Distintos sectores políticos, sociales y organizaciones de derechos humanos alertaron que, ante la profundización del ajuste acordado con el FMI (Fondo Monetario Internacional), el gobierno quiere usar a los militares para reprimir la resistencia a ese proceso. Néstor Busso, ex secretario de Derechos Humanos de Río Negro, dijo que cuando las instituciones castrenses tuvieron ese rol en la historia reciente, “solo han traído muerte y dolor”.

La preocupación surgió tras el anuncio realizado por el presidente Mauricio Macri en los actos del Día del Ejército, en donde convocó a las fuerzas armadas a “brindar apoyo logístico a las fuerzas de seguridad para cuidar a los argentinos frente a las amenazas y desafíos actuales”.

Busso, un reconocido militante especializado en el derecho social a la comunicación y que dirige medios alternativos, señaló que “es muy grave porque el presidente dice que va a dar participación a las fuerzas armadas en cuestiones de seguridad interna”, lo cual “es un claro retroceso en materia de derechos humanos”.

Afirmó que “ese apoyo logístico puede ser cualquier cosa, puede ser de hecho una intervención”. Recordó que “Argentina, a través de la ley de Defensa, ley de Seguridad Interior y ley de Inteligencia, establece con mucha claridad la separación entre seguridad interna y defensa nacional, y le asigna a las fuerzas armadas la defensa nacional, y a las fuerzas de seguridad todo lo interno”.

El dirigente sostuvo que “en nuestra historia reciente la participación de las fuerzas armadas en cuestiones internas solo ha traído muerte y dolor a nuestro pueblo. Las fuerzas armadas deben estar para defender al país y al Estado frente a agresiones externas”, remarcó.

Argumentó que si intervinieran en taras de seguridad “por un lado se estaría violando la ley, y por otro se les está asignando esa función a fuerzas preparadas para enfrentar agresiones externas en caso de que existieran, pero no preparadas para intervenir en cuestiones internas”.

Militares y modelo económico

Reflexionó luego que todo esto “es parte del modelo nacional que preside Macri, ya que “su proyecto económico-político implica reducción de salarios, reducción de gastos del Estado como las jubilaciones, que ellos consideran un gasto”, así como “aumento de tarifas y devaluación de nuestra moneda”, todo lo cual “genera resistencia del pueblo, que ve disminuir su poder de compra y calidad de vida, y por eso el gobierno necesita represión”.

Al consultársele si esto es una exigencia o resultado del pacto con el FMI, Busso indicó que “el proyecto del gobierno de Macri coincide con el tradicional modelo propuesto o impuesto por el FMI, no es que el FMI le pida a Macri cosas en las que no está de acuerdo. Coinciden, son el mismo proyecto, que es para beneficiar a los sectores económicos más poderosos, especialmente los grandes grupos financieros”.

Respecto del argumento oficial de que las fuerzas armadas se necesitan para enfrentar nuevos desafíos como el narcotráfico, afirmó que “en ningún lugar del mundo se ha derrotado así al narcotráfico”, y recordó que “los países que más empeño ponen en el uso de la fuerza y la violencia es donde hay más muertes, más violaciones a los derechos humanos, como el caso de México”.

El militante político y social, y ex funcionario rionegrino, aseguró que “la solución no puede ser el uso irracional de la violencia, y hay que tener en cuenta el fracaso de las bravuconadas de la señora Patricia Bullrich en el ministerio de Seguridad”. Describió que la funcionaria macrista “montó varios shows deteniendo a presuntos narcotraficantes y el narcotráfico, lejos de cesar, crece”.

Luego de reafirmar que “con esa metodología no se derrota el narcotráfico”, recordó que esas organizaciones criminales “tienen otras causas, está muy ligado al negocio de las finanzas, del lavado de dinero. No son los pobres de las villas los protagonistas del gran tráfico de drogas, del gran negocio, en todo caso allí está el menudeo, el chiquitaje, pero los grandes negocios se combaten de otra forma”, concluyó Busso.