Si algo ha sufrido una transformación radical han sido las campañas políticas electorales basadas en estudios de marketing, análisis y aplicación de teorías comunicacionales y otros asuntos que estallaban en “brain-stormings” de alto costo.

Ya en el balotaje entre Scioli y Macri, la militancia tuvo un rol que recordaba a esas campañas de “carbón y tiza”. Desde abajo a fuerza de voluntad y corazón.

En esta campaña, Marquitos Peña recluto ejércitos de voluntarios cibernéticos pensando que iba a ser imbatible agitando las redes. 

Pero como dijo el ‘prescindente’ “pasaron cosas”.

El activismo generado a partir de los colectivos feministas y distintas militancias se metió de lleno en la campaña y generaron acciones que quemaron todos los papeles de los publicistas del mercado. Quizás el hecho que más conmovió y penetro fue el “flash mob” o coreografía generalizada en algunos puntos de la ciudad musicalizada con la cumbia “Si vos querés”, de Sudor Marika, que se replicó al infinito (y quizás más allá). 

Previamente a las PASO se había realizado en las calles porteñas un “Proyectorazo” que consistió en proyectar sobre distintas paredes consignas que apuntaban a desbancar al macrismo en las elecciones. “Si vos querés, Macri ya fue”, fue el grito unificador sin apuntar a apoyar a ningún candidato especifico. 

Después del ‘votazo’ en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, la cuestión fue ir por más y así surgió “Si vos querés, Larreta también”.

En la noche de ayer se volvió a replicar el “Proyectorazo” incluyendo esta vez algunos edificios públicos como el Congreso, que en este momento está envuelto en unas lonas que lo convierten en una gran pantalla, el ministerio de Desarrollo Social y la Facultad de Derecho.

Acciones que tienen mucho de performance artística, que no están atadas a ninguna estructura orgánica y fluctúan de acuerdo a las circunstancias que se presentan.