Las empresas energéticas, lanzadas a una extendida e intensa campaña de presión para sostener la dolarización de las tarifas del sector, aumentaron sus ingresos seis veces más que la inflación en tres años, según el último informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), que analizó las principales variables del sector energético en el período que va del 2015 al 2018.

Vaca Muerta está en la centralidad de una disputa por la política energética de la próxima gestión de gobierno y en particular por la tarifa, una puja en la que aparecen pocos aportes valiosos como el de la Undav que ayudan a desentrañar con sentido analítico cuestiones centrales como costos y ganancias de las petroleras y demás empresas del rubro.

El trabajo de la Universidad verificó además que en el período de estudio existió una caída de la producción, que en el caso del petróleo alcanzó un 13,2%. A pesar de ello, se destaca, nada impidió que las empresas incrementaran sus ingresos 955% en promedio cuando la inflación fue del 157%.

Las compañías petroleras, con la ayuda de consultoras, funcionarios, periodistas de medios especializados y no tanto, están abiertamente lanzadas a la campaña del "dame más", bajo diagnósticos sombríos de que si ello no sucede se viene la noche en Vaca Muerta. Llevan semanas poniendo a prueba a la gestión electa de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.

“La política tarifaria y energética ha demostrado no traer beneficios tanto para el entramado productivo como a los hogares; tampoco ha servido como una forma de conseguir los dólares suficientes por medio de la exportación que necesita la economía doméstica para crecer sustentablemente”, dice una de las conclusiones de este informe. “En cambio, agrega, ha traído cuantiosas ganancias para las empresas del sector energético”.

“Sin importar el segmento del mercado en el cual desarrollen su actividad principal, es decir, estén en el eslabón de la producción, el transporte o la distribución, las empresas de energía han podido incrementar sus ingresos por ventas holgadamente por encima de la inflación en cada período”, explicaron los economistas que intervinieron en el trabajo y aclararon que “esto les permitió no sólo superar ampliamente los costos de producción por unidad vendida sino también los costos administrativos, comerciales, financieros e impositivos”.

Las empresas que más aumentaron nominalmente sus ingresos por ventas son Transportadora Gas del Norte que lo hizo en un 1475% en tres años; la petrolera Pampa Energía, que se ocupa de múltiples etapas en el proceso de producción, transporte y distribución de energía, con 1437%; y en tercer lugar, la distribuidora Edenor, que aumentó 1372%.

En el cuarto y quinto lugar están las empresas subsidiarias de Ecogas, Distribuidora Gas Cuyana y Gas del Centro, con 1334% y 1054% respectivamente, y le siguen, Camuzzi Gas Pampeana (1038%), Edesur (1006%), Edelap (971%), Naturgy Ban (929%), Metrogas (607%), Transener (405%) y Pan American Energy (308%).

Entre todas estas empresas, la que menos incrementó sus ventas fue YPF, con un 179%; lo que les permite establecer que sin contar a la empresa estatal, “el crecimiento de los ingresos por ventas en promedio en los últimos 3 años alcanzó el 995%”.

Cuando analizan el bienio 2017- 2018, desde Undav registran que “las empresas han obtenido resultados integrales que superan en todos los casos los 2 mil millones de pesos constantes del 2018”, y en particular Pampa Energía fue la que más rentabilidad obtuvo “ya que embolsó en el periodo unos 24.819 millones de pesos”.

Le siguió TGN con ganancias por 20.307 millones de pesos, Pan American Energy con 19.883 millones, Edesur con 18.249 millones, Edenor con 9.317 millones, Metrogas con 8.435 millones, Transener con 7.013 millones, Edelap con 6.218 millones, Camuzzi Gas Pampeana con 4.189 millones, Naturgy BAN con 2.983 millones, y las dos Ecogas, con 2.760 para la del Centro, y  2.198 para la de Cuyo, siempre en millones de pesos

Al medir los resultados integrales en dólares en estos tres años, desde el observatorio indicaron que “han sido siderales” ya que por ejemplo, Pan American Energy ganó unos 1.338 millones de dólares; TGN 1.086 millones; Pampa Energía, 761 millones; Metrogas 540 millones; Edelap 289 millones, y Transener 246 millones.

En el cálculo que realizan de la rentabilidad sobre el patrimonio, durante el bienio 2017- 2018, en primer lugar se ubica Edelap con un 70,7%, Camuzzi Gas Pampeana con un 45,4%, Edesur 44,6% y TGN 42,3%.

Y en el caso de la rentabilidad sobre los activos figuran en primer lugar Edelap con un 25,9%, TGN 25,7%, Ecogas cuyana 24,6%, Transener 18,9% y Ecogas del Centro 18,3%.  

A pesar de todos estos números, desde Undav remarcaron que “los márgenes de rentabilidad otorgados a las empresas de energía y la dolarización de las tarifas impulsadas por el gobierno nacional no contribuyeron a una mejora sustancial del servicio, ni de las inversiones”.

Caída de la producción

“Los jugosos márgenes de ganancia que los nuevos cuadros tarifarios no redundaron en mayores volúmenes de producción”, indicaron en el documento y explicaron que, por el contrario, “la caída de la demanda de energía llevó a que la decisión óptima de las empresas sea la reducción de los niveles ofertados”.

La producción de hidrocarburos cayó desde los 30,1 millones de metros cúbicos en 2015 hasta los 26,6 en 2018, lo que implica una caída del 11,6% en 3 años.

Las empresas del sector, descontando a YPF, disminuyeron su producción un 21,4% en 3 años, desde casi 13 millones en 2015 hasta los 10,2 millones en el 2018 mientras que la petrolera estatal redujo su producción un 4,3%; desde los 17,1 millones de metros cúbicos en 2015 hasta los 16,4 millones en el 2018.

“El gobierno nacional esperaba que luego de un shock de precios, la inversión crecería redundando en un aumento de las cantidades”, explican en el informe, aunque señalan que “ante la caída de la demanda doméstica y de la actividad interna, la mayor rentabilidad del sector no se tradujo en un crecimiento de las cantidades producidas”.

En cuanto a la energía eléctrica, en el primer semestre del 2019 se generaron unos 64 mil Gw/h, lo cual es un 5,3% menor a los 67,5 mil del mismo periodo del 2015

La producción de gas también descendió por debajo de los niveles del 2015, ya que a pesar del tarifazo en las facturas de gas natural, en el primer semestre del 2018 estuvo por debajo de la producida en 2015 en 300 millones de metros cúbicos, una caída del 2,8%.  

En el informe destacaron que “una de las promesas" de la Argentina en materia hidrocarburífera es la formación geológica de no convencionales Vaca Muerta, y aclararon que “debido al carácter del mismo, una buena parte de la producción debe ser licuefaccionada para poder ser transportada a sus lugares de consumo”.

Pero como ocurrió con el resto de la producción, la de gas licuado de petróleo “lejos de crecer se desplomó desde 2015 a la fecha” porque en ese año la producción de GLP rondaba las 550 mil toneladas y en los años sucesivos nunca superó ese nivel, y en el 2019 alcanzó hasta el momento su peor valor, unas 487 mil toneladas, lo que representa una caída del 11,4%.

“Tampoco aumentaron los niveles producidos en Gas Oil”, indicaron desde Undav y consignaron que en el 2015 los mismos rondaban los 5,9 millones de metros cúbicos semestrales y en ninguno de los primeros semestres de los años subsiguientes la producción superó este número, mostrando una caída en 2019 del 5,4%, producida por “la caída de la demanda doméstica”.