuda”

En declaraciones radiales, Santiago Cafiero precisó ayer que “el estudio lo está haciendo el Banco Central, está analizando el nivel de deuda que se tomó y cuáles fueron los destinos de esa deuda que se tomó. En puentes y en infraestructura no está”, aclaró con cierta ironía.

Consideró que “una parte pudo haber ido a refinanciar deuda existente, pero otra parte fue claramente creación de activos en el extranjero”, puntualizó. “En castellano, (eso se llama) fuga", graficó el jefe de gabinete.

Explicó además que el Banco Central “va a hacer un informe pormenorizado de lo que sucedió y adónde fueron esos recursos, porque ahora hay que enfrentar el pago de esa deuda que se ha tomado”. 

“Cuando estén los informes veremos si hay medidas judiciales para tomar”, completó Cafiero.