El recién asumido presidente de la Nación, Alberto Fernández, tuvo un día protocolar signado por las reuniones que mantuvo con el presidente de Cuba por un lado, y por otro lado de uno de los funcionarios enviados para las ceremonias por la administración de Donald Trump. Además, junto con la vicepresidenta Cristina Kirchner, asistió en La Plata a la asunción de Axel Kicillof como gobernador de Buenos Aires, y luego se trasladó a Santa Fe para la toma de posesión de Omar Perotti como mandatario provincial.

“No sé si el (ex) presidente (Macri) trabajaba ahí, porque el aire no funciona y es insufrible”, disparó el flamante titular del Ejecutivo nacional sobre el calor que hacía ayer en la Casa Rosada. Lo dijo luego de recibir al primer mandatario de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en una reunión de la cual participaron el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, y la vicejefa de gabinete, Cecilia Todesca.

“Durante el encuentro los jefes de Estado destacaron la importancia de incrementar el intercambio de remedios y alimentos, con especial énfasis en medicamentos genéricos destinados a los adultos mayores de nuestro país”, se informó en un comunicado oficial.

Fernández afirmó que “tenemos un compromiso de hermandad con Cuba” y sostuvo que van “a avanzar en la cooperación mutua para robustecer el intercambio cultural y deportivo” entre los dos países.

Luego se dirigió en helicóptero a La Plata para participar de la asunción del gobernador Kicillof, y más tarde se reunió en Casa Rosada con el secretario de Estado adjunto para asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Michael Kozak.

Desde el Twitter de la Embajada norteamericana se informó que fue una conversación “para continuar trabajando en el fortalecimiento de la relación bilateral en temas de interés para ambos países y la región”. Alberto Fernández, a su vez, dijo por la misma su red social que tuvieron “un muy buen encuentro”.

Esta reunión tuvo lugar después del desplante de Mauricio Claver-Carone, uno de los enviados de Trump a las ceremonias de asunción, quien no participó a pesar de haber venido y se volvió antes a Estados Unidos, según publicó el diario Clarín. 

Ese medio dijo que el estadounidense tomó la decisión porque encontró “sorpresas desagradables”, como la presencia del ministro de Comunicaciones de Venezuela, Jorge Rodríguez, y el ex presidente de Ecuador, Rafael Correa. El diario señaló además que el funcionario de EE.UU. criticó la posibilidad de que Evo Morales pida asilo en Argentina.

La última actividad del día del nuevo presidente argentino fue la participación, en Santa Fe, de la jura como gobernador del justicialista Omar Perotti.

El hecho significó el regreso del peronismo al poder político de esa provincia que, desde 2007, estaba gobernada por una coalición de los partidos socialista, radical y otras fuerzas aliadas.