El discurso del presidente Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa confirmó la decisión política de apostar a cambios profundos en aspectos fundamentales de la vida civil e institucional del país, como son la “legalización” del aborto y la reforma del sistema judicial federal. El proyecto de ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo será presentado al Congreso “en 10 días”.

El discurso abarcó prácticamente todas las áreas de gobierno, se detuvo en “la situación extremadamente delicada que hemos encontrado”, aseguró que “estamos dejando atrás una política económica centrada en la especulación para volver a poner el foco en el trabajo y la producción”, y reafirmó que “la deuda pública que heredamos es, sin lugar a dudas, el mayor escollo” que enfrenta la Nación.

En otro momento aseguró que su gobierno “se va a poner al frente de la batalla contra la inflación usando todas las herramientas legales con las que cuenta. No es posible que con la moneda estabilizada y las tarifas congeladas al igual que los combustibles, el precio de los alimentos siga creciendo”.

En los primeros tramos del discurso destacó que “recibimos un país dañado en su tejido social y productivo y con su alma herida por divisiones profundas”. Citó específicamente que “soportamos un nivel de inflación record de 53,8% durante 2019”.

Luego precisó que “debemos enfrentar una deuda pública también record en monto y concentración temporal de vencimientos. Solo en 2020 los vencimientos de capital representan 48.968 millones de dólares. A ello deberíamos adicionarle 14.838 millones de dólares en concepto de intereses de esa deuda”.

Agregó que “la desocupación trepó al 9,7 %, destruyendo más de 240.000 empleos privados entre 2015 y 2019”, mientras que “la industria instalada registra un nivel de capacidad ociosa que roza el 40 %. Llevamos 19 meses consecutivos de caída de la actividad industrial”. Como resultado de la anterior política económica, “hace dos años que nuestro país está sumido en una recesión profunda”, resumió el presidente.

También enumeró que “el Estado Nacional registra una deuda en materia de Obras Públicas de más de 35.000 millones de pesos. El 60 % de las obras iniciadas se encuentran paralizadas”. 

Asimismo, “los aumentos tarifarios de los servicios públicos en los cuatro años que precedieron nuestra llegada, registraron incrementos excesivos. El servicio de gas se incrementó en ese período alrededor del 2.000 % y el de electricidad cerca del 3.000 %. El nivel de esos aumentos llevaron a situaciones críticas a miles de familias, jubilados, comercios, Pymes e industrias”.

Al completar el cuadro del deterioro social, Alberto señaló que “un ejemplo tal vez sirva para entender la gravedad del deterioro: estamos cursando el brote de sarampión más importante desde el año 2000, con el riesgo de perder el logro de ser un país libre de la enfermedad”.

“En 81 días de gestión”

La alocución presidencial prosiguió con una enumeración de sus primeras medidas en dos meses y medio de gobierno. Detalló en ese punto los aumentos salariales de emergencia, los dos bonos de 5.000 pesos para jubilados y los 2.000 pesos para la Asignación Universal por Hijo, así como “la baja en la tasa de interés en los créditos Anses y la suspensión del cobro de cuotas”.

También enfatizó que “en 81 días de gestión, la tasa de interés bancaria se ha reducido del 63 % al 40 %”. Mencionó asimismo “una moratoria de la AFIP para pymes, monotributistas y entidades sin fines de lucro. Y se dispuso una nueva línea de créditos del Banco Nación para pequeñas y medianas empresas”.

Hizo referencia a que se estableció “la doble indemnización para despidos sin causa”, el relanzamiento del programa de Precios Cuidados, la renovación del “Ahora 12”, y “el congelamiento temporario de tarifas, suspensión del aumento de peajes, suspensión de aumentos en el transporte público y suspensión del aumento de combustibles”.

Al momento de referirse a los trabajadores retirados de la actividad laboral, recordó que “otorgamos un 18.8 % de aumento en las jubilaciones mínima”, además “relanzamos el Programa Remediar y, cumpliendo con mi promesa electoral, garantizamos el acceso gratuito a medicamentos esenciales a más de cinco millones de jubilados y jubiladas”, completó Fernández.

“Disponer libremente de los cuerpos”

Previo a confirmar que impulsará la legalización del aborto, dijo que hablaría de “un tema que llevamos mucho tiempo debatiéndolo entre nosotros” y que tiene “profundas implicancias personales. La situación de las mujeres gestantes en Argentina presenta aspectos diversos, distintos son los desafíos que enfrenta la mujer que desea tener a su hijo y aquellas que deciden interrumpir su embarazo".

Sostuvo que “el aborto sucede, es un hecho. Un estado presente debe proteger a los ciudadanos en general y obviamente a las mujeres en particular. En el Siglo XXI toda sociedad necesita respetar la decisión individual de sus miembros a disponer libremente de sus cuerpos.

En ese contexto, Fernández anunció que “en diez días" enviará un "proyecto de ley de interrupción del embarazo que legalice el aborto en el tiempo inicial del embarazo y les permita a las mujeres acceder al sistema público de salud”.

Dicha propuesta de innovación legal será acompañada de otra, denominada "proyecto de los 1.000 días”, que estará destinado al “cuidado y atención" del Estado para las mujeres de bajos recursos, desde el inicio del embarazo hasta los dos años de vida del niño en gestación. Alberto enfatizó la idea de un Estado "activo" en los "momentos trascendentales de la familia"

Explicó que “nuestro propósito es también llegar a las mujeres de nuestro país en situación de vulnerabilidad social en la etapa que más necesitan de la presencia del Estado. Durante el embarazo, nacimiento, puerperio, primeros años de crianza el estado debe estar presente en estos momentos trascendentales de la familia para acompañar y brindar cuidado y protección durante el embarazo de la mujer en nacimiento del hijo o hija y en el desarrollo de la primera infancia del recién nacido”

El primer mandatario dijo que “para ello necesitamos un estado activo con fuerte presencia capaz de articular políticas públicas sustentables y que pueda asistir a las familias que necesitan su apoyo en nuestro país".

Contra la “manipulación judicial”

Otro de los tramos destacados de la palabra presidencial estuvo referido al Poder Judicial. “Venimos a ponerle fin a la designación de jueces amigos, a la manipulación judicial, a la utilización política de la Justicia y el nombramiento de jueces dependientes de poderes inconfesables de cualquier naturaleza”, definió. 

Anunció en ese sentido que habrá un “reordenamiento de la justicia Federal” para evitar “el cajoneo de expedientes y la activación de causas en función de los tiempos políticos”.

Explicó que la propuesta buscará "impedir la construcción de falsas causas y acabar con la arbitrariedad en materia de detenciones”. Su proyecto tendrá como norte además "impedir para siempre que la discrecionalidad judicial reemplace a las normas del derecho”.

Entre las medidas que implicará la reforma, dijo que se impulsará “la creación de un nuevo fuero Federal penal que unificará fueros penales que hoy tienen jurisdicción en el ámbito de la ciudad Autónoma de Buenos Aires”. 

“Los delitos con la administración pública en los que incurren funcionarios del Estado nacional dejarán de estar en manos de unos pocos jueces para pasar a ser juzgados por más de medio centenar de magistrados”, indicó el mandatario.

"Estamos terminando para siempre en la Argentina con la manipulación de sorteo, la concentración de procesos y el oligopolio de los jueces federales", dijo el mandatario en una rotunda crítica al actual funcionamiento judicial "Pero los problemas de la Argentina no se resuelven con menos Justicia sino con más y mejor Justicia", completó.

Luego aludió a la necesidad de "optimizar el funcionamiento de la Corte Suprema de Justicia". Propuso “repensar el alcance del recurso extraordinario, mejorar el trabajo del Consejo de la magistratura, instaurar el juicio por Jurado cumpliendo el mandato constitucional, modernizar el Código Penal de la Nación y fortalecer el rol del Ministerio Público Fiscal”.

“Nunca más al endeudamiento insostenible”

Al abordar el problema de la deuda heredada del gobierno de Mauricio Macri, Alberto advirtió que “el Banco Central se encuentra analizando de modo pormenorizado la manera en que nuestro país recibió divisas en concepto de préstamos y el destino que los mismos merecieron”.

Expresó que “todos hemos visto impávidos como los dólares que deberían haber financiado el desarrollo productivo, acabaron fugándose del sistema financiero, llevándose los recursos y dejándonos la carga de la deuda. Esas prácticas son absolutamente reñidas con cualquier idea de progreso”. 

El presidente calificó a tal proceder como “la especulación más dañina que puede enfrentar una sociedad: endeudarse solo para el beneficio de los especuladores y del prestamista”.

En ese sentido, afirmó: “Debemos saber lo que pasó, quiénes permitieron que ello suceda y quienes se beneficiaron con esas prácticas. Necesitamos no hacernos los distraídos ante lo ocurrido porque el riesgo que acarrea tal distracción es la concreción de un daño inmenso que deberían soportar varias generaciones de argentinos”.

“Nunca más a un endeudamiento insostenible”, remarcó. “Nunca más a decisiones que se toman con ínfulas tecnocráticas de la noche a la mañana, a espaldas del pueblo. Nunca más a la puerta giratoria de dólares que ingresan por el endeudamiento y se fugan dejando tierra arrasada a su paso”, afirmó el presidente de la Nación.

Después repasó que “hemos iniciado las negociaciones para reestructurar la deuda pública. Con tal propósito, desplegamos una intensa acción diplomática internacional, que tuvo como propósito dialogar con líderes de países del mundo central sobre la difícil situación que enfrentamos”.

Aseguró que “en todos nuestros encuentros recogimos comprensión. Todos advierten que Argentina es un país devastado por el endeudamiento y expresan un profundo estupor frente a lo sucedido. Todos tienen la certeza de que las clásicas recetas de ajuste y recesión no aliviaran nuestro pesar ni nos permitirán crecer”.

Alberto manifestó en particular “mi agradecimiento  al Papa Francisco, quien de modo singular y ante los líderes de las finanzas internacionales, volvió a enfatizar su llamamiento a construir una economía con alma”, y citó palabras del Pontífice.

Destacó después que “los líderes de Israel, España, Francia, Italia y Alemania a quienes entrevistamos, también manifestaron su predisposición a acompañar la voluntad argentina de encarar una salida sostenible a la encrucijada del endeudamiento externo”.

Resaltó especialmente que “el propio Fondo Monetario Internacional ha señalado que la deuda argentina no es sostenible. De ese modo, nos ha dado la razón en lo que hemos venido planteando con persistencia durante todo este tiempo”.

Para resumir el tema, advirtió que “en el tema de la deuda hay muchos intereses en juego. Hay gente con intereses distintos a los del país, que no dudan en jugar fuerte. Esta es la hora de definir de qué lado va a estar cada uno. Nosotros estamos del lado del pueblo”, remató Fernández.

Texto completo del discurso