La primera reacción oficial del gobierno nacional luego de que el gobierno de Río Negro anunciara que no permitirá la instalación de la central nuclear en el territorio provincial, provino del ministerio de Energía y Minería que conduce Juan José Aranguren. Según un comunicado oficial de esa cartera, la decisión del gobernador Alberto Weretilneck contraria a la construcción de la planta "impidió un sano y necesario debate que apenas comenzaba".

Una extensa “aclaración” difundida por el citado ministerio comienza con un repaso de los acontecimientos que desembocaron en la decisión de localizar la quinta planta nuclear en territorio rionegrino, que sería la primera en el país con tecnología de uranio enriquecido y moderada por agua natural.

Comenta que en febrero de 2017, en dos reuniones en las ciudades de Viedma y Cipolletti, “le fue transmitida al gobernador la factibilidad de instalación de la planta en la provincia, tras lo cual el gobierno rionegrino manifestó su total acuerdo y entusiasmo con la iniciativa. Como corresponde a un proyecto como este, luego del acuerdo explícito, se avanzó con los estudios de factibilidad del proyecto”, dice el comunicado.

Luego se manifiesta que “el gobierno provincial recibió diversos informes sobre el proyecto, y le fue entregada toda la información solicitada. Recibió incluso copia del informe técnico de factibilidad, el que le fue presentado por los técnicos que trabajaron en el mismo, el 11 y 12 de abril pasados”

Indica además que esa vez “estuvieron presentes en esa presentación el gobernador, el vicegobernador y varios ministros de su gobierno. En esas reuniones se diseñó el plan de acción y se identificaron varios sitios. Ni el gobernador, ni el vicegobernador ni ninguno de los ministros manifestaron opinión negativa, ni siquiera alguna duda, sobre el proyecto”, expresa la dependencia nacional conducida por Aranguren.

Dice además que “el apoyo fue tan contundente que luego de esa reunión (y no antes) el ministerio de Energía y Minería decidió oficializar el proyecto y comunicárselo al presidente de la Nación”.

Luego el comunicado hace referencia al viaje a China entre el 13 y 20 de mayo de este año, y a la firma de los acuerdos en presencia de Weretilneck.

Posteriormente, alude a varias de las definiciones que formuló el gobernador rionegrino a lo largo del proceso a favor de la realización del emprendimiento, e incluso menciona las citas insertadas en la nota en la que el mandatario rionegrino les informa su decisión de abortar el proyecto.

Luego de todas esas consideraciones, la declaración oficial dice “en resumen, puede concluirse que el gobernador entiende que el proyecto es muy conveniente, muy importante y muy seguro, pero lo cancela porque la ciudadanía rionegrina no lo quiere; impidiendo así un sano y necesario debate que apenas comenzaba, y que siempre se manifiesta en cualquier país democrático en relación a grandes proyectos de desarrollo”.

“Debates que creemos necesario fomentar y no clausurar a partir de un análisis electoral. En todo caso, será la propia ciudadanía la que juzgue esto”, manifiesta el comunicado.

En los tramos finales, afirma que “el ministerio es muy respetuoso de las opiniones y decisiones de los gobiernos provinciales, y no desarrolla proyectos contra su voluntad”.

“Queremos disculparnos con la gran cantidad de trabajadores, técnicos y profesionales argentinos que han trabajado en el proyecto, muchos de los cuales residen en Río Negro. Pero sobre todo con aquella parte de la ciudadanía de la provincia de Río Negro, a la que se le generaron expectativas, particularmente a la población de Sierra Grande y de toda la Línea Sur de la provincia, que sabemos depositó todo su entusiasmo en el proyecto. Les pedimos disculpas a todos ellos”, concluyó el ministerio de Energía y Minería de la Nación.