Con su recorrida por Europa, el presidente Alberto Fernández logró poner en el primer plano de las relaciones exteriores la gravedad del problema de la deuda externa heredada de la gestión de Mauricio Macri. En ese contexto, Argentina obtuvo ayer gestos y declaraciones que favorecen las condiciones para negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los acreedores privados.

En una misma jornada, por un lado el papa Francisco, por otro Kristalina Georgieva como directora gerenta del Fondo, y además el presidente de Francia Emmanuel Macron, se expresaron de distinto modo sobre las razones de nuestro país para enfrentar el problema. Además, en una charla académica en París, Fernández advirtió que la deuda “es insostenible e imposible de pagar” en los términos en que fue contraída.

El más “jugado” de los referentes internacionales que se refirió al tema fue el papa Francisco. “No se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables”, dijo entre otros fuertes conceptos.

Propuso que la comunidad internacional se avoque “a encontrar modalidades de reducción, dilación o extinción de la deuda, compatibles con el derecho fundamental de los pueblos a la subsistencia y el progreso”. 

El Pontífice se expresó en esos términos delante de la jefa del FMI y del ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, quienes participaron, entre asistentes de todo el mundo, de un seminario organizado por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales del Vaticano que se denominó “Nuevas formas de fraternidad solidaria de inclusión, integración e innovación”.

Al hablar en ese ámbito, Francisco consideró que “es bueno recordar que no existe una ley mágica o invisible que nos condene al congelamiento o la parálisis frente a la injusticia, y menos aún existe una racionalidad económica que suponga que la persona humana es simplemente una acumuladora de beneficios individuales ajenos a su condición de ser social".

El papa dijo al respecto que “las exigencias morales de Juan Pablo II en 1991 resultan asombrosamente actuales hoy". Apuntó a continuación que “es ciertamente justo el principio de que las deudas deben ser pagadas. (Pero) No es lícito, en cambio, exigir o pretender su pago cuando este vendría a imponer de hecho opciones políticas tales que llevaran al hambre y la desesperación a poblaciones enteras".

Exhortó “a todos los pueblos a ayudar a los países en desarrollo a lograr la sostenibilidad de la deuda a largo plazo a través de políticas coordinadas destinadas a fomentar el financiamiento de la deuda, el alivio de la deuda y la reestructuración de la deuda, según corresponda".

Guzmán con Georgieva

El seminario que organizó la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales fue, de cierta forma, una “mesa servida” que tendió el Vaticano para facilitar el debate y los encuentros personales que facilitan la negociación de nuestro país. En ese contexto, a última hora del martes, el ministro Guzmán se reunió con Georgieva, la jefa del FMI. Y ayer, ambos asistieron al seminario.

La conversación de la noche previa duró dos horas y media. El integrante del gabinete nacional dijo tras la reunión por Twitter que habían hablado “en un marco de creciente entendimiento mutuo”. Agregó que “también discutimos las políticas en curso (en Argentina) para resolver la crisis de deuda soberana de forma sostenible”.

A su vez, la más alta funcionaria del Fondo Monetario expresó en un comunicado oficial que “las medidas adoptadas hasta el momento (por el gobierno de Alberto Fernández) van en la dirección de restaurar la estabilidad macroeconómica y proteger a los pobres”, y aseguró compartir “plenamente” ambos objetivos.

Señaló que “la misión del equipo técnico a Buenos Aires la próxima semana será una oportunidad para profundizar nuestro diálogo con respecto a las perspectivas y políticas económicas y para aprender más sobre la estrategia de las autoridades para abordar la situación de la deuda de Argentina", dijo Goergieva.

“Francia acompañará”

En cuanto a la actividad de Alberto Fernández en Europa, donde la búsqueda de apoyos para renegociar la deuda es el tema prioritario, ayer la jornada empezó con una reunión en París con el presidente de Francia. Las palabras posteriores de este último fueron también un espaldarazo para la difícil tarea que está encarando el gobierno.

“Francia acompañará y se movilizará con el FMI y con otros socios para ayudar a Argentina a volver al camino del crecimiento de una deuda sostenible”, destacó Emmanuel Macron.

Después, dirigiéndose a su par argentino, sostuvo que “la situación económica de su país es un tema de preocupación, pero también de movilización. Siempre hemos apoyado los esfuerzos de estabilización de la economía, de integración en la comunidad financiera internacional y seguiremos haciéndolo”, remató el mandatario francés.

Alberto dijo a su turno que “Francia es un inversor importante y sus empresas expresan lo mejor del capitalismo, que es invertir para producir y dar trabajo".

Fernández y Macron, cuando al presidente francés recibió al argentino.

Deuda y despenalización del aborto

Más tarde, Fernández disertó en el Instituto de Estudios Políticos de París ‘Sciences Po’. Lo hizo en la modalidad que en los ámbitos académicos se denomina “clase magistral”, por la importancia del expositor y por la participación de estudiantes en el auditorio.

Afirmó en la ocasión que en Argentina “estamos asediados por una deuda que ha sido tomada irresponsablemente en poco tiempo. El problema no fue que se tomó mucha deuda en poco tiempo, sino que se comprometieron a pagarla muy rápido. Y esa una ecuación imposible”, enfatizó.

Remató el concepto al afirmar que “es insostenible e imposible de pagar en estos términos y por eso estamos iniciando un proceso de conversación y discusión” con el FMI y los acreedores privados.

Hubo algo más en esa charla ante estudiantes en París. Al responder a preguntas de estudiantes, Fernández confirmó que su gobierno presentará un proyecto propio en el Congreso para "terminar con la penalización del aborto"

Precisó que el propósito es establecer una legislación que “permita la atención de cualquier aborto en los centros de salud pública". 

"No vivo en paz con mi conciencia si una mujer termina en manos de un curandero y con una aguja la termina lastimando o matando", afirmó el presidente argentino, y los presentes respondieron con una ovación.