En un clima de tensión se realizó ayer en el patio interno de un colegio la sesión del Concejo Deliberante de Viedma, que terminó con serios disturbios luego de que fuera rechazado por mayoría el pedido de autorización del Ejecutivo comunal para poder acceder al endeudamiento propuesto por el Plan Castello, en este caso para obras de pavimento en la capital rionegrina.

Las deliberaciones tuvieron lugar en la Escuela Secundaria de Formación Agraria. Allí se encontraba el gabinete en pleno del intendente José Luis Foulkes (Cambiemos), y había además referentes de las juntas vecinales que intentaban persuadir a los concejales de que respaldaran la toma del crédito, junto a un nutrido grupo de trabajadores de la construcción.

El proyecto fue rechazado por seis votos contra tres. Tras la votación, personas identificadas con la Uocra (Unión Obreros de la Construcción de la República Argentina) increparon a los concejales del Frente para la Victoria (FpV), que se habían pronunciado en contra.

Empujones con la Policía, termos y vasos rotos y además mucho nerviosismo, fueron las consecuencias del episodio, repudiado desde todo el arco político presente. La mayor agresión la recibieron los concejales Silbana Cullumilla y Diego Santos (FpV).

“Con la Uocra no se jode, concejales les vamos a prender fuego”, fue el cántico con el que los trabajadores de la construcción comenzaron a calentar el ambiente.

El presidente del Deliberante, Alberto Francioni, responsabilizó de la violencia al intendente Foulkes “porque él ha fogoneado mucho esto. No ha sabido dar el debate como lo tiene que dar. Nunca vino al Concejo a explicar el proyecto, mandó una carpeta cerrada. Entonces, cuando no tuvo los votos movilizó a la gente”.

Por su parte, Evelyn Rousiot, presidenta del bloque del FpV en el órgano deliberativo, aseguró que “necesitábamos darle urgente tratamiento a este tema porque el grado de violencia que se estaba generando desde el Ejecutivo municipal, y que hoy se replicó en los concejales del oficialismo con sus alocuciones, iba a ir creciendo”.

Ante los medios, el secretario de Hacienda de la comuna, Hernán Perafán, negó toda responsabilidad del intendente Foulkes y se solidarizó con los concejales que fueron agredidos. “Estos hechos nada tienen que ver con la impronta que nosotros venimos a plantear hoy”, dijo.

Posición del socialismo

Desde el Partido Socialista, expresaron que la Uocra “tiene derecho a reclamar trabajo para sus afiliados pero jamás a ejercer violencia” sobre miembros del Concejo Deliberante, y que el intendente Foulkes “debe demostrar que no alienta estas prácticas y debe hacer cesar esta cobarde presión sobre el Concejo Deliberante”.

En un comunicado, y también sobre la actitud del jefe comunal, agregaron que “se supone que Cambiemos, su espacio de pertenencia, vino a respetar la democracia y a alejar las prácticas patoteriles, pero parece que cuando esas prácticas le son funcionales a sus objetivos, si no las alientan al menos miran para otro lado”.

Finalmente, la mencionada fuerza política sostuvo que “el intendente Foulkes, siguiendo la línea del presidente Macri y el gobernador Weretilneck, pretende endeudar al municipio en dólares y a alta tasa de interés, en esta gran estafa pomposamente denominada Plan Castello en una supuesta defensa de la ciudad a la que gobierna de manera absolutamente conservadora y mediocre, como se palpa en la calle”, afirmó el Partido Socialista.