El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, volvió a dar muestras de un perfil independiente de la estrategia de Estados Unidos en materia de relaciones internacionales, al afirmar que cuando haya asumido como presidente de Argentina “va a ser un honor recibir a (el derrocado presidente de Bolivia) Evo Morales y a (su ex vicepresidente) Álvaro García Linera”.

Su trascendente posicionamiento fue expresado el mismo día en que se hizo más evidente la falta de libertades en el vecino país, bajo control de fuerzas antidemocráticas. Ocurrió que periodistas de medios argentinos fueron evacuados y refugiados en la embajada de nuestro país en La Paz, ante los riesgos personales que corrían debido a la agresión de partidarias del golpe de Estado. 

A tal punto llegó la situación que hasta el gobierno de Mauricio Macri, simpatizante del golpe, tuvo que salir a decir a través de la Cancillería que “solicitó a las autoridades en ejercicio del poder en Bolivia velar por la seguridad e integridad física” de los profesionales de prensa argentinos que allá están trabajando.

Fernández se refirió a la situación boliviana en Montevideo, adonde viajó para reunirse con el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez. Allí el futuro mandatario de nuestro país expresó su apoyo a Daniel Martínez, candidato presidencial del Frente Amplio (de centroizquierda), que el 24 de este mes enfrentará en un balotaje a Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional (de derecha).

"El día que llegue a la Presidencia va a ser un honor recibirlo a Evo Morales y a Álvaro García Linera”, dijo Alberto, y agregó que “Argentina es casa de todos los bolivianos". Dijo incluso que “si hubiera sido yo el presidente (en el momento del golpe) le hubiera ofrecido el asilo el primer día".

Periodistas hostigados

Los trabajadores de prensa de los canales de A24, Telefe, Crónica y TN enviados a La Paz para cubrir los sucesos fueron amenazados, hostigados y en el caso de un camarógrafo golpeado por partidarios del golpe de Estado. Ello derivó en que fueron evacuados del lugar de los hechos y durante varias horas se refugiaron en la embajada argentina. 

Rolando Graña, de América Noticias, fue increpado por manifestantes cuando él, junto con su compañero que manejaba la cámara, mostraba una situación donde la Policía se llevaba preso a un hombre en la calle. Una joven mujer comenzó a gritarle “mentiroso” y a reclamarle insistentemente “di la verdad”. Graña intentó seguir trabajando y le dijo a la acosadora “sos una basura”. 

Otros agresores rodeaban al camarógrafo Claudio Merino para que dejara de grabar, hasta que un sujeto golpeó y lo lastimó en un ojo. Todo fue filmado y trasmitido en directo, ya que en ese momento el equipo estaba saliendo al aire. Luego se supo que el atacante era también argentino pero está radicado hace años en Bolivia. Se llama Alexis Gómez Demarco, trabaja como fotógrafo y en las redes sociales muestra su fervoroso odio al gobierno anterior y su apoyo a los golpistas.

Una situación similar vivió el equipo periodístico de Telefe. El camarógrafo de ese canal Lucio López, relató en un momento: "Nos están evacuando porque la agresión hacia los medios de prensa son cada vez peor”. Tras mostrar los daños sufridos por gases lacrimógenos que les tiraba la Policía, agregó que “nos tratan de sediciosos por los medios, es una vergüenza”.

Por el lado de TN, partidarios del golpe interrumpieron varias veces el relato de la periodista Carolina Amoroso en cercanías del Parlamento y le gritaban “¡Váyanse de mi país!”. Una manifestante le impidió continuar con la transmisión mientras otro grupo rodeaba al camarógrafo Federico Gandolfi. También en este caso todo fue trasmitido en directo

En día anterior, el cabecilla golpista Fernando Camacho, un extremista fanático religioso que entró a la Casa de Gobierno con una Biblia pidiendo la renuncia de Morales, mientras respondía preguntas rodeado de matones increpó al periodista Mariano García de Telefe, cuando el reportero le hacía preguntas respetuosas pero políticamente incómodas.

En ese contexto, ayer el embajador de nuestro país, Normando Álvarez García, sostuvo que en La Paz hay "caos y vacío de poder", y que "no podemos garantizar la seguridad de los periodistas" que viajaron especialmente para cubrir la información. 

Luego la Cancillería informó en un comunicado que solicitó “a las autoridades en ejercicio del poder en Bolivia, velar por la seguridad e integridad física de los medios argentinos presentes en territorio boliviano, trabajando en la cobertura de los sucesos que son de público conocimiento".

Previamente, los periodistas locales y extranjeros fueron tratados de "sediciosos" en declaraciones públicas de la ministra de Comunicación del gobierno de facto, Roxana Lizárraga: "La prensa tiene que tener todas las garantías para trabajar. Aquellos periodistas que estén haciendo sedición deberán responder ante la ley", dijo la funcionaria golpista.

Los propietarios de los principales medios gráficos del país, nucleados en Adepa (Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas), repudiaron “las agresiones y amenazas a los equipos periodísticos” de A24, Crónica TV, Telefe y TN “por parte de manifestantes en las calles” de La Plaza.

En un comunicado de la cámara empresaria, rechazaron expresamente "las expresiones de la ministra interina de comunicaciones de Bolivia, Roxana Lizárraga, quien amenazó con aplicar la ley de sedición a periodistas locales y extranjeros que cubren las manifestaciones".