Los gobiernos de la Nación y de la provincia de Buenos Aires quedaron enredados en algunos conflictos en los últimos días, pero a la vez conocen la necesidad de tener los mayores grados posibles de coordinación y acuerdo político. Dentro de ese contexto se reunieron este martes el presidente Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicillof, en una actitud que podría interpretarse con la conocida metáfora de intentar “que el árbol no tape al bosque”.

Uno de los asuntos que generó discrepancias fue la manera de considerar a los dirigentes y militantes peronistas y kirchneristas encarcelados durante los cuatro años de Mauricio Macri por decisión de jueces y fiscales vinculados con ese gobierno. Otro tema conflictivo provino de decisiones y declaraciones del ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, que marcan orientaciones diferentes del mismo ministerio a nivel nacional, conducido por Sabina Frederic.

“Hoy repasamos” con el gobernador Kicillof “todos los temas pendientes que vinculan al Estado Nacional con la provincia de Buenos Aires”, anunció en un tuit luego del encuentro el titular del Ejecutivo nacional. Agregó que “el camino para avanzar en la solución de los problemas de los bonaerenses no es otro que el diálogo y el trabajo conjunto”. El texto fue acompañado de una foto, la misma que usó el mandatario provincial en su propio mensaje por Twitter.

“Con el presidente Fernández trabajamos día a día para articular las mejores políticas entre Nación y Provincia para las y los bonaerenses”, escribió el gobernador. “En estos dos meses de gobierno cambiamos las prioridades”, añadió. El encuentro fue en la Casa Rosada, duró dos horas y participaron el jefe de gabinete nacional, Santiago Cafiero, y el ministro del Interior, Eduardo De Pedro. 

Al retirarse de la reunión, el gobernador dijo en declaraciones periodísticas que fue un diálogo “muy productivo”, y que hablaron “con total franqueza” sobre los distintos problemas que afrontar la provincia. Anticipó incluso que en lo inmediato se reuniría con la ministra Frederic y con el propio titular de Seguridad en su gabinete, Berni. 

“La provincia de Buenos Aires es uno de los distritos de mayor envergadura y una de las provincias en que es más sensible el tema de la seguridad”, afirmó Kicillof. En referencia a la presencia, que comenzó hace una década, de Gendarmería Nacional y Prefectura Naval en zonas del Conurbano bonaerense que rodea a Capital Federal, dijo que “necesitamos a las fuerzas federales pero tenemos que hacerlo de la manera más coordinada posible”, lo cual terminarían de “definirlo con la ministra” nacional del área.

Dijo además en la reunión se había analizado la coordinación de la gestión “en materia económica y se determinó con total franqueza con respecto a lo que necesita la provincia". Ambos gobiernos, como se sabe, están tratando de renegociar la deuda que dejaron sus antecesores, es decir Macri a nivel nacional y en el distrito bonaerense la ex gobernadora María Eugenia Vidal.

Fuerzas federales y “presos políticos”

Una de las situaciones controversiales entre los gobiernos de Fernández y de Kicillof surgieron cuando días atrás Berni pidió a Frederic que retire del territorio provincial a los 7.000 efectivos de seguridad federales -es decir que dependen de las autoridades nacionales- que allí se encuentran. Lo hizo en una carta pública que cuestionaba la conducción de la política de seguridad por parte del gobierno nacional.

"La presencia de las fuerzas federales en esta jurisdicción sin una conducción clara no solo resulta estéril, sino que agrava y complejiza la operatividad diaria”, cuestionó el ministro provincial. Añadió que “ante la escalada delictiva que sufre esta provincia en los últimos meses, la única respuesta recibida hasta ahora es más burocracia".

En cuanto al otro motivo de discrepancias públicas, el presidente de la Nación había reiterado en los días previos su ya conocido su criterio de en el país no existen “presos políticos” sino personas que sufren “detenciones arbitrarias” por malos procedimientos de magistrados o funcionarios judiciales. “Yo no tengo a nadie detenido sin causa a disposición del Poder Ejecutivo”, dijo Fernández para señalar los casos en que, según su interpretación, sería realmente un preso político.

A su vez, preguntado por el tema durante una entrevista con el jefe del Grupo Perfil, Jorge Fontevecchia, el gobernador Kicillof expresó que “si hay políticos presos y se usó a la justicia para ponerlos presos, lo correcto es llamarlos presos políticos”. 

En medio de esas polémicas públicas se realizó la reunión. Al cabo de la misma, el presidente dio su versión oficial en Twitter.

Hoy repasamos con @Kicillofok todos los temas pendientes que vinculan al Estado Nacional con la Provincia de Buenos Aires.

El camino para avanzar en la solución de los problemas de los bonaerenses no es otro que el diálogo y el trabajo conjunto. pic.twitter.com/XmShpjGmmn

— Alberto Fernández (@alferdez) February 11, 2020

Por la misma red social y con sus propios términos, el gobernador de Buenos Aires hizo pública su versión de la reunión.

Con el presidente @alferdez trabajamos día a día para articular las mejores políticas entre Nación y Provincia para las y los bonaerenses. En estos dos meses de gobierno cambiamos las prioridades. pic.twitter.com/2gz6m0ltWh

— Axel Kicillof (@Kicillofok) February 11, 2020

“Con la deuda seguimos la misma estrategia”

Por fuera, o en realidad al mismo tiempo, que “el árbol” de los conflictos suscitados entre los gobiernos de Fernández y Kicillof por los asuntos antes mencionados, los dos están urgidos en ambos niveles del Estado -nacional y bonaerense- por “el bosque” del endeudamiento heredado, que presidente y gobernador califican de “insostenible” e “impagable”.

Pablo López, el ministro de Hacienda y Finanzas de la provincia, dijo en una entrevista que “tanto Nación como Provincia tienen un problema de sustentabilidad de la deuda pública. Eso es la causa de cuatro años de políticas dirigidas a aumentar la deuda y modificar su composición. En la actualidad, el 84% de la deuda de la provincia de Buenos Aires está nominada en moneda extranjera y el 70% está en manos de bonistas del exterior”.

Aseguró que “en ese sentido, tanto el gobierno nacional como el de la provincia han seguido la misma estrategia, que se sostiene en iniciar un proceso de discusión del endeudamiento ya que se trata de un problema estructural”.

“Queremos restaurar la sustentabilidad de la deuda. La economía tiene que crecer para poder pagar, pero para ello el pago de la deuda no debe ahogar a la economía, para lo cual hay que negociar y lograr una reestructuración en los pagos”, expresó el ministro del gabinete de Kicillof encargado de resolver el problema de la deuda.