Argentina
07/01/2020

“El 90% de los fierros de la comunicación apunta al fracaso del gobierno”

“El 90% de los fierros de la comunicación apunta al fracaso del gobierno” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El polítólogo y periodista Edgardo Mocca, sostuvo que no hay “ninguna luna de miel” con Alberto Fernández y señaló que le gustaría que haya “una especie de tregua” como “hubo en el 2001 y 2002”, donde “hasta el grupo Clarín adhirió a la política de Duhalde”.

Diego Colao

[email protected]

Edgardo Mocca, polítólogo y docente universitario, analizó los primeros pasos del gobierno de Alberto Fernández y destacó que “la transición recién empieza ahora”, entre un “plan de destrucción de la comunidad política” y el esfuerzo “de poner en pie a la Argentina después del verdadero desastre que ha ocurrido”.

“No hay duda de que se ha terminado un rumbo y ha empezado otro”, afirmó Mocca en este diálogo con Va Con Firma y aseguró que “las personas que encarnan la defensa del régimen macrista” y que dicen que las primeras medidas son “un ajuste”, son parte de “una política que carece de vergüenza, sinvergüenza”.

El periodista describió la propuesta de Fernández como “generosa, inteligente, y realista”, que tiene que ver con bajar “las armas” y conversar, porque “así como va la Argentina no tiene ningún destino”. Sostuvo que la respuesta, que debería ser “una especie de tregua, de plan de reconstrucción básico, como de alguna manera hubo en el 2001- 2002, porque hasta el Grupo Clarín adhirió a la política de Duhalde”, no se insinúa de esa manera.

“Deseo fervientemente que las cabezas más lúcidas de la derecha argentina entiendan que hay que hacer algo para evitar una situación ruinosa y muy conflictiva”, remarcó Mocca, pero advirtió que “el 90% de los fierros de la comunicación apuntan al fracaso del gobierno de Alberto”.

-¿Qué análisis hace del comienzo del gobierno de Alberto Fernández?

-Es el tramo de una transición que recién empieza ahora, porque lo otro no era una transición, entre un plan de destrucción de la comunidad política argentina, guiado de modo manifiesto por las fuerzas más importantes del mundo occidental, por Estados Unidos; y un esfuerzo complejo de difícil pronóstico, que es poner en pie a la Argentina después de este verdadero desastre que ha ocurrido. Creo que eso que parece obvio no está en la mayoría de los análisis a los que uno accede. Por un lado por los conservadores que niegan la calamidad que fue el macrismo y por otro lado ciertas fuerzas populares que se manifiestan con toda razón de modo impaciente para ver en qué modo y en qué tiempos se reconstruye esta situación.

-¿Considera que las primeras medidas generan un cambio grande en el rumbo?

-El cambio grande es que haya perdido Macri, y el segundo es que haya ganado Alberto Fernández de la mano de Cristina Kirchner. Hasta dónde las primeras medidas que se anuncian resuelven, cumplen, satisfacen las demandas que estaban planteadas y que encontraron en el Frente de Todos su canal; hasta dónde se ha avanzado es un tema más complejo. Pero no hay duda de que se ha terminado un rumbo y ha empezado otro. Este es el punto más importante. Se frenó la idea de que todos los días teníamos una noticia donde se dolarizaba esto o lo otro, se entregaba esto, y se amenazaba con esto o con lo otro; y se pasó a una política de decir: a ver cómo paramos esto que avanzó demasiado con complicidades, con alianzas non sanctas. Cómo frenamos esto y empezamos a transitar otro camino. Esto es lo que estamos discutiendo.

-Hace poco usted habló de una batalla interpretativa, ¿Cree que hay que centrar el esfuerzo en este punto como lo que ocurrió con la ley de Solidaridad, donde se dijo que era un ajuste?

-Las personas que encarnan la defensa del régimen macrista hablan de esto que se está tramitando como un ajuste; eso es una política que carece de vergüenza, sinvergüenza. A los jubilados los manotearon con la reforma previsional metida bajo la cáscara de una reparación histórica, los volvieron a castigar en el 2018 con una reforma que les quitó la movilidad que había aprobado el gobierno de Cristina. No entiendo en qué punto se puede llamar a esto que está ocurriendo como un ajuste. Ajuste ha sido la constricción monetaria, la pérdida masiva de empleos, ajuste ha sido la adaptación absurda de nuestra política a los dictados del Fondo Monetario Internacional, eso es un ajuste. Lo que estamos tratando de hacer, y no digo el gobierno, digo todos los argentinos de bien, es tratar de salir de esta trampa mortal en la que nos metieron; nos aumentó el endeudamiento, el desempleo que colocó a las familias más pobres en el lugar de la miserabilidad. Cuando escucho el modo en que ciertas agencias relatan lo que está ocurriendo me produce un poco de vergüenza y un poco de asombro.

-¿Le parece que los grandes medios como Clarín y La Nación arrancaron con una guerra contra el gobierno, no hubo luna de miel?

-No hay ninguna luna de miel. Lo que hay es una propuesta generosa, inteligente, y realista del nuevo gobierno de decir: bajemos las armas, conversemos, porque así como va la Argentina no tiene ningún destino. Entonces de lo que hay que hablar es de la respuesta que esa propuesta generosa y amplia tiene. ¿Cuál es la respuesta? A mí me gustaría que hubiese una especie de tregua, de plan de reconstrucción básico, como de alguna manera hubo en el 2001-2002, porque hasta el Grupo Clarín adhirió a la política de Duhalde. Pero yo no veo que ahora se insinúe eso y deseo fervientemente que las cabezas más lúcidas de la derecha argentina entiendan que hay que hacer algo para evitar una situación ruinosa y muy conflictiva. La Argentina no estalló de modo sangriento y brutal como estalló en Chile, en Bolivia porque existía la expectativa, la esperanza de un proyecto distinto. Si este proyecto no se desarrolla, esa conflictividad, esa violencia contenida que hay en sectores amplísimos del mundo popular, pensemos nada más en los niveles de pobreza e indigencia a los que ha llegado la Argentina, si no hay una cabeza inteligente, no digo peronista, digo inteligente, que no le pone un marco y no dice, más allá de esto no podemos ir, porque si seguimos yendo en esta dirección estalla la comunidad política, esa es la apuesta de Alberto y de Cristina, y ahí estamos. No es una mirada optimista de que el resultado electoral salvó a la Argentina, es una mirada electoral de que lo que ocurrió es la oportunidad de volver a pensar todo esto. Porque si el pensamiento de esto va a quedar en manos del Grupo Clarín y en manos de Macri el futuro argentino es un futuro oscuro.

-¿La oposición quedó del lado de la antipolítica?

-Sí, la verdad que con un poquito de memoria política o histórica que pudiera circular, porque estamos hablando de esto en condiciones de una disparidad de recursos comunicativos abrumador, donde el 90% de los fierros de la comunicación apuntan al fracaso del gobierno de Alberto, todas esas cosas, toda esa promesa de que si la Argentina se incorpora al mundo, y se hace amigo de los Estados Unidos y de la Unión Europea empieza a funcionar, si no existiera esa red de mentira sistemática no tendría ninguna forma de hacerse oír.

-¿Cuáles pueden ser las repercusiones en la región de lo que hizo Trump y el asesinato del general iraní Soleimani?

-Las repercusiones son imposibles de prever porque entrás en una zona donde la principal potencia imperial, en manos de un personal verdaderamente patético como Donald Trump y su gente, pone en juego cosas muy delicadas. Nosotros estamos muy lejos de los acontecimientos. Los argentinos siempre tenemos esa paradójica ventaja de que cuando ocurre una cosa que vincula a Irán con Estados Unidos sentimos que eso no tiene nada que ver con nosotros. Pero lo que acá se está anunciando es una especie de reacción irreflexiva, absolutamente dogmática e ignorante por parte de Donald Trump y sus principales asesores que creen que el mundo iraní, el mundo del Medio Oriente, el globo terrestre puede manejarse a fuerza de cachetazos y de bravuconadas. Donald Trump es la expresión más lamentable de la política llamada occidental. Por supuesto que esto no es una especie de consejo de declararle la guerra a Trump. La verdad que la propuesta de invadir Estados Unidos no está al alcance de los argentinos. Lo que está al alcance de los argentinos es colocarse en el lugar de protegerse de la locura, de establecer las alianzas con el mundo que nos pongan a salvo del delirio imperial, del delirio colonialista que creo que está destinado al fracaso. Pero cuando digo que está destinado al fracaso eso puede durar 500 años. Desde el punto de vista del largo aliento no hay ninguna cabeza inteligente del mundo de Estados Unidos que piense que esto tiene algún futuro, que el delirio de Trump tiene algún futuro. Son manotazos de ahogado que por supuesto pueden causar mucho daño pero son eso, manotazos de ahogado.

29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]