Hoy será una jornada dedicada a la economía y a las finanzas públicas para todos los gobernadores y gobernadoras, y para Omar Gutiérrez habrá un agregado particular y muy especial: llegó el día de comenzar a debatir "face to face" Vaca Muerta en el nuevo ciclo de gobierno.

En Casa Rosada se firmará, antes del mediodía, la suspensión del pacto fiscal que suscribieron los mandatarios con el ex presidente Mauricio Macri en noviembre de 2017, y el neuquino, además, participará, en horas de la tarde, de la primera reunión de la mesa de Vaca Muerta, convocada para empezar a definir la estrategia de crecimiento de la locomotora de la energía del país, en el contexto de un nuevo gobierno.

La cita por Vaca Muerta es el primer round de las petroleras con la gestión peronista. En la mesa estará el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas que tendrá enfrente un bloque homogéneo entre las empresas y Neuquén, porque comparten los criterios centrales de las estrategias para el desarrollo de los no convencionales. 

Después de cuatro años de respaldo a una política de endeudamiento que también "los benefició", los gobernadores pidieron la escupidera a Alberto Fernández y la nueva gestión abrió la primera instancia de negociación del ciclo con los que tienen poder territorial. Los mandatarios provinciales pidieron postergar, una vez más, el llamado Consenso Fiscal. En particular quieren que se aplace la reducción progresiva del impuesto sobre los Ingresos Brutos y tendrán una respuesta favorable a esa petición, al menos por un año.

La versión original del denominado Consenso Fiscal, que ya tuvo una prórroga en setiembre de 2018, incluía 11 compromisos entre Nación y provincias. En la lista figuraba el respaldo de los representantes de los oficialismos provinciales al ofensivo ajuste aplicado a los haberes de las jubiladas y los jubilados que, en el caso de Neuquén, tuvo respaldo parcial favorable del Movimiento Popular Neuquino, con la ayuda de Alma "Chani" Sapag en la Cámara de Diputados. En Senadores, el partido no acompañó.

El Consenso Fiscal es una continuidad, con nuevos ingredientes, del Pacto Federal para el Empleo, la Producción y el Crecimiento, firmado en el gobierno de Carlos Menem en agosto de 1993. Aquél acuerdo incluía una cláusula de vencimiento para el cumplimiento de los compromisos asumidos por las provincias. La fecha era el 31 de diciembre de 2017; Macri miró el reloj y construyó un nuevo pacto antes de finalizar aquel año. Le puso el pretencioso rótulo "Acuerdo para un nuevo federalismo". 

Además de conseguir respaldo para la reforma previsional que ajustó el bolsillo de los jubilados y las jubiladas, el pacto de Macri con los gobernadores sirvió para frenar más de 50 procesos judiciales en marcha entre las provincias y la Nación, vinculadas al régimen de coparticipación y a la asignación de diferentes fondos específicos, tal el caso de Buenos Aires que ya tenía en la Corte una millonaria demanda por recursos del Fondo del Conurbano Bonaerense.

El gesto de Alberto Fernández de postergar por otro año la reducción de Ingresos Brutos, entre otras concesiones, es el camino para consolidar un vínculo sólido con el poder político en todo el territorio.

Ingreso Brutos es una fuente importante de recursos para financiar los gastos en las provincias. En Neuquén representará, el año próximo, ingresos por una cifra estimada en 39,2 mil millones de pesos sobre un gasto total de 158 mil millones. El impuesto es, por lejos, el de mayor peso entre los recursos propios. Sellos dejará 3,6 mil millones en 2020 e Inmobiliario 1,4 mil millones. Ingresos Brutos es apenas algo inferior a las regalías, que fueron calculadas en 50,4 mil millones de pesos.