En el segundo y último debate televisivo entre candidatos presidenciales, una semana antes de la elección, Mauricio Macri atacó reiteradamente al “kirchnerismo” como forma de provocar a su principal rival y ganador de las elecciones primarias. Alberto Fernández respondió siempre con calma, denunció que “este gobierno hace pasar hambre a mucha gente”, aseguró que “vamos a poner a Argentina de pie, que en la grieta se queden ellos”.

En distintos momentos, el actual presidente y aspirante a la reelección aludió a la “corrupción” del gobierno anterior, al que mencionó como “ellos” en repetidas veces. “Se robaban la plata de las obras, ellos son así y cuando gobiernan creen que son dueños de la plata de los argentinos”, dijo por ejemplo. 

El candidato del Frente de Todos, en una de sus intervenciones, afirmó que “al presidente lo esperan 100 causas (judiciales) donde está siendo investigado”, y en cambio “yo nunca fue citado por ningún juez. Puedo dar clases de decencia, no me corran con eso”, replicó. En otra ocasión recordó los vínculos de la familia Macri con el lavado de dinero (en referencia a un hermano del presidente, a quien no nombró), y a los beneficios que recibieron “sus amigos” con los tarifazos y la política energética.

Los otros cuatro participantes reafirmaron puntos fuertes de sus estrategias pre-electorales. Roberto Lavagna (Consenso Federal) planteó de entrada que ningún problema “tiene solución en el marco de una economía como la actual, que lleva ocho años estancada, incluyendo dos años de reducción del nivel de actividad”. Nicolás del Caño (Frente de Izquierda) dijo dirigiéndose a los electores “vos sabés que nosotros estamos en cada lucha” y pidió el voto para que “la izquierda se haga más fuerte”.

El militar retirado Juan José Gómez Centurión (Frente Nos) propuso crear una agencia para “luchar contra el crimen organizado”, y aseguró que “esta guerra hay que ganarla caiga quien caiga”. El otro postulante de ultraderecha, José Luis Espert (Frente Despertar), prometió “apoyo a las fuerzas policiales” y criticó varias veces al sindicalismo y a las leyes laborales.

La confrontación televisiva se realizó en la Facultad de Derechos de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y tuvo a misma estructura de la ocasión anterior (una semana antes), que a su vez fue resultado de una negociación previa entre representantes de los candidatos y la Cámara Nacional Electoral que por ley debe coordinar la organización. 

Primero hubo 45 segundos de presentación para los diferentes postulantes, luego cuatro bloques temáticos y finalmente un bloque de cierre de un minuto cada uno. En el primero de los mencionados cuatro bloques el tema fue “seguridad” y en el siguiente “empleo, producción e infraestructura”. El tercer eje se denominó “federalismo, calidad institucional y rol del Estado”, y el último “desarrollo social, ambiente y vivienda”. 

Para cada una de esas temáticas, los candidatos tenían dos minutos iniciales. Terminadas todas las exposiciones disponían de 30 segundos adicionales, y concluida la ronda, otros 30 segundos de cierre sobre el tema. En todos los casos, el orden de las exposiciones había surgido de un sorteo.

Presentación de cada candidato

En la apertura, el primer turno fue para el actual presidente de la Nación y candidato de Juntos por el Cambio. Aseguró que en la votación del domingo próximo “se elige en qué tipo de país queremos vivir”. Se atajó el afirmar que “hay muchos que están enojados por la situación económica y los comprendo, pero quiero que sepan que nos espera un futuro con crecimiento”, prometió.

Siguió Del Caño, quien aludió a “una Latinoamérica que se levanta, como lo vimos en Ecuador y hoy lo vemos en Chile”. Lavagna apuntó por igual a los gobiernos de Cristina Kirchner y de Macri, y dijo que “los errores que no se reconocen son errores que se repiten”. Espert acusó a los demás postulantes de ser “parte de un sistema que destruye a los ciudadanos de a pie” y “es como un virus”. 

A su turno, refiriéndose al lugar donde se hizo el debate, Fernández señaló que en “en esta facultad” me eduqué y ahora educo”, dijo por su condición de profesor, y remarcó que “sabemos lo que es el Estado de Derecho”. Desmontando de entrada las menciones a su dedo índice levantado por momentos frente a la cámara, que el propio Macri le criticó en el domingo anterior y los medios oficialistas repitieron toda la semana, dijo que “mi índice solo marca errores y señala inconductas”, pero en cambio “sería bueno que hablemos del índice de desocupación, de pobreza o de inflación”.

Concluida la presentación de cada uno, tuvo lugar el bloque dedicado a “seguridad”. Macri dijo al respecto que “nosotros somos distintos a ellos”, es decir a los peronistas y kirchneristas, porque “nosotros estamos con las víctimas del delito, estamos con las fuerzas de seguridad, combatimos las  mafias”.

También acusó al gobierno anterior de “encubrir el atentado a la AMIA”, perpetrado nueve años antes de que Néstor Kirchner asuma la presidencia. Por último, afirmó que las denuncias por la muerte de Santiago Maldonado fueron “un ataque a una institución muy reconocida por su lucha contra el narcotráfico”, dijo en alusión a Gendarmería.

En este bloque sobre seguridad lanzaron sus mensajes más beligerantes Gómez Centurión, que habló de “guerra”, y Espert con su idea de “darle todo el apoyo a las fuerzas policiales para que tomen el arma contra el potencial asesino

Desde el Frente de Izquierda, Del Caño pidió “terminar con la hipocresía”, recordó que según el fiscal Federico Delgado “el 65% de las causas judiciales por drogas son para perseguir a pibes y pibas”, y propuso “legalizar la marihuana para terminar” con esa persecución”.

Fernández advirtió que “es más fácil pegarla a lo que la inseguridad genera, hablar de mano dura y de penas más fuertes, pero la realidad es que el problema de la seguridad está directamente relacionado con la desigualdad social”. Reforzó que “las sociedades más igualitarias con las que menos crímenes tienen”, y anunció que creará un “Consejo Nacional de Seguridad” para que el tema “deje de ser un problema del gobierno y pase a ser un problema del que se ocupen todos”.

Bloques sobre trabajo, producción y Estado

En el tramo referido a “empleo, producción e infraestructura”, el presidente que busca su reelección otra vez arremetió contra el kirchnerismo y dijo que “la obra pública era una matriz de corrupción” y se robaban la plata de las obras”. Sostuvo que “hoy tenemos Vaca Muerta relanzado” y “estamos rumbo a ser un gran exportador de energía a nivel mundial”. 

El candidato peronista la respondió que el actual gobierno, en materia energética “lo único que hizo fue llenar los bolsillos de sus amigos”, y para eso “subió las tarifas de una forma tan cruel que la Argentina se quedó sin energía”. Destacó que se ha llegado “a la tasa de desempleo más alta de los últimos 13 años”, y que el macrismo “uberizó la economía” porque impulsó un sistema donde “el empleador se quita obligaciones y el que trabaja pierda derechos”.

También recordó que “en tiempos de Macri se cerraron 43 pymes por día y la actividad económica no paró de caer”. Anticipó en ese sentido que, durante un eventual gobierno suyo, “vamos a poner en marcha las pymes y que dejan de pagar tarifas dolarizadas que solo benefician a los amigos del presidente”.

El siguiente bloque, que incluía en su temática “federalismo, calidad institucional y rol del Estado”, lo inició Macri. Una vez más, arremetió contra el “kirchnerismo” y le endilgó querer crear una “Conadep del periodismo”. También le reprochó que “no ven que Maduro es un dictador, eso marcha una enorme diferencia” entre su gobierno y el Frente de Todos.

Alberto tomó el tema de la calidad institucional y resaltó que el actual presidente “lo primero que hizo fue proponer a dos jueces de la Corte por decreto”. Además, “un día resolvieron que la corrupción se llame conflictos éticos o económicos”, pero “la realidad es que la corrupción es un gran problema”.

Temas sociales y ambientales

El último bloque temático, dedicado a “desarrollo social, ambiente y vivienda” lo abrió el propio postulante presidencial que lleva como vice a Cristina Kirchner. Retomó alusiones del actual mandatario a las “diferencias” que los separan, y dijo “definitivamente no nos parecemos en nada, presidente, y en el tema de la pobreza es donde menos quiero parecerme”. Apuntó que Macri prometió “llegar a la pobreza cero y mintió”, porque en realidad “la multiplicó”, y “lo más grave es cómo multiplicó el hambre”.

Alberto agregó que “nos debe avergonzar que no seamos capaces de alimentar a 15 millones de argentinos que quedaron desamparados” por las políticas del oficialismo y prometió que se ocupará “de que el hambre se termine”. También anunció que trabajará para “cuidar el medio ambiente” porque “el cambio climático lo exige”, y adelantó que “vamos a cuidar los bosques y pedirle a la minería que se desarrolle de forma sustentable”. Anticipó que creará un ministerio de Vivienda y que con la construcción “vamos a movilizar la economía”.

A su turno, Macri manifestó que la resulta “indignante escucharlos hablar de pobreza”. Afirmó que “ellos siempre han usado a los pobres y han hecho clientelismo”. Luego dijo que “nosotros de verdad nos queremos ocupar de la pobreza” pero “lamentablemente la crisis de abril volvió atrás lo que habíamos logrado”.

En temas ambientales se destacó la intervención de Del Caño, quien se refirió a la minera Barrick Gold y las retenciones a la minería. “Queremos terminar con este modelo de saqueo y contaminación”, expresó, y propuso encarar “una transición energética”.

Lavagna tomó particularmente la problemática social y criticó que “los últimos dos gobiernos confundieron desarrollo social con reparto de planes”, según dijo, para luego advertir que “nuestra sociedad corre el riesgo de acostumbrarse a la pobreza”. Espert, por su parte, se quejó varias veces de “los que viven de los planes”, y exaltó como solución las “reformas pro-mercado” en el sistema económico.

Dentro del mismo bloque pero en el tiempo adicional, el presidente de la Nación prometió que cambiará la fórmula para calcular la actualización de los créditos UVA. Allí hubo una fuerte réplica de Del Caño, quien dirigiéndose a Macri dijo “usted los estafó” a quienes tomaron se endeudaron con esos préstamos. Fernández, en similar sentido, sostuvo que los créditos UVA “iban a ser una solución y hoy son un drama para miles de familias”.

Minuto final

En el minuto final de cada candidato, el sorteo favoreció a Fernández porque fue el último. Empezó Centurión, quien sostuvo que quiere “un proyecto de nación sin grieta”, con “orden y respeto a la autoridad”. Siguió Macri, quien aseguró que “el kirchnerismo volvió a ponerse agresivo, tal cual su historia”. Luego mencionó el acto del sábado en el Obelisco porteño y dijo que en los comicios del domingo próximo se va a dar vuelta “no solo la elección” sino “la historia de la Argentina”.

Del Caño convocó a fortalecer a la izquierda, mientras que Lavagna dijo que “hemos escuchado los crujidos del sistema político existente en Argentina” y propuso un acuerdo de puntos básicos entre las fuerzas políticas porque “los argentinos lo merecemos, especialmente los más jóvenes”. Espert criticó a sus rivales electorales por ser “parte del problema y no de la solución de la decadencia argentina”, y afirmó que el futuro “es liberal y ya comenzó”.

Fernández empezó citando versos de la canción “Como la cigarra” de María Elena Walsh: “Tantas veces me mataron, tantas veces me morí; sin embargo estoy aquí, resucitando”. En ese contexto, aludió a las dictaduras y crisis económicas del país, y expresó que “un día llegamos con Néstor y Cristina y pusimos a la Argentina de pie. Pero entonces llegó Macri”. A continuación, completó la idea: “Acá estamos nuevamente. Vamos a poner a Argentina de pie, que en la grieta se queden ellos. Nos merecemos el país que todos soñamos”.