Como ocultar la "mínima" lo máximo posible. Ese ha sido el cuidados trabajo de edición sobre los anuncios de recomposición de los haberes jubilatorios que hicieron los mismos medios que defendieron al macrismo desde antes de su llegada al poder.

Cuando el gobierno de Alberto Fernández anunció la suspensión de la fórmula que propuso Mauricio Macri para actualizar las jubilaciones y pensiones, esos mismos medios que callaron sobre las políticas que provocaron sufrimiento a la sociedad y un gran retroceso en la economía, corrieron por "izquierda" al presidente con pronósticos hechos a escala de catástrofe natural. Y eso de correrlo por "izquierda" es una estrategia más de las muchas utilizadas a diario para disimular el verdadero rol que ocupa cierto periodismo que, al decir de Raúl Scalabrini Ortiz, tiene por objetivo "el diestro empleo de la información, pues sólo transfiere aquella parte de la realidad que conviene a los intereses que representa".

"Suben la mínima al 13% y limitan los aumentos al resto", "las jubilaciones aumentan 2,3%" y otros recortes por el estilo de la noticia del aumento de los haberes previsionales a partir de marzo, esconden prolijamente el hecho de que "el resto" es el 75% del universo previsional, es decir unos 6,2 millones de jubilados y pensionados que, además, recibirán un poco más dinero que si se hubiese aplicado la formula suspendida. 

El aumento no es de modo alguno una solución que se ajuste a las muchas necesidades del sector pasivo, reciba la mínima o la del medio. Pero la suma fija de 1.500 pesos y el 2,3% de incremento anunciado provoca el efecto buscado: darle más dinero a los que menos tienen, una línea de trabajo que marcó el gobierno de Fernández-Fernández desde el principio. Y si se tomara al grupo de los que superan o igualan a la fórmula del macrismo, el beneficio sube al 86,8% del padrón de jubilados y pensionados, es decir a 11,8 millones de personas.

No de menor importancia que el incremento, aunque igualmente disimulado bajo la alfombra informativa, es la restitución de un vademécum de 170 medicamentos gratis para un sector de la población que había perdido ese beneficio y que en promedio gasta no menos de 4.000 pesos al mes en remedios.

En una economía en emergencia y destruida como la que dejó Macri,  Alberto Fernández sigue apostando a las políticas activas dirigidas al segmento de la población más afectado por las políticas de los últimos cuatro años, pero la maquinaria mediática que se sostiene con recursos de los principales poderes económicos, se ocupa de dinamitar cada anuncio para transformar decisiones buenas en noticias malas.

En el caso de las jubilaciones, lo hizo sembrando todas las dudas posibles sobre los efectos "negativos" que podía tener un aumento de suma fija. Pero ahora que se comprobó que beneficia a la mayoría por encima de la fórmula anterior, el foco se puso en el 13,2% del grupo de los que perdieron respecto de la propuesta del macrismo. Allí se posó el taladro informativo, y si se rompe la mecha la van a cambiar para seguir taladrando.

La construcción en cadena de climas adversos viene de la mano de medios que, como se sabe, de independientes no tienen nada, y cuentan con una carga ideológica neoliberal y de derecha desde el día en que imprimieron el número cero. La batalla cultural no es broma, porque son las mismas empresas de comunicación que fueron cómplices durante la última dictadura cívico-militar hasta para sacar ventajas, y en algún caso en particular tienen presencia desde fines del siglo XIX,  ocupando el rol de "influencer" en todos los golpes de Estado de la Argentina desde 1930 en adelante.