El economista y docente de la Universidad de Buenos Aires Agustín D´Attellis, afirmó que las medidas económicas del gobierno de Alberto Fernández van por “el camino correcto” aunque advirtió que “el éxito no está garantizado”, pero estimó que “si todo sale bien vamos a recuperar un dato positivo de crecimiento el próximo año, el 2021”.

Según declaró a , la reactivación económica “depende mucho de la reacción del sector privado” y de que los empresarios argentinos busquen “satisfacer” la mayor demanda impulsada por el Estado a partir de “poner a trabajar las máquinas que estaban frenadas, contratar nuevos trabajadores y hacer alguna apuesta”.

Indicó que “si los empresarios responden de esa manera vamos a empezar a ver resultados rápido, en cuestión de meses vamos a empezar a ver un cambio de rumbo que se va a hacer palpable, no te digo que va a pasar a ser una fiesta, pero como lo que se reactiva primero es el mercado interno se va a empezar a sentir en la calle, en lo cotidiano”. Agregó que “por lo menos alguna sensación de que la cosa se empieza a mover deberíamos empezar a sentir en los próximos tres o cuatro meses”.

Para D´Attellis, para “este año por una cuestión de estadísticas y de inercia vamos a tener otra vez una año de caída en términos de Producto Bruto Interno (PBI), pero si todo sale bien vamos a recuperar un dato positivo de crecimiento el próximo año, el 2021”.

Entre los factores que menciona como fundamentales para este posible resultado está “la reestructuración de la deuda”, que se debe resolver en “marzo o abril”. Por eso advierte como factores negativos un eventual default “si eso llega a fracasar” y la necesidad de “ver cómo juega el contexto internacional”.

El economista señaló que “por un tiempito no vamos a tener grandes novedades” de inversiones extranjeras directas, “salvo alguna cuestión específica puntual quizás con el tema de Vaca Muerta” porque “hay un potencial fuerte”, aunque aclaró “un tema complejo”.

“Hay muchos factores que entran a jugar, creo que vamos bien encaminados pero no estoy en condiciones de afirmar el éxito al final del camino, vamos a ver cómo se van definiendo estas cuestiones en todos los planos, en el interno y en el externo”, expresó.

Cambio de rumbo

Al analizar el primer mes del nuevo gobierno, D’Attellis consideró que “hay un plan de gobierno que está claro y que implica un cambio de rumbo de 180 grados en materia económica en función de lo que venía ocurriendo en los últimos años”.

Aclaró que “lo que se cambia es un modelo que seguía una lógica pro-mercado, de políticas de ajuste, creyendo que iban a terminar generando la famosa ‘lluvia de inversiones’ que no llegó nunca”, y desde allí se pasa a un modelo opuesto, que plantea “recomponer todo el esquema a partir del mercado interno”.

El planteo es realizarlo a través de “un nuevo rol del Estado como redistribuidor del ingreso”, el cual mediante “medidas en materia tributaria, que doten al sistema de más progresividad y que a la vez financien al fisco”, puedan canalizar esos “recursos a sectores de menores ingresos” para motorizar el consumo. Enfatizó que este factor en Argentina “es el principal componente de la demanda”, ya que “representa alrededor del 70% de la demanda total de la economía”.

El docente e investigador en temas económicos sostuvo que a su criterio “es el camino correcto pero el éxito no está garantizado”. Planteó que “se necesita coordinar muchos comportamientos de actores relevantes en el sistema económico que no son solo el Estado”.

Al explicar esta idea puso como ejemplo que “si se vuelca plata a sectores de menores recursos para dinamizar el consumo, el sector privado” debe “responder frente a eso con un aumento de la producción para satisfacer esa mayor demanda, controlando los precios, contratando más trabajadores, para que el círculo empiece a ser virtuoso y la dinámica comience a tomar forma”.

“Ahora, si los empresarios llevan adelante comportamientos especulativos de corto plazo, como tantas veces lo hicieron en la Argentina, y en lugar de poner a trabajar las plantas a un ritmo más acelerado siguen con todo frenado y trasladan a precios, la cosa no va a terminar bien”, advirtió.

Uno de los puntos a favor que resaltó de la situación recibida por el nuevo gobierno es que “no hacen falta inversiones” para “ampliar la capacidad productiva”, lo cual sería “algo más complejo”. En cambio, “con la capacidad ociosa que tenés en muchos sectores de la industria, basta con poner a trabajar las máquinas que estaban frenadas”, describió el economista.

Añadió que “hace falta mucha coordinación, mucho acuerdo político y un rol de control por parte del Estado importante, por eso veo bien el programa Precios Cuidados y cómo se compromete a las grandes cadenas y los formadores de precios a llevar adelante precios de referencia”. Asimismo, “veo bien el anuncio de aumentar las Licencias No Automáticas (para importaciones) y trabajar mucho más fuerte sobre la administración del comercio”.

La deuda y los dólares

Para el economista, el otro gran desafío que tiene Alberto Fernández “es la reestructuración” de forma “voluntaria, evitando el default”, de la “deuda enorme que dejó el gobierno anterior en una economía completamente debilitada que no logra generar dólares de manera genuina”, y que tiene “un cronograma de vencimientos muy concentrado en el corto plazo y muy difícil de enfrentar”.

Consultado sobre cómo se podrían obtener divisas estadounidenses, explicó que “hoy el único ingreso genuino de dólares que tiene la economía argentina es el resultado comercial, o sea la diferencia entre lo que exportás y lo que importás, que en el acumulado hasta noviembre fue de 13.700 millones de dólares”. Consideró que eso representa “un buen número” pero es consecuencia de que, al paralizarse la actividad durante la gestión de Macri, “se derrumbaron las importaciones”.

Según el especialista, el gobierno actual “va a tener que llevar adelante una administración del comercio inteligente y eficiente porque si no con el crecimiento, reaccionan las importaciones, se achica el resultado comercial y vas a contar con menos dólares”. Aclaró que “ahí es donde entra la administración del comercio” y la necesidad de “controlar el ingreso de bienes de consumo con las Licencias No Automáticas, para evitar esa salida fuerte de dólares y proteger algunos sectores de la industria”.

En cuanto a la otra fuente de dólares genuinos, descartó la posibilidad de que vengan al país “las inversiones extranjeras directas a hundir capital en proyectos productivos” al menos por un “tiempo considerable”, probablemente “hasta que esto empiece a tomar forma”, dijo.

La única excepción que D’Attellis planteó fue “Vaca Muerta”, porque “ahí hay un potencial muy fuerte” aunque aclaró que es un “tema complejo” porque “también entra a jugar el mundo, y el conflicto bélico, y qué pasa con el petróleo y esas cosas”, resumió.