Argentina
07/12/2019

Con el gabinete de Alberto, la política vuelve a gobernar el país

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El futuro presidente presentó un equipo con un bastón de mando propio, alejado de los mercados financieros y grupos económicos. Definió estrategias para atender las urgencias sociales. El pool petrolero pretendía otros nombres en la superestructura. Guillermo Nielsen en YPF es la carta máxima que jugó el gobierno para el área energética.

Gerardo Bilardo

Alberto Fernández presentó ayer un equipo de gobierno que tendrá el bastón de mando en la política y no en los mercados financieros y grupos económicos. Fue diseñado con un equilibrio que responde a la construcción que llevó al Frente de Todos al poder y con prudente distancia de los poderes económicos que dieron batalla hasta el final para condicionar el armado del próximo gobierno. 

El futuro presidente diferenció las urgencias de las estrategias de mediano largo y plazo. Habrá reacciones rápidas para responder, con políticas sociales activas, ante las urgencias de millones de argentinos que se cayeron del sistema en los últimos cuatro años, entre los que se encuentran en primera fila los pobres e indigentes y los jubilados que ya padecieron demasiado.

Para darle oxígeno a la deprimida producción doméstica, se vienen estrategias desde la economía para que la rueda vuelva a girar, con un mercado interno más potente y con algo más de dinero en el bolsillo de la gente.

El nuevo gobierno que ya tiene un pie en la Casa Rosada, se propone recuperar las áreas de políticas sociales que fueron sepultadas durante el macrismo, valorar la cultura, la educación, la ciencia y atender las demandas de las nuevas agendas, con la creación de ministerios como el de las Mujeres, Géneros y Diversidad.

El equipo que ayer presentó Fernández suma 21 ministerios, sin contabilizar las secretarías que tendrán rango ministerial. Fue meditado hasta el final y combina canas con rostros juveniles, y tiene proporciones adecuadas a los tiempos que corren entre hombres y mujeres."Quise que esa misma unidad (la del Frente de Todos) se vea reflejada en el gobierno", explicó ayer el presidente electo.

El establishment zapateó rápido porque no encontró eco a sus pretensiones mínimas, todas relacionadas con un único centro de interés: la política económica. Desde el momento en que se confirmó que Martín Guzmán sería ministro del área, horas antes de la conferencia de prensa de ayer, comenzó a girar la rueda del descontento, en cadena y en simultáneo, por los medios hegemónicos. Que “es joven", que “no tiene roce con el mundo de las finanzas internacionales", que “está probado sólo en el mundo académico", que “lo puso Cristina", fueron algunos de los muchos "peros" utilizados para comenzar a esmerilar al economista heterodoxo, discípulo del Premio Nobel Joseph Stiglitz, elegido por Fernández.

Aunque los medios están en modo campaña desde las PASO y fueron polea de transmisión de los intereses de los grupos de poder, Fernández cuidó bien la pelota cada vez que lo corrieron por derecha para obtener definiciones favorables a sus intereses.

El armado del equipo económico se sostiene en pilares conectados entre sí. El de Matías Kulfas en Producción es uno, y todo indica que no habrá poderes sobresalientes entre los ministros.

Economía y Energía van de la mano y en ese punto Fernández armó un mix que complementa diferentes miradas. Para Neuquén, las petroleras y el gobierno del MPN, es probable que resulte escaso que Guillermo Nielsen presida YPF, porque el pool petrolero pretendía otros nombre en la superestructura, es decir en Economía, Producción y en la propia secretaría de Energía que estará a cargo del misionero Sergio Lanziani, un profesional que presta mucho oído a las energías limpias. 

El perfil del equipo del futuro presidente (ver lista completa aparte) para conducir una etapa difícil de reconstrucción de la Argentina a partir del próximo martes, jerarquiza la política y, a través de ese instrumento que Macri desechó, lo traslada a áreas que fueron jibarizadas por la gestión saliente.

Vuelven a ser importante para el Estado la salud, el trabajo, la obra pública, el medio ambiente, la ciencia, los temas de diversidad y género, la tecnología y una larga lista de prioridades que están planchadas. Igualmente la seguridad, área a la que Fernández también le dio el marco que pone en contexto los tiempos de cambio: "No se resuelve con palos ni metiendo bala", dijo el presidente que llega al poder a partir de una decisión embrionaria, que incluyó una lectura correcta de la realidad y de un generosidad pocas veces vista en la política, de la inminente vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

29/07/2016

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