Argentina vivirá mañana la instancia electoral de mayor trascendencia política, como conclusión de un año donde hubo procesos de elección de autoridades a lo largo de los meses en provincias y municipios de todo el país. Esta vez se votará para elegir presidente y vicepresidente de la Nación, así como legisladores nacionales que representarán a cada uno de los 24 distritos del país (se trata de 23 provincias más la ciudad autónoma de Buenos Aires, CABA).

A los efectos de la elección presidencial, el territorio nacional funciona como “distrito único”, ya que los mismos postulantes, integrados en este caso en seis binomios de presidente y vicepresidente, son comunes como opción electoral para los ciudadanos de todo el país. 

Para la fórmula que resulte ganadora, según la Constitución Nacional y las leyes vigentes, su mandato será de cuatro años: desde el 10 de diciembre de 2019 hasta igual fecha de 2023.

Mañana se eligen legisladores nacionales que no representan a todo el país sino solo a su propio distrito. En el caso de las provincias de la Patagonia Norte, en Neuquén se votará para que de allí surjan tres senadores nacionales y dos diputados nacionales. En Río Negro, también tres senadores e igual número de diputados. 

Las dos provincias cuentan con cinco diputados propios en la Cámara baja del Congreso de la Nación, pero que por mandato de la Constitución se renuevan “por mitades” cada dos años. Debido al número impar de la representación (cinco), esa renovación parcial se traduce en dos diputados o en tres, según cada año electoral. 

Así fue que Neuquén renovó tres diputados en 2017 y esta vez son dos, mientras que en Río Negro, en sentido contrario, en 2017 eligió dos diputados y esta vez serán tres. Cada uno de los elegidos dura cuatro años en su banca, de modo que quienes ingresen esta vez, tendrán mandato hasta 2023.

En cambio, para el caso de los senadores el número de representantes es idéntico para cualquiera de las provincias: todas y cada una envían tres miembros a la Cámara alta del Parlamento. Los integrantes de esta última duran seis años en sus bancas, por lo cual quienes resulten elegidos en la presente ocasión mantendrán su banca parlamentaria hasta 2025. 

La renovación del Senado se realiza “por tercios” cada dos años, según indica la Constitución Nacional. Significa que de los 24 distritos electorales del país (las 23 provincias más CABA), son ocho las que votan senadores esta vez, y entre ellas están Neuquén y Río Negro. Las otras seis son la ciudad autónoma de Buenos Aires, Chaco, Entre Ríos, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.

Otras ocho provincias elegirán representantes para el Senado dentro de dos años y será para el periodo 2021-2027. Las ocho restantes lo harán dos años más tarde, y los elegidos ocuparán sus bancas en el sexenio 2023-2029.

En cualquiera de los casos, por disposición constitucional, del total de tres senadores de la provincia que fuere, dos de ellos corresponden al partido o alianza electoral que resulta ganador de la votación, mientras que el restante, en representación de la minoría, es para el partido o alianza que sale en segundo lugar. El resto, no obtiene senadores propios.

Senadores por Neuquén

Para la elección de senadores nacionales por la provincia de Neuquén los ciudadanos podrán optar entre cinco alternativas, pero la disputa por esas bancas tiene particularidades que le otorgan una significación especial.

Las respectivas candidaturas se expresan en las boletas del Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad; Frente de Todos; Juntos por el Cambio; Movimiento Popular Neuquino; y Consenso Federal.

Pero como se ha venido informando en los últimos días, en Juntos por el Cambio se suscitó un conflicto respecto de quién debía reemplazar al fallecido Horacio “Pechi” Quiroga, que ocupaba el primer lugar de la lista. La controversia se trasladó al ámbito judicial.

La jueza electoral de Neuquén, Carolina Pandolfi, había dispuesto que quien debía ocupar la candidatura de Quiroga era el primer suplente, Pablo Cervi. Pero Lucila Crexell, quien era originalmente la segunda candidata titular de la nómina -detrás de Quiroga- apeló ante la Cámara Nacional Electoral.

El pronunciamiento judicial se conoció este jueves, tres días antes de la elección. La Cámara resolvió a favor de Crexell, quien finalmente ocupará el primer lugar de la lista. Cervi estará en segundo lugar. 

La resolución de la controversia cobra máxima importancia debido a que existe cierta probabilidad de que Juntos por el Cambio logre obtener el ingreso al Senado de su primer candidato (candidata, en este caso). Ello ocurriría si la votación ciudadana ubicara a esa fuerza política en segundo lugar, como ocurrió en las elecciones primarias, cuando quedó detrás del ganador (Frente de Todos).

Sin embargo, la incógnita se mantendrá hasta que se conozca el conteo de votos. Sucede que el Movimiento Popular Neuquino, que en la elección primaria quedó tercero -y por lo tanto no ingresaría ninguno de sus representantes al Senado- aspira a revertir esa posición y quedar, al menos, en segundo lugar. 

Si así fuera, renovaría su mandato como senador Guillermo Pereyra, primero en la lista del partido provincial, quien actualmente ocupa la banca y está concluyendo su periodo de seis años.

Para el caso de que, como ocurrió en las elecciones PASO (primarias abiertas, simultáneas y obligatorias) realizadas el 11 de agosto, el primer lugar en la elección de senadores por la provincia de Neuquén se lo adjudicara el Frente de Todos, ingresarían a la Cámara sus dos candidatos titulares: Oscar Parrilli y Silvia Sapag.

Sobre ese supuesto, queda la incógnita acerca de cuál de los otros sectores que compiten conseguirá el segundo lugar: si Juntos por el Cambio o el Movimiento Popular Neuquino. De eso depende cuál de las dos fuerzas políticas obtendrá un senador nacional en representación de la minoría.

Por ello, según todos los cálculos de probabilidad, esa banca será para Lucila Crexell o para Guillermo Pereyra. Solo para uno de los dos.

Volteretas de la política y del azar: hace seis años (2013), después de vencer en una elección primaria resonante dentro de su propio partido, Pereyra y Crexell -en ese orden- fueron candidatos en la misma boleta por el Movimiento Popular Neuquino (MPN), ganaron la elección, y se convirtieron en senadores de la Nación hasta la actualidad. 

Sus mandatos vencen el próximo 10 de diciembre. Con probabilidad casi absoluta, uno de los dos volverá a ser senador, o senadora, por otros seis años. El otro, o la otra, se quedará afuera de la Cámara.