El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció ayer que pagará con fondos obtenidos en el mercado interno el vencimiento de capital del bono BP21 por 250 millones de dólares, más los intereses por 27 millones, y al mismo tiempo anunció que hará una reestructuración del resto de la deuda en dólares, en combinación con la estrategia del gobierno nacional.

“Es un mal menor”, dijo Kicillof al explicar por qué Buenos Aires finalmente cancelará el pago del bono que, por el peso que tiene la provincia, se transformó en la prueba piloto del proceso de renegociación de deuda del país.

Buenos Aires salió a buscar fondos en el mercado de capitales local ante la negativa de un fondo de inversión que no permitió llegar al 75% de aceptación de la oferta hecha para postergar hasta el 1 de mayo los pagos del capital que vencieron a fines de enero.

El fondo Fidelity es el que se plantó y le quitó la llave a Kicillof de planificar una salida menos comprometida para las finanzas provinciales. Ese fondo de Estados Unidos es uno de los mayores del mundo, opera en todos los continentes y administra, entre otras carteras, recursos de jubilados.

Para evitar el incumplimiento de pago, Kicillof emitió Letras y con los fondos obtenidos compró los dólares que necesita para pagar 250 millones de capital, mientras que los 27 millones en intereses ya los tenía porque formaban parte de la oferta de pago que hizo a los bonistas.

Kicillof criticó a su antecesora María Eugenia Vidal por la política de endeudamiento y que los compromisos de pago son "insostenibles e impagables" en las condiciones actuales. Precisó que sólo este año hay vencimientos por 220.000 millones de pesos, lo que representa el 15% del total de recursos disponibles en la provincia por todo concepto. En ese contexto anunció que Buenos Aires se encamina a una reestructuración de toda su deuda.

Tras el anuncio del gobernador bonaerense, los títulos emitidos por esa provincia se recuperaron en el mercado y registraron alzas superiores al 9%.